¿Cuál es su vinculación con Castellote?
Yo nací en Alcorisa. Pero cuando era joven conocí a mi actual marido, que es de Castellote, y nos enamoramos. Vivimos mucho tiempo yendo de un lado a otro, pero llegó un momento en el que decidimos echar raíces aquí. Por eso siempre me gusta decir que vine a este pueblo por la fuerza más poderosa que existe, que es el amor.
¿Se siente castellotana?
Desde que llegué hace 20 años solo he encontrado a gente buena que me ha terminado de anclar a este pueblo. Aquí nacieron mis hijas, tengo a mis amigos -que para mi son familia- a mi peña…Yo soy de aquí.
¿Por qué decidió optar a la alcaldía?
Con mi equipo decidimos entrar en el Ayuntamiento hace cuatro años, aunque finalmente quedamos en la oposición. Este año Teruel Existe contactó conmigo para presentarme, pero desde el principio tuve claro que o lo hacía con el resto o no me presentaba. Les pregunté, me animaron y entonces decidí lanzarme.
¿Cómo ha sido el aterrizaje?
Una locura. Tengo la suerte de que durante julio y agosto he tenido vacaciones, porque me he pegado todo el verano en el Ayuntamiento (ríe)
Quizás lo más impactante hasta el momento ha sido tener que vivir la reyerta que acabó con la muerte de un joven.
Sin duda. Con cosas así lo primero que viene a tu mente es Igor el Ruso. Estuvimos a disposición de la Guardia Civil en todo momento. Aunque lo que más nos dolió, y es algo que también les trasladé a los agentes, es que hubiésemos estado conviviendo con delincuentes durante tanto tiempo.
Después de aquello, y de aquí en adelante, ¿cuáles son sus proyectos para Castellote?
Queremos trabajar en algún proyecto de ahorro energético, así como mejorar nuestras redes de agua. También nos preocupa todo el expolio que se realiza en esta zona en cuanto a las eólicas. Y a todo ello se unen otros proyectos como el de la futura residencia. De momento vamos a ejecutar una cuarta fase y el año que viene solicitaremos la quinta.
¿Con qué trabajo compagina la alcaldía?
Soy maestra de niños de entre 9, 10 y 12 años en el CRA Olea, en Aguaviva. Es una profesión que, en este momento en el que tengo tantas cosas en mente, me sirve como reducto de paz.
¿Siempre había querido ser profesora?
Desde pequeña, nunca me he cuestionado otra opción. Hice Magisterio y luego me saqué la licenciatura en Pedagogía.
¿Dónde empezó a dar clases?
En Calaceite. También he estado en Alcañiz, La Fresneda, Cañizar del Olivar, Cantavieja… Pero ahora ya llevo 16 años en mi puesto, donde soy muy feliz.
Podría decirse que en parte también es aguavivana.
Es lo bonito que tiene esta profesión, el cariño que te muestra la gente. El otro día me encontré a dos antiguos alumnos, uno de Aguaviva y otra de Cantavieja, y me dijeron que eran novios. Me alegré mucho. ‘Cualquier día tengo en clase a alguno de vuestros hijos’, les dije (ríe).
¿Cuál es la enseñanza más importante que intenta transmitir a sus alumnos?
El orgullo de ser rural y que no somos menos por ser de un pueblo.
Y su tiempo libre, ¿a qué lo dedica?
Me gusta leer, pasear, y hacer alguna escapada. Pero lo que más disfruto es estar con mi familia y especialmente con mis dos hijas.
¿Qué es lo que más le gusta hacer junto a ellas?
Las pequeñas cosas. Pasar un día en el monte y luego cenar en la bolera con las dos y Eduardo para mí es un plan perfecto.
Reside y su vida está en Castellote. ¿Quién fue la primera persona que se convirtió en una amiga al llegar aquí?
Pili, una amiga que todavía conservo. Nos conocimos en la bolera, que es donde tiene la tienda. Allí hemos pasado y pasamos horas. Es una persona muy especial para mí.
Y Alcorisa, ¿la visita a menudo?
Cuando me nombraron alcaldesa me di cuenta de que no me daba tiempo a ir. Pero ahora me he impuesto estar allí cada viernes, y así pasar tiempo con mis hermanas y el resto de los míos.
Usted es mucho de los suyos y de su territorio. ¿Siempre ha sido así?
Siempre, y es algo que he intentado inculcar y que ahora veo también en mis hijas. Son muchos los jóvenes que eligen la gran ciudad a la hora de elegir una carrera, pero, por ejemplo, Candela (una de sus hijas) me dijo que se quería ir a Teruel. Es en momentos como esos en los que te das cuenta de que algo de ese mensaje de orgullo de nuestra tierra está llegando.
En primer lugar felicidades por el triunfo y ánimo para el trabajo que Usted y su equipo tienen por delante.
Respecto a «expolios» le ha faltado añadir el expolio de agua que desde hace años sufre un barrio de Castellote, con total impunidad por parte de un veterano «grupo» de amigos.
a que barrio haces referencia?
Castellote ha perdido algo así como el 50% de su población en los últimos 50 años, da lástima pensar lo que el pueblo fue y lo que es en la actualidad
sin un futuro laboral para las nuevas generaciones, sino es ser funcionario o vivir de lo publico. ¿Cuáles son los proyectos para el pueblo? ahorro energético, suministro de agua y residencia. Vamos carpe diem. Esperemos ver lo que se ha convertido Castellote y sus pedanias dentro de 50 años, hay bastantes boletos para ser la nueva Calabria española .
Una historia linda de amor. Pero si me lo permite, le diré que se deje de escribir tanto en prensa ( ya es la tercera que leo en una semana ), y se cuide de temas del Ayuntamiento. No le pase la patata caliente a sus compañeros.Resuelva Vd. los temas, que son muchos.
Bonita entrevista. Cuando alguien se lanza a una responsabilidad como esta desde el amor a la tierra, se nota. Muchos retos vienen para Castellote, así que mucha suerte en tu cabalgadura.
Raquel las personas de Castellote, estamos muy contentos conmigo; yo lo más preocupado que estoy como muchos de nuestro pueblo. El futuro de la residencia y el centro de día. Un saludo cordial
Alcaldesa , no se olvide de La Algecira!!!!