La principal infraestructura viaria en obras en el Bajo Aragón Histórico, la variante de Alcorisa, ya ha se ha ejecutado en más del 55%. La fecha prevista para su puesta en servicio es el mes de septiembre de este año.
El ritmo de los trabajos es elevado y según fuentes del Ministerio de Transportes actualmente se está trabajando en la terminación del movimiento de tierras y de las capas de explanada, en la construcción del viaducto del Guadalopillo, en los enlaces, el drenaje transversal y longitudinal y en la reposición de servicios.
La variante pondrá fin al problema de seguridad vial en la actual travesía de Alcorisa, una de las más peligrosas del territorio; y evitará que 3.261 vehículos crucen cada día la localidad. El visto bueno para proyectar el nuevo tramo se remonta a 1983.
La constructora andaluza Azvi ejecuta el proyecto, financiado por el Ministerio de Fomento con 32,1 millones de euros (una baja del 18%). Se actúa sobre un tramo de 6,8 kilómetros desde los puntos kilométricos 208.400 al 214.500 de la N-420. Se construye, dirección Teruel, dejando la localidad a la izquierda. De la nacional pasa cerca del campo de fútbol, la base de la helitransportada, la val de San Juan, la partida del Lecinar para enlazar de nuevo con la nacional N-420.
Se optó por este tramo para minimizar afecciones y ocupaciones de vía, agilizar el tráfico, cumplir la normativa y dar una respuesta y continuidad al movimiento de personas, conectando la zona de forma más eficiente. Alrededor de 450 fincas se encuentran afectadas por las expropiaciones.
En cuanto a las características de la nueva vía, esta será una calzada única y con doble sentido de circulación. Además, a lo largo del nuevo trazado habrá dos enlaces completos (uno al oeste en el kilómetro 0,5 y otro central en el 4,9) y un semienlace (al este, en el kilómetro 6,3). Asimismo, dentro del proyecto se contempla la construcción de 13 estructuras: tres viaductos, tres pasos superiores y tres pasos inferiores.