Para embalsar habría que esperar a que terminen las obras en el verano de 2021
Una riada natural o forzada de agua limpia que baje por todo el curso del río Guadalope. Esta es la principal opción que baraja ACUAES, la Sociedad Estatal Aguas de las Cuencas de España, promotora de la obra de Santolea, para limpiar el río Guadalope de las toneladas de lodo que corren por sus aguas debido al desembalse de la presa. Una propuesta que puede limpiar el río si se realiza correctamente aunque para ello sea necesario esperar a que terminen las obras de recrecimiento, en el verano de 2021.
Aún no existe ningún anuncio oficial por parte de ACUAES pero la riada es la «solución» que más fuerza ha cobrado en el seno de la sociedad pública para limpiar el río. Entienden que con agua limpia se recuperaría el cauce de la gran cantidad de lodo acumulado.
Esta es una solución a posteriori. Ahora lo urgente es evitar la salida de más lodo. En este aspecto, descartan la posibilidad de no desembalsar al completo la presa de forma que se evite que llegue más lodo al río pero sin impedir las obras. Aseguran que el fondo ya está colmatado llegando a una altura en la que no podrían trabajar.
Con cuidado para no colmatar Calanda
Si finalmente se confirma que se apuesta por la riada, habría que esperar para limpiar el Guadalope a que terminaran las obras para poder llenar el pantano de agua. Puede tratarse de una solución efectiva pero siempre y cuando se realice con precaución ya que conlleva una serie de riesgos.
En el caso de que fuera provocada, es una práctica habitual en algunos lugares para limpiar cauces regulados pero que conllevaría una serie de precauciones. Primero, se debería llevar a cabo una vez terminadas las obras. Cuando el nuevo embalse tenga capacidad suficiente para albergar agua y, en consecuencia, que la presa que se encuentra ahora vacía contenga una lámina importante de agua para que no arrastre lodos al abrir las compuertas.
El azud de Abenfigo se encuentra colmatado por lo que el agua sale con lodos hacia las acequias
El problema radica en que con una riada no será suficiente. En el azud de Abenfigo y Santolea existen zonas bastante abruptas con pozas muy grandes que están totalmente colmatadas de barro. Con una riada esos lodos se verán transportados al embalse de Calanda de forma masiva. En consecuencia, este pantano también debería desembalsar. Sería necesario hacer coincidir ambas riadas de forma simultánea para que Calanda no se colmate de lodo y siempre de forma compartida. Es decir, que parte del agua que salga sea de fondo y parte por turbina hidroeléctrica (tomada a mitad del embalse). De esta forma, la concentración de lodos en el volumen de agua sería homogénea y no habría una gran cantidad de sedimentos, que es lo que ocurriría si de repente se abre sin más compuerta de fondo y se suelta toda la bocanada de lodo que está acumulada en la base.
En el embalse de Santolea se aprecia como el río va erosionando los lodos (acumulados desde la construcción hace 90 años) y los transporta aguas abajo
Ríos con Vida pide actuar «ya»
La riada es una opción que en principio ven con buenos ojos desde AEMS-Ríos con Vida, la asociación que denunció públicamente y ante la Fiscalía los vertidos; siempre que se realice «con cuidado».
No obstante, como aún habría que esperar al fin de las obras, abogan porque se tomen medidas para evitar la salida de más lodos. Apuestan por la construcción «urgente» de dos o tres balsas más de decantación seguidas a la única que se construyó a los pies de la prensa para frenar al máximo los lodos e intentar no soltar prácticamente agua del embalse nuevo para que transcurra un caudal muy constante por el seco para que no erosione más las orillas
A ello se sumaría, en un par de meses, otra medida. «Ya entrada la primavera, cuando comience a producirse demanda de riego proponemos que se pase el agua por una tubería prefabricada que vaya por el lecho del embalse seco desde la presa de arriba a la vacía y que desemboque en la misma compuerta de fondo. De esta forma, el agua pasaría por la tubería y sin tocar barro por lo que saldría limpia», afirma el calandino Javier Villanueva, portavoz de AEMS-Ríos con Vida.