En enero se cumplirán seis años de clausura del templo de Castelnou por desprendimientos.
Las empresas interesadas disponen de tiempo para presentar sus ofertas hasta el 23 de diciembre. La orden de contratación de las obras se publicó este lunes en el Boletín Oficial de la Provincia de Teruel por un importe de 730.623 euros.
El templo se cerró al culto en enero de 2010. La misa en honor a San Valero el día 29 se celebró con algunos vecinos que además del traje regional lucieron, en señal de protesta, cascos de obra. Varias zonas ya estaban apuntaladas por lo que el riesgo de desprendimientos ponía en peligro a los feligreses. Tras esa misa, el alcalde echó el cierre definitivo.
El Ayuntamiento ha tomado la iniciativa de restaurar la iglesia. Unos 30.000 euros forman parte de un convenio de Diputación Provincial de Teruel con el Arzobispado de Zaragoza y la Obra Social IberCaja para la restauración del patrimonio arquitectónico-religioso. «Hemos mantenido reuniones con el Arzobispado y seguiremos en contacto para ir financiando entre ambas partes», comentó. La presencia y actividad de la Central de Ciclo Combinado en Castelnou permite que los vecinos estén exentos de pagar algunos impuestos y de hacer frente a pagos como este. «Sin la ayuda de la central sería imposible llevar a cabo un proyecto como este», dijo. Lamentó que no haya ayuda del Gobierno de Aragón. «No sé si en un futuro la habrá pero de momento y tras años llevando el proyecto a muchos departamentos, no hemos conseguido nada», añadió el edil que en agosto ya anunció que adjudicarla era la prioridad para final de año.
Con la publicación de las bases en el Boletín confían en poder adjudicar la obra la semana antes de final de año para que los trabajos comiencen lo antes posible. El plazo de ejecución y entrega se ha fijado en 20 meses. Aunque en algún momento se barajó la posibilidad de acometer lo más urgente, finalmente se adjudicará la obra al completo. Se incluye el exterior, interior, restauración de las pinturas y frescos y la instalación de todo el sistema de electricidad e iluminación. Desde entonces, y durante todo este tiempo las misas se están celebrando en un local que hacía las veces de almacén municipal.
Seis años de clausura
En enero se cumplirán seis años de clausura aunque los desprendimientos del exterior datan de mucho antes. Los vecinos de la casa contigua tuvieron que proteger el tejado debido al continuo goteo de piedras que caían procedentes de la torre. Hace unos años una roca de considerable envergadura cayó de la fachada trasera. Fue a parar al cauce del río. Este hecho avivó las alarmas del mal estado de fuera y de dentro.
El interior de la sacristía ya estaba impracticable. En un cuarto de escasos metros cuadrados conviven más de una decena de puntales. Le siguió otro puntal en el arco del coro. El templo data del siglo XV y apenas ha sufrido intervenciones a lo largo de este tiempo. En la Guerra Civil dejó de ser iglesia para convertirse en mercado y en baile. El altar fue quemado y los vecinos ayudaron a levantar el actual.
Parte de estos recuerdos se pusieron en común el verano de 2014 en una jornada del Centro de Estudios del Bajo Martín. Como consecuencia, el año pasado se constituyó la Asociación para la Restauración de la Iglesia de Castelnou (ARIC).
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