La Comarca del Maestrazgo ha financiado la actuación realizada por la Fundación Santa María
La iglesia de Tronchón acogió este jueves por la tarde la presentación de la restauración de un excepcional banco barroco del siglo XVIII que ha sido recuperado por la Fundación Santa María de Albarracín gracias a la financiación de la Comarca del Maestrazgo. El mueble cuenta con la particularidad de ser una pieza única y de ser más típica de una casa palaciega que de un templo litúrgico.
El objetivo de la restauración de este peculiar banco ha sido contribuir a la salvaguarda y conservación del patrimonio histórico y cultural de Tronchón. «Lo cierto es que es la pieza de mobiliario más culta, y de más calidad, de toda la comarca. El mueble es más típico del entorno de la corte que de una iglesia», destacó Sonia Sánchez, técnico de Patrimonio Cultural del Maestrazgo.
La restauración realizada por la Fundación Santa María de Albarracín ha consistido en tratar el mueble contra los insectos que amenazaban la estructura y recuperar algunos detalles de las tallas decorativas, formadas por varias «figuras fantásticas». «Por suerte el mueble no estaba muy dañado y se ha podido recuperar en su totalidad. Ahora ha recuperado su esplendor original y no se ha tenido que inventar nada…», comentó Sánchez.
Otro de los aspectos a destacar, y que han ayudado a conocer su origen e historia, es que el mueble cuenta con la siguiente inscripción: «lo hizo F.I.D.N. Manuel Sada i Antillón». «Fue un regalo para el pueblo de Tronchón de un personaje muy importante. Fue comendador de Castellote, Capitán General de Valencia e incluso embajador de Turín. Sin duda, fue una de las personalidades más ilustres del siglo XVIII en España», indicó la técnico de Patrimonio del Maestrazgo.
Una iglesia «muy interesante»
Con la restauración del banco barroco, la iglesia de Tronchón contará con un elemento único que vendrá a completar un espacio, arquitectónicamente hablando, «muy interesante». El templo fue construido a principios del siglo XVII y en su interior se conservan varios óleos originales y el retablo del altar mayor. «La zona del Maestrazgo sufrió mucho con el paso de la guerra y en casi todas las iglesias es difícil encontrar piezas originales. Tronchón es una excepción y por eso es llamativa», explicó Sánchez.
Estas y otras curiosidades sobre la historia de la iglesia de Tronchón las pudieron conocer los vecinos de la localidad. Sonia Sánchez se encargó de presentar la restauración del cuadro y, a su vez, de dar un pequeño recorrido por la historia. «Les hemos explicado la importancia de este mueble barroco. Algo que siempre han tenido ahí pero del que, en muchos casos, desconocían su historia. Al final, el objetivo es que los propios vecinos conozcan lo que tienen en la puerta de casa».