En cualquier acto durante los festejos patronales nunca puede faltar la animación de una
buena charanga.
Numerosos hitos, como «El pincho de tortilla», «Amarillo limón», «El tractor amarillo», o «La cucaracha» entre otros, no sonarán este año, pero sí el próximo con más fuerza y ganas si la situación sanitaria lo permite.
Formas de adaptarse al covid
Pese a no poder actuar como desearían en las fiestas patronales tanto de Alcañiz como de las localidades vecinas, las charangas no han dejado sus instrumentos de viento y percusión quietos.
Han seguido ensayando durante el confinamiento desde sus casas. Actualmente intentan
reunirse los fines de semana durante varias horas en huertas o masicos siempre respetando la
distancia de seguridad y el número de integrantes que puedan estar juntos. Es decir. un máximo de 10 personas.
Cabe destacar que durante estos reencuentros han pensado en cómo innovar en sus exhibiciones musicales adaptándose a la situación actual.
Es el caso de la charanga «A Todo Ritmo», quienes han preparado un espectáculo de escenario que, aunque no tenga tanta animación como es habitual, tiene unas coreografías más elaboradas y que harán disfrutar igualmente a los asistentes. «Teníamos muchas ganas de tocar y sabíamos que no iba a ser un verano igual. Por ello nos pusimos a preparar algo diferente. Esta nueva idea lleva mucho trabajo detrás», afirma Ian Ferrando, miembro de esta charanga.
Por el momento se estrenaron el pasado mes de agosto en la localidad zaragozana de Fabara, y reconocen que fue todo un éxito.
Otra de las ideas que tuvieron durante el confinamiento fue el de grabarse cada uno desde su
hogar tocando su parte de una canción y que más tarde juntaron para crear un vídeo completo que está subido a sus redes sociales.
Esperan el próximo año con ilusión
Las charangas alcañizanas tenían sus agendas durante los meses de julio y agosto al completo. Ya no sólo de festejos patronales, sino también de otros tipos de actos, como son las romerías, despedidas de solteros, carnavales, etc.
«Es una lástima. Personalmente, ahora tenemos más tiempo libre pero echamos de menos
tocar. Para el charanguero, esta situación es horrible porque no podemos hacer nada como antes», admite Jorge Vílchez, integrante de «Los Sonaos».
Rubén Comas, de la charanga «Los Negaos» también afirma que pensaban que «con el fin de la
cuarentena podría hacerse algún pequeño acto».
Los miembros de estas tres charangas coinciden en que es un hobbie con el que disfrutan
mucho, y que se están tomando este verano como un año de descanso para que sus trompetas,
saxofones, trombones y bombos, entre otros muchos instrumentos, vuelvan a sonar el próximo verano con más fuerza y ganas de fiesta que nunca.
El Gato Negro dice
Y los Semoleros?