La Asociación Santolea Viva ha iniciado una campaña de firmas para pedir al Ayuntamiento de Castellote acciones ante el abandono del cementerio del pueblo destruido en 1972. El objetivo del colectivo que integra a unos 300 socios descendientes de Santolea es «dignificar» a las personas que ahí se encuentran enterradas y al camposanto en su conjunto, ante las «dantescas» condiciones en las que se encuentra en la actualidad.
Desde la desaparición del pueblo el cementerio se ha quedado en «tierra de nadie» tal como denuncian desde la asociación y ninguna administración se ha responsabilizado de su mantenimiento. Además del «evidente abandono» el recinto ha sido «saqueado», y hasta se pueden observar restos óseos en el exterior de los nichos. La puerta principal se encuentra bloqueada y se puede acceder de forma irregular por un agujero que se encuentra en el muro. Aquí se encuentran enterradas 2.000 personas, la última en 1965. «Hay gente que tiene ahí no solo a sus abuelos, también a sus padres y hermanos», explica Laura Berné, presidenta de la asociación Santolea Viva.
Desde este colectivo consideran que el mismo Ayuntamiento de Castellote es quien debe asumir la titularidad y labores de mantenimiento, al corresponderle la gestión de este tipo de infraestructuras. El «problema» es que no se encuentra ningún documento en el que conste la titularidad del camposanto. «El cementerio pasó a ser de Castellote pero no hay un papel que lo diga. Cuando tengamos las firmas las presentaremos al Ayuntamiento para reivindicar que se hagan cargo, como corresponde», recalcan desde la Asociación. «Lo mínimo que pedimos es que haya un reconocimiento al pueblo y que el cementerio no esté en estas condiciones», insisten.
El Calvario, Bien Catalogado
Algo similar sucede con el Calvario de Santolea-Bien Catalogado de Patrimonio Cultural por el Gobierno de Aragón y por lo tanto «protegido»-, cuya titularidad de momento no se puede acreditar con un documento, aunque desde la Asociación afirman que «es del Obispado». El mismo organismo «está buscando desde hace meses» un registro de propiedad que de momento «no encuentra en ningún lado», afirma Berné.
No obstante, la Asociación tiene en su posesión otro documento en el que constan las operaciones de venta de varios edificios de Santolea a la Confederación Hidrográfica del Ebro en el momento de la expropiación, como la iglesia, la casa consistorial y el mismo Calvario. Pero este último finalmente no fue concedido por lo que «se entiende» que se quedó en posesión del Obispado. «Nos dicen que el documento que tenemos no sirve para hacer una cesión. Nuestra idea es que una vez que este tema se aclare el Ayuntamiento de Castellote pueda intervenir», añade Berné.
Se trata de uno de los últimos elementos arquitectónicos que quedan de Santolea que data del siglo XIII. La Asociación pretende que el enclave «sea visitable» y para ello son necesarias varias actuaciones como la reconstrucción de alguna de sus partes, limpieza de la maleza y señalización, con el objetivo final de que «no se deteriore más». «No solo sería un reconocimiento para santoleanos, sino también un revulsivo para la zona porque es un paraje precioso», apostilla la presidenta.
El pasado fin de semana en torno a 80 santoleanos y sus descendientes realizaron el décimo encuentro. Pudieron pasear por las ruinas del desaparecido pueblo y disfrutar de una comida de fraternidad. Cabe recordar que la Asociación Cultural Santolea Viva distinguida recientemente con el Premio al Mérito Social en la décima edición de los Premios Maestrazgo-Europa en reconocimiento a su labor de mantener viva la memoria del municipio de Santolea y recordar a las generaciones futuras el origen de sus antepasados.