En 2023 todos los municipios de más de 1.000 habitantes de la provincia de Teruel cumplirán con la obligación de depurar las aguas residuales. La próxima en abordarse será la de Aguaviva que saldrá a licitación este mes.
Así lo dio a conocer el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente de la DGA, Joaquín Olona, este jueves en la visita que realizó a las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) de Mas de las Matas y Castelserás. Han sido financiadas por el Fondo de Inversiones de Teruel (FITE) y están gestionadas de forma independiente por el Instituto Aragonés del Agua (IAA), aunque a partir de octubre se explotarán de manera conjunta a través de un único contrato de servicios. Son dos infraestructuras que funcionan con sistema convencional pero de tecnología avanzada como es la del Mas donde el agua es bombeada al lecho bacteriano, y de tipo extensivo o también conocida de forma popular de filtro verde, en Castelserás. Olona celebró que el IAA haya definido las condiciones objetivas de qué modelo y cómo se tiene que aplicar en cada caso concreto para «cumplir con la sostenibilidad».
En este punto hizo hincapié la alcaldesa masina, María Ariño. «Con más de 1.200 habitantes era fundamental tener depuradora y cuidar la cuenca del Guadalope», dijo. «Estamos contentos también con la rapidez porque en 2018 se estaban adquiriendo los terrenos y en 2020 ya comenzó a funcionar», añadió.
La EDAR de Mas de las Matas trabaja con un sistema de depuración tradicional. Las aguas residuales procedentes de la localidad llegan a la depuradora a través de un colector general, siendo recogidas en un pozo de bombeo de agua bruta. De aquí las aguas son elevadas al pretratamiento, con un sistema de recogida de residuos. Las aguas pretratadas entran a un tanque, donde posteriormente son bombeadas al lecho bacteriano, equipado con un distribuidor motorizado. Las aguas de salida pueden ser bombeadas de nuevo al lecho (en todo o en parte) o pasan al sistema de decantación secundaria de donde el agua ya depurada es vertida a cauce.
Los fangos resultantes del proceso de decantación secundaria son enviados al tanque, de donde posteriormente son extraídos y conducidos hasta un depósito de regulación, previo a su impulsión al sistema de deshidratación mediante un decantador centrífugo con el que cuenta la EDAR. Los fangos deshidratados son bombeados hasta la tolva de almacenamiento de donde son retirados para su posterior valorización en el sector agrario.
La obra de esta instalación se inició en enero de 2019 y finalizó en julio de 2020. El coste total de la inversión ha sido de 1.430.325€ y fue diseñada para tratar una carga contaminante equivalente a 1733 habitantes y 650 m3/d. La carga contaminante tratada en 2021 ha sido de 1511 hab-eq y el caudal medio tratado de 263 m3/d.
Respecto a la EDAR de Castelserás, la explotación se realiza de manera conjunta con Torrecilla por medio de un contrato de servicios que comenzó el 15 de diciembre de 2020, estando prevista su explotación conjunta con varias depuradoras del Bajo Aragón (Alcañiz y otras) a partir de octubre. Desde 2018 también se han ido construyendo otras depuradoras extensivas en otras localidades de la provincia como Torrecilla o Jaulín. La planta de Aguaviva seguirá este modelo. Responde al modelo conocido como «filtro verde» y se empezó a construir en 2017 como un proyecto piloto por parte del Gobierno de Aragón. El consejero ha recordado su visita en verano del 2018, cuando las obras estaban a punto de concluir, y ha vuelto a poner de manifiesto que esta instalación es, «sin duda, una apuesta ambiental por la innovación y por métodos de depuración más sostenibles y adaptados a las necesidades de municipios de menos de 2000 habitantes».
El sistema de tratamiento «de filtro verde» que utiliza es un humedal artificial mediante un filtro de gravas de flujo vertical, con plantaciones de juncos. El agua residual atraviesa el filtro de arriba abajo y en el material filtrante se produce la oxidación de la materia orgánica. Las raíces de las plantas crean una tupida red que «cose» el material del filtro e impide que el agua abra caminos preferenciales en el filtro. El agua depurada se recoge en la parte inferior del filtro mediante una serie de tuberías drenantes.
Este sistema tiene un consumo mínimo de energía, aunque por el contrario necesita una gran superficie en comparación con las tecnologías convencionales. Su mantenimiento es barato y sencillo, pero no hay que olvidar que pasados unos 7-10 años, es necesario retirar el fango acumulado en la parte superior del filtro y reponer la capa más superficial del mismo.
Según explicaron desde el Instituto Aragonés del Agua, se trata de un sistema óptimo para pequeñas poblaciones (por debajo de 1.500 h.e.), que dispongan de terrenos más o menos llanos con superficie suficiente. Sin embargo, no se recomienda su uso donde haya una alta exigencia de eliminación de nutrientes, principalmente compuestos nitrogenados, porque este sistema no puede eliminar el nitrógeno en la medida que exige la directiva para las zonas sensibles. Salvando este inconveniente, los rendimientos en el resto de parámetros habituales de medida de la contaminación es muy elevado.
Este tipo de plantas requiere que su puesta en funcionamiento inicial se extienda al menos un par de años, dado que hay que respetar el ciclo vegetativo de las plantas.
En concreto, la planta de Castelserás fue diseñada para una carga contaminante equivalente a 1.650 habitantes y un caudal de 240 m3/d. En 2021, la carga contaminante tratada ha sido de 1317 habitantes equivalentes y el caudal medio de 120 m3/d.
12 millones y próxima convocatoria
En la visita, Olona detalló que desde 2016 la inversión en depuración en la provincia de Teruel supera los 12 millones de euros y, en los próximos días, el IAA publicará en el Boletín Oficial de Aragón una nueva convocatoria de subvenciones por valor de 2,5 millones con el objetivo de completar las necesidades de los pequeños núcleos de población. Destacó que el hecho de que la provincia cuente con el FITE, permite al ejecutivo «complementar» para lograr el objetivo.
La convocatoria se hará pública en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) en los próximos días y tendrá dos líneas:
• Línea 1.- Redacción de proyectos de mejora de la depuración de aguas residuales.
• Línea 2.– Dotación o mejora de infraestructuras de depuración de aguas residuales urbanas.
Como novedad, «y en aras de reducir la burocracia», las solicitudes se tramitarán a través de un tramitador electrónico y los municipios que se presentaron el año anterior sin resultar beneficiarios, tan solo deberán presentar nuevamente su solicitud si lo desean para la línea 1, sin que sea necesario volver a remitir la documentación que ya obra en poder del IAA.
Para la línea 2, podrán ser beneficiarios las entidades locales que presenten un proyecto aprobado de mejora de la depuración o bien sean beneficiarios de la convocatoria aprobada por la Orden AGM/171/2021, de 3 de marzo, con cargo al Fondo de Inversiones de Teruel 2020 dirigida a entidades locales para impulsar actuaciones relativas a la redacción de proyectos de mejora de la depuración de aguas residuales en la provincia de Teruel (Convocatoria FITE publicada en 2021).
Desde el IAA se prestará apoyo técnico y acompañamiento durante todo el proceso, para elegir la solución más eficiente tanto desde el punto de vista técnico, como económico y para asegurar la viabilidad de los proyectos, dado que todos ellos deben ser autorizados por el correspondiente Organismo de cuenca.
En la provincia están ejecutadas y en funcionamiento todas las depuradoras de más de 2.000 habitantes equivalentes (h.e.), y prácticamente se ha llegado también al límite de los 1.000 h.e. Las estaciones de Castellote, Mazaleón, Mas de la Matas y Calaceite, han sido financiadas en parte con fondos del FITE 2018 y 2019 y su explotación está siendo gestionada ya por el IAA. Como proyecto del FITE 2020 se encuentra en construcción la depuradora de Cantavieja y la de Aguaviva saldrá a licitación este mes de marzo y se financiará con el FITE 2021. «En toda la provincia, únicamente quedan dos actuaciones pendientes de más de 1.000 habitantes equivalentes como son las de La Iglesuela del Cid y Valdealgorfa, para las que la previsión es ejecutarlas directamente con fondos FITE 2022 y 2023 respectivamente», puntualizó.
Por debajo de este umbral de 1.000, el IAA tramitó en 2017 y 2018 sendas convocatorias de subvenciones para ir avanzando en la depuración del resto de núcleos de Aragón. Se concedieron subvenciones para la construcción de depuradoras y colectores que ya están en marcha en diez pueblos, entre ellos, Alacón, Torrecilla de Alcañiz y tres actuaciones en colectores generales en Albalate, Cella y Villastar.
En cuanto a la provincia de Zaragoza, apuntó a Nonaspe como núcleo pendiente, mientras que en Huesca, «en 2024-25 cumpliremos los compromisos».