El turismo ha recuperado en esta Semana Santa los números prepandemia alcanzando cifras «excelentes» de ocupación tanto en alojamientos como en hostelería. El buen tiempo acompañó a partir del Jueves Santo favoreciendo que vecinos y visitantes hayan salido a las calles para ver la extensa actividad tanto religiosa como cultural, patrimonial y de naturaleza que ofrece el Bajo Aragón Histórico con temperaturas casi veraniegas que hoy desaparecen en la mayoría del territorio.
El Bajo Aragón, Matarraña y Maestrazgo han colgado el cartel de completo y otras zonas de la Ruta del Tambor y Bombo con un perfil menos turístico también han disfrutado de unas buenas cifras de ocupación. Los turistas siguen llegando a la provincia de Teruel, por este orden, desde la Comunidad Valenciana, Cataluña, Madrid, País Vasco y la ciudad de Zaragoza aunque cada vez se detecta más la presencia de visitantes llegados de zonas más lejanas del territorio español. No obstante, las procedencias se reparten de forma muy distinta por toda la provincia, principalmente por la cercanía. Mientras que en Gúdar, Albarracín o la ciudad de Teruel son zonas con muchos clientes valencianos; el Bajo Aragón y el Matarraña son las comarcas preferidas por los catalanes y el Maestrazgo, al encontrarse a medio camino capta visitantes de las dos comunidades.
Las diferentes asociaciones empresariales del sector se reunirán en los próximos días para intercambiar impresiones y cerrar cifras concretas. No obstante, con los primeros datos desde la Asociación Teruel Empresarios Turísticos cifran en un 90-95% la ocupación media en la provincia teniendo en cuenta que en zonas como el Bajo Aragón, Matarraña o Albarracín han estado completos y en otras menos turísticas la ocupación ha sido menor. «El tiempo ha acompañado y por eso no hemos tenido cancelaciones que han dejado habitaciones libres a última hora en hostelería. En restauración también se ha trabajado mucho con los restaurantes ofreciendo un doble turno. Aunque aún no tenemos datos podemos hablar de una Semana Santa exitosa a niveles de 2019», afirma Roche Murciano, presidente de Teruel Empresarios Turísticos.
El principal cambio de tendencia es que se ha disminuido en un día las reservas en hoteles y hostales, previsiblemente a causa de la pérdida de poder adquisitivo por la inflación. Antes se reservaba para tres o cuatro noches y este año las pernoctaciones se han quedado en dos o tres. «Se nota que la gente tiene ganas de salir y lo hace pero recortando las noches para no gastar más de la cuenta», precisa Murciano. Un cambio que se ha notado en hoteles y hostales pero no en casas rurales y apartamentos, en los que se han mantenido las pernoctaciones para tres o cuatro días en Semana Santa.
En el análisis por comarcas, los socios de la asociación Turismo Bajo Aragón se muestran «muy satisfechos» a falta de sentarse a realizar un balance detallado de la Pascua. Su gerente, Nieves Ballestero, destaca que han notado un comportamiento muy dispar entre sus clientes. Mientras que algunos ya han hecho su reserva para 2023 siendo previsores a pesar de que la Semana Santa son unos días en los que siempre se está muy pendiente del tiempo, otros se han esperado este año hasta última hora hasta prácticamente el mismo Jueves Santo. «Las reservas en el ultimísimo momento nos han permitido llenar todas las plazas ya que entre los socios vamos hablando para derivarnos clientes y así lograr el 100% de ocupación», especifica Ballestero.
La Oficina de Turismo de Alcañiz ha recibido 2.579 visitas en diez días, una cifra que no alcanza los datos de 2019 (3.258) pero que supera los de 2018 (2.454). Sí que se ha producido aumento en las jornadas previas a los días grandes. El lunes, martes y miércoles hubo 582 consultas frente a las 431 de 2019.

El Matarraña también ha colgado el cartel de completo con clientes que, como mínimo, han pernoctado tres noches, las del jueves, viernes y sábado. «Estamos muy contentos porque se han cumplido las previsiones, siempre hay cancelaciones de última hora pero las hemos llenado. Ahora esperamos conseguir desestacionalizar el turismo y que los clientes también vengan fuera de los puentes festivos», apunta Marta Ferrás, presidenta de la Asociación de Empresarios del Matarraña.
La otra comarca bajoaragonesa que ha estado al 100% es el Maestrazgo, donde destacan que el buen tiempo les ha respetado y les ha permitido recuperar los datos de 2019, la última Semana Santa prepandemia. La presidenta de los Empresarios Turísticos del Maestrazgo, Pilar Beltrán, explica que el principal cambio es que los clientes de los restaurantes se han acostumbrado a reservar, un hábito que se adoptó cuando había restricción de aforos y que se ha mantenido.