El grupo de teatro zaragozano Che y Moche llenó el Teatro Goya de Caspe este viernes con su representación “Las cuatro estaciones…ya no son lo que eran”. Una nueva versión de las Cuatro Estaciones de Vivaldi a través de un espectáculo lleno de tecnología, virtuosismo instrumental y tradición teatral, invitando al público a reflexionar sobre el cambio climático.
Teatro Che y Moche, a través de su original y peculiar forma de vivir un concierto, invitó a los presentes a ser testigos de un «verdadero huracán escénico-musical», donde todo lo inesperado e imposible se convirtió en verdadera magia e ilusión.
La volcánica y expresiva interpretación de Teresa Polyvka al violín junto con el resto de los músicos y actores, sumergieron en una personal y renovada partitura, cuyo resultado fue atrevido y brillante, mostrando al gran público una nueva forma de disfrutar de la música clásica.
«Se trata de una actuación que teníamos prevista para el mes de marzo, pero como ya todos sabemos, tuvimos que cancelar todos los eventos», explica el concejal de Cultura de Caspe, Rafael Lumbreras. «No queríamos de dejar de contar con ella así que vimos la oportunidad perfecta ahora, cuando retomamos la actividad cultural».
Nueva forma de adquirir entradas
Desde el pasado mes de septiembre, cuando abrió sus puertas de nuevo el Teatro, el Ayuntamiento de Caspe pone a disposición de los usuarios y asistentes a las actividades programadas, una plataforma digital en la que podrán adquirirse las entradas de cine, teatro y conciertos.
A través de la empresa bajoaragonesa EVENTUM, se promocionarán los eventos programados, con el fin de que aquellas personas interesadas en asistir al Teatro-Cine Goya puedan adquirir su entrada a través de su página web, al mismo precio que en la taquilla del teatro, sin comisiones.
Los usuarios, del cine y teatro, deberán mostrar su entrada a la persona encargada del control de accesos, así como su DNI. Con esta iniciativa, se pretende, además de facilitar el consumo cultural, cumplir con las medidas establecidas en la normativa COVID-19 para garantizar la seguridad y el control de accesos en los espacios escénicos y salas de cine, así como evitar la creación de largas filas de espera en las que sería más difícil, mantener la distancia social.