Es difícil definir Rumanía en un solo color porque sus tintes rozan el infinito. Pero la muestra pictórica ‘El color de Rumanía’ abierta al público desde el pasado viernes en Alcañiz engloba muchas de sus gamas. A iniciativa de la Asociación de Rumanos en el Bajo Aragón (aROba), con la colaboración del Ayuntamiento, la sociedad alcañizana puede disfrutar hasta el 31 de marzo de una propuesta «diferente» pensada para «integrar culturas». Lo hace bajo la autoría de la pintora rumana, residente en Madrid, Roxana Irimia, y la artista local nobel, Niculina Stoian, quienes reflejan parte de la idiosincrasia del país a través de diferentes prismas, aunque con un único objetivo: difundir y poner en valor los elementos más representativos de su tradición.
La artista invitada, Roxana Irimia, también diseñadora de moda e ilustradora, se ha centrado en dar visibilidad a su país natal mediante su indumentaria. Los cuadros, la mayoría retratos de mujeres de diferentes zonas de Rumanía, forman parte de una exposición itinerante y Alcañiz es la sexta ciudad en la que se exponen. La muestra gira en torno al traje tradicional, elemento de identidad que desde 2022 es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Multitud de colores y bordados cobran vida bajo el pincel de la artista, unas instantáneas que giran en torno a la emblemática ‘ie’, blusa tradicional rumana. «A través de mis retratos hablo de diferentes regiones como Maramures, Transilvania, Muntenia o Moldavia. Son diferentes y los portan mujeres diferentes. Intenté también que los lugares en donde son retratadas muestren los rincones más emblemáticos de la Rumanía rural», explicó la pintora, convencida en que la sociedad se interesa cada vez más por estas muestras artísticas. «Es un medio de conocer un país y también a su artista», detalló Irimia.
La exposición ‘El Color de Rumanía’ integra también una segunda mirada, esta vez bajo la «fantasía y es surrealismo» de la pintora local nobel Niculina Stoian. Residente en Alcañiz, esta es la primera vez que sus cuadros son parte de una exposición, por lo que se considera «privilegiada». Sus pinturas se basan en los animales protectores como protagonistas- el tigre, el ciervo o las palomas-, que a la vez se encuentran «en unión con el ser humano». Sus siluetas, más grades que la de las personas, adentran al espectador en un nuevo universo, que invita a la meditación y a lo onírico. «Estoy muy orgullosa y muy agradecida de poder mostrar parte de mi obra en Alcañiz, que es mi casa. Es mi forma de comunicarme con el mundo», destacó la artista.
Desde la Asociación de Rumanos en el Bajo Aragón, celebran la gran acogida de la muestra que ha contado con en torno a un centenar de asistentes, entre vecinos, representantes del tejido empresarial alcañizano y autoridades. «Tenemos el privilegio de contar con dos pinoras rumanas que difunden nuestra cultura y la potencian. Se acerca la Semana Santa, tanto católica como ortodoxa, pensamos que es un buen complemento para disfrutar de estos días», subrayó Daniel Cheres, presidente del colectivo.
El alcalde de Alcañiz, Ignacio Urquizu, señaló que se trata de una de las exposiciones más numerosas de los últimos tiempos, lo que indica el gran «calor humano» que hay entre el amplio tejido asociativo de la ciudad. «La asociación de rumanos llevan tiempo trabajando para mostrar su potencial. La comunidad lleva mucho tiempo con nosotros y el objetivo es que su cultura y tradiciones sean compartidas con nosotros. Espero que sea la primera de muchas actividades», dijo el primer edil.
«Tenemos a dos pintoras con enfoques diferentes, una de ellas muy naturalista, con mucha luz, y la otra más espiritual«, explicó por su parte el concejal de Cultura, Jorge Abril, quien resaltó que a través de las dos miradas, «merece la pena» conocer Rumanía. Abril incidió asimismo en la implicación de la Asociación en dar a conocer su cultura. «Está colaborando de una manera muy activa con la promoción de su cultura. Estamos contentos porque es una manera de hacer ciudad. Los residentes rumanos quieren a Alcañiz como los propios y son alcañizanos de primera», reconoció.
Más de un centenar de personas asistieron a la inauguración del viernes, que contó también con un cóctel preparado para los presentes.. Cuando la cultura emigra «es de todos» resaltaron los organizadores.