La historia del automovilismo mundial está llena de apellidos míticos y uno de ellos es sin lugar a dudas, el de Fittipaldi. Su saga que continúa gracias a Emmo, el hijo pequeño de Emerson Fittipaldi, el que fuera dos veces campeón del mundo de F-1 y dos veces ganador de las 500 Millas de Indianápolis, que está participando estos días en los entrenamientos oficiales que están llevando a cabo varios equipos de la F-4 en el circuito de velocidad de Motorland Aragón.
Enrolado en la escuadra GRS, Emmo está trabajando en el conocimiento del monoplaza con la vista puesta en la próxima temporada en la que, si no cambia nada, disputará el campeonato. «Mi misión en estas dos jornadas no es otra que aprender junto con los pilotos españoles y de otras nacionalidades en un equipo muy bueno que me ha acogido con los brazos abiertos», explicaba este lunes el joven piloto brasileño.
Para Emmo esta no es su primera experiencia al volante de un monoplaza de la F-4 ya que este mismo año ya ha tenido la oportunidad de competir en el campeonato danés de estas categoría. El sudamericano se muestra encantado con este nuevo paso adelante en su camino hacia la F-1, que como el mismo reconoce, «es mi objetivo final».
Formado en la «escuela del karting», el vástago de Emerson Fittipaldi, que cuenta tan solo con catorce años, ya se desenvuelve en la pista y junto a sus ingenieros como uno más. Para él la experiencia está siendo muy enriquecedora ya que, explicaba, «no tiene nada que ver pilotar un karting a estar al volante de un coche mucho más rápido y con una velocidad muy superior a la de cualquier karting». En cuanto al trazado de Motorland Aragón, el joven piloto se ha encontrado con una pista totalmente nueva que valoró. «Me he tenido que ir adaptando poco a poco con la vista puesta en ir mejorando día a día», comentaba. De todo el trazado, le ha gustado «mucho» la zona de curvas enlazadas y «en especial el sacacorchos», confesaba.
En Alcañiz ha vivido dos jornadas a lo mandos de un monoplaza del equipo DRS con el que espera competir el próximo año. Y por supuesto no ha faltado a la cita el progenitor de Emmo, Emerson Fittipaldi. Durante las dos jornadas de entrenamientos ha seguido muy cerca todo lo que ha hecho su hijo sobre el asfalto del circuito de velocidad de Motorland Aragón, al que calificado como «fantástico» y como «uno de los mejores del mundo para la práctica del automovilismo». En cuanto a su hijo, el doble campeón del mundo de F-1, tiene depositadas muchas esperanzas aunque ha reconocido que es todavía muy joven. Las claves para lograr el objetivo que se proponga, valoraba Emerson, no son otras que, «tener pasión, amor y sacrificarse por este deporte y, por supuesto, tener talento». Por el momento, a Emmo ninguna de estas cualidades le faltan.