Entrevista con Domingo Valiente, director ejecutivo de la Fundación Dieta Mediterránea
Domingo Valiente, director ejecutivo de la Fundación Dieta Mediterránea, visitó Alcañiz con motivo de la entrega de premios al Mejor Aceite del Bajo Aragón. Aprovechando la coyuntura charlamos con él sobre los hábitos de alimentación en nuestros días y sobre la archiconocida dieta mediterránea.
¿A qué se dedica la Fundación Dieta Mediterránea? ¿Qué persigue?
Nuestra razón de ser es que la población recuerde que la manera más saludable para alimentarse es la dieta mediterránea. Y esto no lo decimos nosotros, lo dice la OMS en su informe de mayo de 2018, que incluso instó a los gobiernos a implementar acciones para dar a conocer esta manera de comer. Nuestra función es reforzar los argumentos científicos de la dieta mediterránea en congresos, talleres o formación en escuelas de hostelería; trabajamos para que la gente consuma esos productos tan nuestros que están dentro de la pirámide.
¿Cuáles son los pilares de la dieta mediterránea?
Esto lo inventaron hace mucho tiempo, de hecho los griegos y los romanos ya hablaban de las bondades de estos productos. Columela, en torno al año 40 d.C., escribe sobre la tríada mediterránea: viña, olivo y cereal. A partir de aquí se alimenta todo el mundo y por ello es tan saludable comer así.
¿En qué consiste esta forma de alimentarse?
El secreto es comer de todo un poco: la interacción que hay entre todos los alimentos hace que la dieta mediterránea sea tan estupenda. La dieta mediterránea es saludable por los ingredientes que tiene y por lo variada que es; hay que incluir un poco de todo. En el informe Predimed* trataron a 7.000 personas durante un montón de años y vieron que quien mantenía una dieta mediterránea tenía un 30% menos de accidentes cardiovasculares. La dieta mediterránea es salud.
*El acrónimo Predimed hace referencia a «Prevención con Dieta Mediterránea». Se pueden imaginar la finalidad de este estudio.
El secreto de la dieta mediterránea es comer un poco de todo, la interacción entre todos los alimentos.
¿Cómo es el presente de la alimentación?
La globalización tiene aspectos buenísimos innegables, pero también ha traído unos hábitos que no eran los nuestros. No me atrevo a decir malos, pero hemos perdido una manera de comer que era la nuestra, la de siempre, que cada día está en una mayor crisis. Un ejemplo muy concreto es el informe Bloomberg, según el cual somos el país más longevo pero también los segundos del mundo en obesidad infantil.
¿Cómo se explica esto?
Ahora somos el referente en el mundo de cómo hay que comer, pero a la vez se vaticina que todo se va a estropear como sigan así las cosas. La dieta está bien ubicada pero los niños no la siguen.
¿Qué falla?
No cenamos juntos; cada uno come donde puede; cenamos muchas veces delante del televisor y optamos por lo fácil para que los niños coman; en vez de mandarles al colegio con el bocadillo hecho en casa les damos dinero para que compren algo que quizá no es lo mejor; con la merienda pasa tres cuartos de lo mismo; y en las bebidas para qué entrar…
Domingo Valiente en el interior del Parador de Alcañiz | Adrián Monserrate
¿Entonces comemos mal en España?
Comemos mal en casa. Tú hablas con los niños y dicen que donde mejor comen es en casa de los abuelos, porque hacen unos platos estupendos. En cambio los padres van como van con el trabajo y llegan hasta donde pueden. Todo esto tiene que ir resituándose, pero nos falta trabajar mucho y muy en serio con los niños.
Si a los niños no se les educa desde el principio es difícil que cojan el hábito.
¿Y cómo se puede mejorar con los niños?
Trabajando desde casa. Haciendo el bocata, con cenas ligeritas… Es algo que cuesta y si a los niños no se les educa desde el principio es difícil que cojan el hábito, a todos nos ha costado. Pero estamos en un país donde esto es fácil de hacer por los productos que tenemos.
¿Como cuáles?
Tenemos un aceite fantástico repartido por toda España, por ejemplo. Y también la copita de vino, en unos momentos donde está tan perseguido el consumo de alcohol y se dice que ninguna dosis es saludable. La propia OMS en su último informe publica la pirámide de nuestra Fundación y en ella aparece la copita de vino; tiene que estar. No es solo el alcohol, es vino que se mezcla con la verdura, con el aceite de oliva, con la carne… Toda esa interacción es la saludable según nuestro comité científico.
Pero según un informe de la Sociedad Americana de Oncología Clínica el consumo de alcohol, por moderado que sea, está relacionado con un mayor riesgo de sufrir varios tipos de cáncer.
Nosotros hemos trabajado mucho esto y Ramón Estruch, presidente de nuestro comité científico, explica que aproximadamente el 20% de los beneficios de la dieta mediterránea se deben al vino. Es la interacción entre todos los productos: un poquito de aquí, un poquito de allá… Ese es el secreto de la dieta mediterránea.
Nos ha hablado del aceite y, precisamente, visita Alcañiz porque la Fundación recibe un reconocimiento por parte de la D.O. Aceite del Bajo Aragón. ¿Por qué es tan importante?
Es fundamental, es el producto por excelencia de la dieta mediterránea porque da juego con todo. Cuando comemos carne, pescado, verduras, ensalada, en los bocadillos… ¿Es grasa? Sí. ¿Sube el colesterol? Sí, pero el bueno. Baja el malo y sube el bueno, ¡parece que sea magia!
¿El aceite es grasa? Sí. ¿Sube el colesterol? Sí, pero el bueno. Baja el malo y sube el bueno, ¡parece que sea magia!
En su web ofrecen un menú con productos de temporada enmarcados en la dieta mediterránea. Sin embargo, quizá el problema a día de hoy sea la falta de tiempo para cocinar.
Tienes muchísima razón, aunque ha habido ciertos cambios. En estos momentos los foodies están cobrando un papel importante y ahora está de moda cocinar los jueves para toda la semana.
¿Dedicamos el tiempo suficiente a nuestra alimentación?
La alimentación sana en España suena a una cosa de abuelos pero cada vez más los jóvenes se están sumando y se están involucrando. La gente quiere comer sano y el producto saludable llega a ser incluso un decisor de compra. Vemos que la gente joven lo tiene en cuenta, pero la complicación está en las familias porque todos trabajamos. Hay que hacer un recordatorio, y es que los restaurantes son una herramienta espectacular para que el consumidor continúe con la dieta mediterránea. En estos momentos contamos con casi 700 restaurantes adheridos en nuestra web.
La gente quiere comer sano y el producto saludable llega a ser incluso un decisor de compra
¿Qué falta en nuestra alimentación?
(Duda). Deberíamos comer más verdura y más fruta sobre todo, también beber más agua y comer más pescado. España es un país estupendo bañado por costa con una entrada de pescado formidable y deberíamos aprovecharlo. Aprovecho para hablar de la leche de vaca, que tenía muy mala prensa y ahora nuestros científicos dicen que es básica: los niños tienen que beberla, las embarazadas, los mayores… Es un alimento que se había demonizado porque pensamos que las cosas son malas o buenas, no hay punto medio.
¿Y qué sobra? ¿Qué consumimos en exceso?
(Duda). Es un tema muy puntual y me iría a las monodietas. No podemos vivir de hamburguesas, por ejemplo. ¡La hamburguesa es estupenda! Pero una y en su justa medida. Las monodietas no son buenas por las carencias que generan; lo ideal es comer un poco de todo.