Transportistas y conductores han celebrado este domingo su día grande en honor a San Cristóbal, festividad que ha tenido lugar este sábado 10 de julio. Por segundo año consecutivo a causa del coronavirus los actos se han reducido al mínimo con la tradicional misa y bendición de vehículos, además de una pequeña caravana en una de las jornadas mas calurosas en lo que va de año. Las localidades del Bajo Aragón histórico como Alcañiz, Caspe, Valderrobres o Valdeltormo, entre otras, han realizado sus propios actos de la mano de las asociaciones locales.
Con «nostalgia» pero también con «optimismo» los representantes del sector no han querido dejar pasar desapercibido este día ya que, aunque las condiciones no han sido las mejores, la esencia de la celebración permanece intacta. El objetivo es honrar a los transportistas y pedir por la protección de todos los conductores. «Este año hemos hecho lo básico otra vez con ilusión y con el deseo de que la tradición no se pierda», ha recalcado Montse Ibábez, presidenta de la Asociación San Cristóbal de Alcañiz.
En la capital bajoaragonesa ha habido una pequeña caravana secundada por una quincena de camiones además de numerosos turismos desde la explanada de la Venta de la Panolla como punto de partida hasta el santuario de Pueyos, donde se ha celebrado la tradicional misa en honor al patrón de los conductores. Una vez realizada la misa se ha procedido a la bendición de los vehículos y el reparto de pegatinas.
«Tomado el ejemplo de los Santos como siempre se hace, queremos imitarles para llegar al mismo destino. El mérito de San Cristóbal es que él ejerció la caridad, ayudó al niño Jesús a atravesar el río por lo que se le representa de esta forma», ha explicado el párroco Pablo Roda. De ahí que se le represente frecuentemente al Santo con Jesús a hombros. «Nosotros debemos ser buenos samaritanos, hay que acompañar y ayudar a aquellos que han tenido un accidente, enseñar a los niños y jóvenes y entre todos darnos las normas de seguridad vial para que las cumplamos», ha recalcado.
El acto de Alcañiz ha contado con un momento muy especial ya la Asociación ha querido homenajear a Juan Blanch, vecino de Alcañiz, que tras una trayectoria de 30 años como transportista ha alcanzado la jubilación. Acompañado de su esposa ha recibido un pequeño detalle al término de la misa. «Estoy muy agradecido por haber tenido esta trayectoria sin ningún percance. Ha sido una sorpresa este reconocimiento», ha recalcado. Reconoce que aunque este oficio «le ha llenado de satisfacción», también supone mucho sacrificio a nivel personal y familiar. «Es gratificante pero no puedes estar en casa siempre que quieras, es duro, te tiene que gustar».

Misa, caravana y bendición en Caspe
La ciudad del Compromiso también se ha reinventado para honrar a los transportistas y conductores. Durante la jornada del sábado hubo música en directo desde las 19.00 hasta las 23.00 en distintos puntos de la localidad. «Es lo único que se ha podido hacer», ha lamentado Rebeca Larrosa, presidenta de la Cofradía de San Cristóbal de Caspe, quien ha insistido en la labor esencial de los trabajadores del sector como uno de los eslabones primarios que sustentan a toda la sociedad. «Con la pandemia se ha demostrado, están siempre en la carretera jugándose la vida por todos nosotros. Es muy importante que este acto no se pierda nunca».
Este domingo se han mantenido los actos tradicionales: misa, caravana y bendición en la rotonda de la Plaza Aragón. Una enorme columna de vehículos ha transcurrido por este punto donde habitualmente se pone al Santo. El párroco de la localidad ha ido bendiciéndolos uno a uno a su paso por la rotonda, una logística que ha contado con la colaboración de la Policía Local para gestionar de manera adecuada el tráfico.
Almuerzo en Valdeltormo y bendición multitudinaria en Valderrobres
Valdeltormo fue una de las primeras localidades del Matarraña en celebrar San Cristóbal. En este caso son todos los propietarios de un vehículo los que sufragan los costes de la fiesta. En esta ocasión, debido a la situación sanitaria, los actos se vieron condicionados. Sin embargo pudo llevarse a cabo un almuerzo popular por grupos de 6 personas. Lo que, de igual modo, no faltó fue la tradicional bendición de vehículos. Tractores, turismos, furgonetas, bicis y todo tipo de vehículos fueron pasando para recibir el agua bendita. De igual modo en la vecina localidad de Calaceite tras la eucaristía tuvo lugar la bendición junto al templo parroquial.

Por su parte en Valderrobres se vivió una de las bendiciones más multitudinarias. Decenas de coches desfilaron por el cruce de las Avenidas de la Hispanidad y Cortes de Aragón para recibir el agua bendita de San Cristóbal. En la capital del Matarraña son 8 los integrantes de la comisión que organiza los actos. Cada año, a excepción de 2020 debido a la pandemia, son los integrantes de la comisión los que, de manera secreta, nombran a la comisión del año siguiente.. Cada uno de los conductores han recibido el pan bendito y un ramo de lavanda de San Cristóbal. En el caso de Valderrobres ha sido necesario establecer un dispositivo de tráfico conformado por varios agentes de la Guardia Civil para poder ordenar y dirigir el elevado volumen de tráfico que suele soportar la travesía valderrobrense.