El Ayuntamiento de Valderrobres solicitará a la comisión provincial de Urbanismo la retirada y desclasificación del Plan General de Ordenación Urbana -PGOU- de los terrenos contiguos al castillo, en la zona alta del casco histórico. Se trata de unos terrenos, actualmente incluidos en el PGOU, ubicados en la zona más noroccidental del casco histórico, a unos 150 metros de distancia del castillo y sobre los cuales se presentó a finales de 2020 un proyecto de construcción de una urbanización que provocó controversia y polémica en la capital del Matarraña.
Por todo ello el Ayuntamiento aprobó el jueves por unanimidad de todas las fuerzas políticas, en un pleno extraordinario, rechazar el proyecto de urbanización de la denominada parcela SR-9 y modificar el Plan General para que no se pueda edificar en la citada zona. El consistorio reconoció que la inclusión en su día de esa parcela en el Plan fue «un error» y argumentó que edificar en esa zona supondría una «grave afectación» al conjunto arquitectónico conformado por la iglesia y el castillo. El consistorio encargó hace varios meses sendos informes paisajísticos, legales y de impacto ambiental que concluyeron que construir en la citada parcela SR-9 supondría una «elevada afección visual» al conjunto histórico.
Asimismo, desde el ayuntamiento añadieron que el consistorio tiene potestad para tomar esta decisión dado que se ha superado el plazo máximo que establece el PGOU para actuar en la zona que es de 8 años. «Sabemos que si por algo se conoce a nuestro municipio es por nuestro conjunto histórico que se ha preservado durante siglos. Así que hemos entendido todos los grupos, por unanimidad, que el Plan General contiene un error grave y que tenemos que subsanarlo», manifestó Carlos Boné, alcalde de Valderrobres. A ello se suma que Patrimonio podría ampliar la protección del Conjunto Histórico-Artístico a ese sector del municipio.
Cabe recordar que la Asociación Repavalde manifestó a finales del pasado año su malestar ante esta propuesta de urbanización y denunció que ello supondría un «atentado» contra el casco histórico valderrobrense. Por ello, tras la decisión del consistorio en pleno, confiaron en que Urbanismo y Patrimonio materialicen esta petición. «Estamos satisfechos por esta decisión del consistorio. No creemos que salgamos ganando nosotros si no todo el pueblo y las generaciones que vendrán detrás que verán que hemos sido capaces de mantener nuestro patrimonio», explicó Antonio Segura, presidente de Repavalde.
Pues no sé quieres que te diga.
Cuando una comunidad resoluta se toma en contra de un proyecto semejante puede resultar casi imposible que se lleve a cabo. Lo he visto en Inglaterra. Cuando la gente se organiza e imposibilita la llegada de materiales y maquinaria, a sabotear sutilmente el proyecto a cualquier momento, bloqueando accesos, invadiendo la obra para paralizar el trabajo etc., antes o después las pérdidas empiezan a subir y el proyecto fracasa. En cuanto se abandone esta locura, mejor para todos.
Robin,
Hemos tenido en España muchas experiencias como la que usted cita. Le recuerdo los problemas que se sufrieron con la construcción de la Autovía de Leizaran. Pero finalmente se construyó. Hoy muchos de mis amigos guipuzcoanos opinan que de no haberse hecho, hubiera sido un desastre monumental.
Los métodos que usted cita para hacer fracasar un proyecto, son los que jalean los que siempre se oponen. Pero no olvidemos que estas cosas más pronto o más tarde, tienen consecuencias. Esperemos que se hagan las cosas bien.
Si voy a trabajar y me lo impiden no tendría frío el pájaro.
¿Te imaginas que una reacción como la que comentas hubiera boicoteado tu proyecto cuando lo montaste?
El listo que incluyó esa parcela en el planeamiento como urbanizable que pague el desaguisado. Habría que ver si fue un «error» o hubo algo más.
👍.
Lo mismo tendría que pasar con aquellos que construyeron polígonos industriales, y nunca se han usado, como siempre a pagar los vecinos las obras FARAONICAS.
Es correcto proteger el valor cultural, patrimonial, histórico, y arquitectónico de un lugar mágico como Valderrobles, su estructura y su castillo, publicados en casi todos los libros de arquitectura, y defender los valores estéticos y visuales de estos símbolos antiguos reconocidos de España, famosos en medio mundo.
Valderrobles debe ser el buen ejemplo a seguir por otros pueblos de Teruel de valor turístico histórico, como Beceite, Calaceite, La Fresneda.
Por desgracia este respeto se ignora totalmente en Alcañiz, donde se destruyen inmuebles antiguos del casco histórico, derribando casas arbitrariamente ,ilegalmente, sin control, y sin razón, con una barbarie despiadada, sin permiso de los legales propietarios, en muchos casos, con el pretexto de un Plan General, interpretado de manera absurda, interesada, clientelista, y desquiciada, despreciando una identidad de arquitectura popular rural, característica del Bajo Aragón.
No se respetan tampoco los derechos de la propiedad privada, el código civil, el código penal, la Constitución, los Derechos Humanos, y las directrices de la Unión Europea, que obligan a proteger, conservar y restaurar, los inmuebles de los centros históricos, y hacer calles peatonales.
Hay que recordar que la corrupción urbanística es una de las peores formas de agresión a los bienes y derechos de todos los ciudadanos, en su forma moral y material.
Sería ideal que Alcañiz pudiera ser incluida en circuitos turísticos de monumentos históricos, como los pueblos mas bonitos de España. Pero lo que se hace es muy feo. Solo hay que ir a ver lo que ha pasado en los Almudines, y los intentos que ha habido en los alrededores.
Se niegan a informar de cuales son exactamente las zonas afectadas, y no respetan los bienes históricos de gran valor. Esta improvisación arbitraria, y partidista, supone un peligro para la integridad del Centro Histórico, y sus habitantes. Aparte del abandono y la inseguridad.