La Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, reclama al ejecutivo autonómico que mejore la investigación de los ataques de lobo e innove en las técnicas que emplea para determinar el origen de las muertes de los rebaños de ovejas. Consideran que no se puede dictaminar si el causante de un ataque es el lobo basándose solo en la mordida y en la localización de la misma en el cuerpo de las ovejas.
Para el sindicato agrario mayoritario en Aragón, la experiencia de estos siete años sufriendo ataques de este carnívoro debería haber servido para que el Gobierno de Aragón cambiase y mejorase sus protocolos. Sin embargo, siguen siendo los mismos ahora que el lobo se ha ido extendiendo al Bajo Aragón, la Jacetania, y las altas Cinco Villas que cuando en abril de 2017 comenzaron los ataques a rebaños de ovino en los Monegros.
Durante todo este tiempo, en el Centro de Recuperación de La Alfranca se han realizado las necropsias para estudiar la muerte de las ovejas o corderos y determinar si el atacante había sido el lobo o un perro asilvestrado. «Las huellas, los excrementos, el pelo y también las imágenes tomadas en los lugares donde se han producido esos ataques indican claramente que el asentamiento del lobo en Aragón es una realidad», destaca UAGA.
En el caso del último ataque, sufrido por un ganadero de Orés (Cinco Villas) el 3 de junio, la necropsia dio como resultado que el autor fue un perro. Sin embargo, UAGA considera que, aunque este suceso no se ajuste totalmente al patrón de ataque de un lobo adulto sí que se aproxima mucho y, por tanto, cabe la sospecha de que pueda tratarse de un ejemplar joven con poca experiencia sacrificando animales. Un ganadero de la zona ya alertó en abril de la presencia de un lobo e incluso pudo tomar imágenes.