Distintas catas han sacado a la luz interesantes datos con los que se deberá contar en el plan director
Los vecinos fueron los primeros en conocer algunos detalles de su monumento hace apenas un mes. Lo que iba a ser una charla sobre las excavaciones en el castillo y sus inmediaciones se convirtieron en el Ciclo de Conferencias en torno a la Edad Media. Se habló de historia, de los iberos, el aceite o yacimientos del Parque Cultural, entre otras cosas. Estuvieron organizadas por el Aula de Educación de Adultos y la Concejalía de Cultura y sirvieron para inaugurar el Espacio Cultural Alfonso Zapater.
Algunas sesiones contaron con más de 90 personas. «La Arqueología es investigación pero debe tener difusión, que los vecinos tengan conciencia de su propia historia y parece que a la gente le interesó», valoró el director del Aula, Santiago Martínez. La última se centró en varias excavaciones que dirigió el arqueólogo Eduardo Diez de Pinos quien además participó en el plan director. En 2017 se intervino en dos fases en el castillo.
Una de ellas fue en abril para el saneamiento de la calle de acceso. Al tratarse de un BIC hubo que hacer un seguimiento arqueológico en el que se dio con los restos de una persona. Las espuelas y la espada lo sitúan como caballero y que estuviera enterrado extramuros y en un ataúd de madera relleno de yeso, que su muerte podría haber sido producto de la peste. En la actualidad se encuentra en el Museo de Teruel.
«Fue el hallazgo más sorprendente pero lo importante es que cerca de la plaza de toros, que se construyó en 1921, encontramos material islámico, cristiano y algún fragmento de cerámica romana», reflexionó Diez de Pinos. Todo esto, y que se hallara también una balsa de decantación de arcillas, apunta a que queda bastante del castillo islámico. Con estos mimbres, a través del plan director se decidió realizar cuatro sondeos dispersos.
«Queda mucho por averiguar porque en el aspecto arqueológico no se sabía mucho del castillo», dijo.
En algunas zonas, como en una de las torres, se encontraron estratos de suelo con materiales de distintas épocas. «El sentido de un plan así es tratar de investigar el bien, recuperarlo y darle un sentido y una utilidad. El castillo da sentido a Albalate e incluso al Parque Cultural del Río Martín salpicado de yacimientos de distintas épocas», concluyó el arqueólogo.