Antiguos, modernos y conducidos por personas de todas las edades. El majestuoso templo de Calaceite ha sido el inigualable marco para la bendición que el mosen ha llevado a cabo a los automóviles y algún tractor que allí se han dado cita para celebrar San Cristóbal. La celebración del patrón de los transportistas, viajeros y conductores es una de las más esperadas por los calaceitanos. Centenares de personas asistieron ya durante la noche del viernes a la verbena popular que la Junta de San Cristóbal llevó a cabo en la ermita dedicada al Santo y que preside el término municipal de Calaceite. Todo ello tras la sardinetada popular. La jornada se alargó hasta altas horas de la madrugada.
A primera hora del sábado se ha celebrado, como es tradición, un almuerzo popular. Ya por la tarde ha tenido lugar la solemne misa en honor al santo y, en la misma plaza que custodia la ermita, una merienda popular que ha finalizado con cava y la actuación de un trio musical. «Hemos tenido una gran afluencia de personas tanto el sábado como durante el viernes. Es mucho el trabajo que llevamos a cabo pero estamos muy contentos por la respuesta de la gente», ha explicado Alfredo Monclús, quien lleva más de una década en la Junta de San Cristóbal de Calaceite.
Mazaleón es otro de los municipios que además de estar dominado por la sobresaliente ermita de San Cristóbal, ha rendido homenaje al patrón de los transportistas. La jornada ha comenzado con un multitudinario almuerzo para los socios de la cooperativa y que ha tenido lugar en la plaza de España. A las 11.00 y antes de la misa en la ermita, ha tenido lugar la bendición de vehículos. Tras los actos religiosos se ha celebrado un vermut popular. La verbena pondrá la guinda a una jornada festiva. «Es una fiesta muy querida por los vecinos de Mazaleón y que se organiza por una comisión que va cambiando en función de la disponibilidad de los vecinos», explica Moisés Royo, integrante de la actual comisión de San Cristóbal.

En Monroyo, San Cristóbal es, al igual que en otros municipios del Matarraña, una de las fiestas más queridas por sus vecinos. La plaza de Josa ha acogido la bendición de automóviles para posteriormente celebrarse una comida de hermandad que en este caso se ha llevado a cabo en la plaza del Ayuntamiento. Ya por la tarde ha sido el turno de los juegos con bicicletas para los más pequeños. La fiesta continúa con sendas sesiones de baile que se alargan hasta altas horas de la madrugada.
En Arens de Lledó los coches clásicos han sido los protagonistas. Previamente a la solemne misa y la bendición de automóviles se ha llevado a cabo un almuerzo popular. Coches de la segunda mitad del siglo XX o incluso de mayor antigüedad, han protagonizado una concentración de automóviles y un almuerzo popular con productos de la zona. Asimismo, la orquesta nocturna es el culmen de las celebraciones de San Cristóbal en la localidad.