El área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alcañiz tiene en marcha desde hace varias semanas ya la habitual campaña de poda y mantenimiento de la vegetación del casco urbano de Alcañiz, que ya ha pasado por diversos emplazamientos del centro y los ensanches de la ciudad con un importante volumen de residuo vegetal que ya está siendo convenientemente tratado. Este año, estas labores están teniendo especial incidencia en las pedanías de Valmuel y Puigmoreno.
A propuesta del Consejo de Ciudad de ambos núcleos, se han llevado a cabo trabajos preventivos, así como la restitución de cuatro ejemplares de árboles muy torcidos, en mal estado, que amenazaban asentamientos humanos. En concreto, un pino apuntaba directamente al tejado de una casa en Valmuel, mientras que la Cooperativa agrícola de Puigmoreno se ve afectada por otros tres árboles que, desde las piscinas de la pedanía, dirigen su tronco al techo de la nave.
Una situación de evidente peligro que ha sido puesta sobre la mesa por los propios vecinos en las reuniones recientes del Consejo de Ciudad, tal y como explica el concejal de Medio Ambiente, Ramón Panadés: «La acumulación de diversas inclemencias meteorológicas y la propia evolución de la vegetación han derivado en el peligro que generaban estos cuatro árboles».