Los vecinos de las comarcas de Andorra-Sierra de Arcos y Cuencas Mineras han sufrido el temporal Gloria de forma muy directa. La nieve, que no paró de caer hasta el martes por la noche, dejó espesores de más de un metro en los pueblos más altos y provocó cortes de luz y telefonía en todos los municipios. Este jueves a última hora, se desalojó a una familia de Oliete de la zona de La Rocha. «Ha habido una buena nevada pero lo grave ha sido la luz, que hemos estado más de dos días, y cómo ha quedado La Rocha», recalcó el alcalde, Rogelio Villanueva. Y es que en el peñasco de La Rocha ha apareció una gran grieta que incrementa más todavía su riesgo de derrumbe. Los bomberos intervinieron balizando la zona y desalojaron a una familia que reside encima del peñasco. Aunque en los últimos años se ha actuado en este montículo, no se ha llegado a consolidar de forma definitiva. «Va habiendo desprendimientos y hace falta una actuación integral que el Ayuntamiento no puede asumir», recalcó el primer edil.
En la Villa Minera, que activaron ya el domingo el plan de emergencia, han caído más de 200 litros de agua. Los medios del Ayuntamiento trabajan a destajo desde el lunes para limpiar las calles y asistir las urgencias. Ayer retiraban con camiones la nieve acumulada del las calles del casco urbano, para evitar filtraciones masivas en el alcantarillado. A la maquinaria del ayuntamiento se sumó maquinaria pesada de varias empresas de la localidad y una motoniveladora de Samca, que ya durmió el domingo en Andorra ante la previsión del temporal.
En cuanto a las carreteras, la que une la N-232 con la localidad estuvo cerrada al tráfico hasta el martes por la tarde, que fue cuando los 16 camioneros que habían sido rescatados el lunes, pudieron salir de la localidad. El martes se suspendió la actividad industrial y muchos comercios cerraron sus puertas. El miércoles, las afecciones más graves las sufrió la línea telefónica y prácticamente todo el pueblo estuvo incomunicado, sin teléfono y sin internet.
Los colegios, la guardería y el instituto estuvieron cerrados hasta ayer, cuando se reanudaron las clases con normalidad.
El alcalde, Antonio Amador, reconoció ayer que ha sido «muy complicado» pero se mostró muy satisfecho con los vecinos de la localidad. Agradeció la labor de la Brigada Municipal, cuyos trabajadores, después de sus turnos, colaboraban voluntariamente con los trabajos. «Hemos intentando coordinar todo de la mejor forma posible y pedir paciencia a los andorranos. Hemos escoltado a los servicios sanitarios hasta las viviendas de personas mayores y abierto el paso para diferentes traslados al Hospital de Alcañiz. También hemos tratado de tener a todo el mundo informado», destacó Amador. El Ayuntamiento comenzó ayer a contabilizar los daños, tanto municipales como particulares.
En el resto de la comarca, el temporal también ha complicado la vida a todos los vecinos. Ariño y Oliete estuvieron sin luz hasta ayer. En Ariño no se han registrado daños graves, al menos por el momento, en edificios ni naves. «Estábamos preocupados, sobre todo, por la residencia de ancianos. Pero la cocina funciona con gas y la temperatura no llegó a bajar demasiado, por lo que no ha habido problemas graves», señaló ayer el alcalde, Joaquín Noé, que sí que especificó que a dos personas mayores hubo que facilitarles bombonas de oxígeno en su vivienda. La luz empezó a llegar a Ariño el miércoles por la noche y ayer por la tarde el suministro ya había llegado a todo el pueblo. «Tampoco ha habido problemas con el agua porque, aunque para el bombeo hace falta eletricidad, teníamos en los depósitos. Además, uno de ellos baja por decantación», puntualizó.
En Estercuel, estos días ha habido más casas abiertas que cualquier semana de invierno. Los que acudieron a pasar el fin de semana de La Encamisada no pudieron marcharse a sus casas hasta el miércoles por la imposibilidad de circular ante la excesiva acumulación de nieve. Aunque se registraron cortes de luz, no fueron prolongados. En todos los pueblos han comenzado a evaluar daños.
Cuencas Mineras denuncia el «abandono»
En la comarca Cuencas Mineras la nevada ha sido histórica y ha alcanzado el metro de altura. La comarca entera quedó tres días aislada ya que hasta el martes estuvo cortada la carretera que une Utrillas con Teruel. De hecho, para realizar tres traslados en ambulancia desde Utrillas, hubo que salir por Bañón a la autovía mudéjar.
«Las instituciones nos han abandonado. Aquí no ha habido quitanieves ni de la diputación ni de la DGA ni de nadie. Todo se ha hecho con la brigada municipal y voluntarios», destacó el alcalde de Utrillas, Joaquín Moreno, que recurrió también a empresas de maquinaria pesada de la zona para apoyar los trabajos de limpieza. El temporal echó abajo en Utrillas siete farolas y cuatro árboles. Además ha habido daños graves en varios tejados y siguen cayendo tejas a las aceras. «Hemos cerrado más de 300 metros de calles al paso de viandantes por el peligro», continuó Moreno, con quien fue imposible contactar en todo el miércoles por la caída de la cobertura en la zona.
Desde Utrillas también se abrió paso a pedanías como Las Parras de Martín, que llevaba tres días incomunicada. «No ha habido ningún tipo de previsión. Nosotros hemos gastado 5 toneladas de sal y al pedir más, me dicen que no queda», denunció Moreno.
Los cortes de luz se sucedieron en toda la comarca de Cuencas Mineras y el más grave fue el del embalse de las Parras. Este jueves seguía sin funcionar el bombeo que dota de suministro a todo el polígono de Utrillas. «Estamos llevando agua de la localidad al polígono para garantizar la actividad», concluye el primer edil.