La situación se podría revertir si llueve en abundancia hasta el mes de octubre
La temporada de setas en el Maestrazgo será previsiblemente mala debido a la escasez de lluvias de este año. La falta de tormentas en estos meses de verano tampoco ha ayudado a refrescar los suelos. Por el momento, es impensable llegar a vender los más de 20.000 pases distribuidos en el 2018 .
Con una extensión de 10.500 hectáreas, el coto micológico del Maestrazgo cubre una gran parte del territorio de la comarca. El presidente, Roberto Rabaza, lamenta que está todo «muy seco» y anticipa que, aunque llueva, la campaña «dificilmente va a ser buena». Eso sí, Rabaza pone la vista en el cielo y mantiene la esperanza: «Todavía quedan un par de meses hasta octubre, que es el punto álgido de la campaña micológica, cuando hay rebollones».
Los vigilantes ya se están preparando para cuando comience la temporada. Un total de 12 personas se han inscrito en la bolsa de empleo que ha ofertado la comarca del Maestrazgo. Se trata del primer año que esta institución regula las inscripciones, ya que hasta ahora se ocupaba el Instituto Aragonés de Empleo (INAEM) y era requisito indispensable estar en paro.
Los candidatos se examinarán en el mes de septiembre y tendrán que aprobar para poder trabajar. En la evaluación se tendrá en cuenta la formación, lo aprendido en curso y la experiencia laboral.
Beneficios
Los Ayuntamientos del Maestrazgo recaudaron la temporada pasada 10.853 euros con la venta de pases. Este dinero se está empleando en la actualidad para el mantenimiento de las pistas de recolección. Además, los establecimientos obtuvieron 109.144 euros de beneficios.
Quienes más dinero se dejan para poder recoger setas en el Maestrazgo son los vecinos de la zona, pero también hay un número importante de catalanes y valencianos. Los empadronados pagan 7 euros de cuota al año; los propietarios y arrendatarios, 12; y los que vienen de fuera, 50.
También hay pases diarios por 5 euros y de fines de semana, por 8. Los vecinos son los únicos que pueden recolectar hongos con fines lucrativos, pagando para ello 60 euros anuales.