José Ángel Guimerá, de Calanda; Toñín Lizana, de Las Ranetas-Alcañiz; Eva Gil, del FestiFal de Urrea; Pimpi López, de Desafío Buñuel en Teruel; José Luis Anchelergues, Jesús Marco y José Miguel Bruna, del Festival de Zaragoza y la ACA, ayer.
Calanda, Alcañiz, Urrea y Teruel acordaron en el Festival Buñuel volver a verse y definir fórmulas de colaboración.
«Colaboración» es la palabra que más sonó ayer en sala polivalente del CBC, en el lugar que está sirviendo de encuentro de expertos y profesionales del sector. Ayer pasaron por allí los responsables de varios festivales de la provincia, los mismos que pusieron sobre la mesa la falta de coordinación que sufren en muchas ocasiones, y los mismos que acordaron la creación de una red de festivales de Teruel para atajar este problema. Con esta herramienta, a la que habrá que darle forma, se pretende encontrar la forma de organizar las citas de forma ordenada y, sobre todo, uniendo fuerzas y colaboración entre todas.
En la mesa se sentaron los organizadores de FestiFal en Urrea de Gaén, Las Ranetas en Alcañiz, Desafío Buñuel en Teruel y el propio Calanda. Aunque estaba previsto, finalmente no hubo asistencia de «Plot-Point» de Valdealgorfa.
«El discurso siempre es el mismo y creo que es hora de dar una solución y de empezar a trabajar en ella», dijo José Ángel Guimerá. Como director de la cita calandina, y una vez se presentaron todos los asistentes, propuso la puesta en marcha de una red entre los certámenes de la provincia como germen de algo que podría abarcar a toda la comunidad. Los compañeros de mesa acogieron bien la propuesta y pusieron la esperanza en que «no sea flor de un día» ya que en otras ocasiones se ha pretendido poner en marcha iniciativas similares pero se han quedado en nada.
«Creo que los festivales deben ir adaptándose a la sociedad y la demografía nos dice que cada vez somos menos. Vamos a empezar por juntarnos los de Teruel por eso mismo, porque no somos muchos, y si esto crece, bienvenido sea el resto», animó Guimerá. En este sentido se habló de la colaboración y se puso como ejemplo la presente edición del Buñuel-Calanda donde Las Ranetas han aportado su material de realidad virtual para un par de sesiones. El certamen alcañizano fue pionero en incluir esta modalidad. «Mañana (por hoy) el Buñuel-Calanda tiene una actividad en el Parador de Alcañiz, ¿por qué no pensar que alguna vez el FestiFal pueda tener algún tipo de presencia en Zaragoza?», se preguntó Guimerá.
Este guante fue recogido directamente por los dos representantes del Festival de Cine de Zaragoza que intervinieron desde las butacas del público en la tertulia que provocó el debate. También por parte de la Academia del Cine Aragonés. Su presidente, Jesús Marco, presentó el inicio de la mesa y tendió la mano. «Hemos conseguido tener sedes en las tres provincias y estamos a vuestra disposición para que nos uséis de interlocutores», dijo.
Las fechas son el auténtico quebradero de cabeza de todos los programadores. Ya no para no coincidir entre citas cinematográficas como sucede en muchas ocasiones. «En 2009 cuando organizamos la primera edición, tuvimos que tener en cuenta a otros festivales y que no hubiera ninguna actividad de nada en los pueblos de nuestra propia comarca», añadió Eva Gil, del FestiFal de Urrea de Gaén. También los zaragozanos deben jugar con ellas y con mucha antelación. «Ya tenemos apalabrados espacios para 2018 y aún no hemos celebrado la edición de 2017», dijo el director, José Luis Anchelergues.
En este sentido se puso de manifiesto la necesidad de que exista, como primera herramienta, un calendario que poder consultar. Se señaló directamente al Gobierno de Aragón y la posibilidad de que la Film Commission pueda tener una vertiente también para los festivales. «En cada reunión con DGA se ha puesto sobre la mesa», dijo Marco. Respecto a los tipos de ayuda, se llegó a la conclusión de que lo ideal sería encontrar un equilibrio entre privadas y públicas.
El Festival de Huesca fue marco también de un debate entre certámenes. «Los franceses no salían de su asombro porque ellos hacen cosas muy interesantes pero con mucho dinero y nosotros también pero con nada», añadió Guimerá.
El encuentro acabó con buenas sensaciones. «Ha sido fructífero porque nos hemos juntado los pequeños y también Zaragoza y han salido sinergias de colaboración», dijo Toñín Lizana.
Presentación del Desafío Buñuel
El mismo marco del debate sirvió como presentación del I Rally Cinematográfico Desafío Buñuel que acogerá la ciudad de Teruel entre el 30 de agosto y el 2 de septiembre.
Se pone en marcha con la Fundación Amantes y cuenta con apoyo de DGA y de «numerosas marcas privadas». Se trata de un rally cinematográfico en el que cinco equipos de filmación, más un equipo extranjero invitado que llega de México, deberán realizar un cortometraje en 48 horas.
«Se ha seleccionado uno de animación, que será muy interesante ver cómo lo hacen en dos días», dijo el organizador, Pimpi López. El desafío lleva el nombre del cineasta en otra apuesta por difundir su figura. «Hacer cualquier cosa de cine en Teruel y que no lleve el nombre de Luis Buñuel me parece un sacrilegio», reflexionó.
La cita es la más novedosa de las representadas ayer en la mesa redonda.
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