Los farmacéuticos de Aragón rindieron un homenaje al samperino Francisco Loscos Bernal (1823-1886) -máxima figura de la botánica en la Comunidad- el pasado martes en el Museo de Ciencias Naturales de la Universidad de Zaragoza (MCNUZ), con motivo del bicentenario de su nacimiento. La conmemoración fue organizada por la Academia de Farmacia del Reino de Aragón y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Aragón, junto a la familia de Loscos, y en colaboración con el MCNUZ.
El acto estuvo presidido por el consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero Flores; la vicerrectora de Cultura y Proyección Social de la Universidad de Zaragoza, Yolanda Polo Redondo; la rectora de la Universidad San Jorge, Berta Sáez Gutiérrez; y la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García Fuentes. Además, contó entre los invitados con el alcalde de Chiprana, Javier Nicolás; la alcaldesa de Castelserás, Pilar Arellano; y el teniente de alcalde de Samper de Calanda, Fidel Falo.
El consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, recordó a Francisco Loscos como «un hombre que estaba convencido de lo que tenía que hacer y que lo logró gracias a su perseverancia». «El tiempo le dio la razón. Botánicos franceses y alemanes comenzaron a escribirle para pedirle muestras de la fascinante flora aragonesa hasta que convirtió a la localidad de Castelserás en un punto de interés botánico para las ciencias europeas», explicó. Además, quiso elogiar otra de sus virtudes, la «apuesta por el trabajo en equipo». «Su escuela constituyó un antecedente aragonés en el trabajo científico en equipo. En el campo que me toca trabajar, el de la sanidad, es un ejemplo a seguir», subrayó.
Por su parte, la vicerrectora de Cultura y Proyección Social de la Universidad de Zaragoza, Yolanda Polo, recordó que «desde hace un tiempo están reivindicando determinadas figuras aragonesas ilustres y, sobre todo, vinculadas al museo», y que, por eso mismo, «estaban encantados de organizar un acto en la universidad con la figura tan importante de Francisco Loscos».
La rectora de la Universidad San Jorge, Berta Sáez Gutiérrez, agradeció la invitación y reivindicó que «necesitamos más homenajes como este». «Muchas veces los científicos vivimos a toda velocidad, de avance en avance, con la mirada puesta en el futuro de la sociedad. Sin embargo, también hay que pararse a mirar hacia atrás, porque es la herencia que recibimos, como la de Loscos, la que nos permite seguir escalando las montañas del conocimiento», reflexionó.
Por último, la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García Fuentes, recalcó como «la vida y obra de Loscos dejaron una huella imborrable en la historia de la farmacia y botánica aragonesa». «Sus contribuciones fueron excepcionales a nuestra profesión», reiteró, al mismo tiempo que destacó que Loscos «mejor que nadie representa la simbiosis entre la botánica y la farmacia» y que es un «faro» para las generaciones futuras de farmacéuticos.
Ponencias de académicos
El evento contó con la intervención de académicos como Jesús Catalán (farmacéutico de Luna), Luis Villar (investigador del CSIC del Instituto Pirenaico de Ecología de Jaca), y Alejandro Abadía (académico de la Real Academia Hispana de Historia Postal), que a través de varias ponencias navegaron a través de la vida y obra de Francisco Loscos. También se expuso un vídeo conmemorativo de su trayectoria.
Las más de dos horas de homenaje pudieron seguirse también de forma online a través del canal de YouTube del Museo de Ciencias Naturales.
Un samperino que sigue siendo la máxima figura de la botánica
Francisco Loscos nació en Samper de Calanda (Teruel) en 1823, licenciándose en Farmacia por la Universidad Central de Madrid en 1845. Ejerció como farmacéutico rural en Chiprana (Zaragoza) y en Calaceite, Peñarroya y Castelserás (Teruel), desde donde consiguió proyectar su obra a las universidades más prestigiosas de Europa recibiendo durante el proceso numerosos elogios y valoraciones. En 1853 se estableció de manera definitiva en la localidad del Bajo Aragón, donde vivió hasta su muerte.
Loscos también participó activamente en el proyecto, promovido por el Colegio de Farmacéuticos de Madrid, de editar una Flora farmacéutica española. Para tal fin remitió, en el verano de 1858, un catálogo de la flora de Castelserás en colaboración con José Pardo Sastrón, botánico farmacéutico de diversos pueblos del Bajo Aragón.
Su obra escrita comprende ‘Series inconfecta plantarum indigenarum Aragonie’, editada en 1863 en Dresde (Alemania); la ‘Serie imperfecta de Plantas Aragonesas espontáneas’, donde se recogen 2.624 especies de plantas aragonesas; y numerosos artículos en revistas profesionales. Su obra compilatoria de las anteriores resulta un catálogo imprescindible para consultar la flora autóctona aragonesa con aplicación farmacéutica.
Como especialista en su campo de estudio, Francisco Loscos aglutinó a un amplio grupo de botánicos considerados «la Escuela de Loscos», el cual se perpetuó tras su fallecimiento en una epidemia de cólera en 1886.
En la actualidad representa la figura máxima de la botánica aragonesa, y gracias a sus estudios se describieron también numerosas especies de plantas de Aragón como Erodium aragonense o Reseda aragonensis.