Los vecinos de Alcaine serán los primeros en ver el resultado de los talleres ‘Un río de historias’ en los que han participado este verano. Es una iniciativa de Ad Hoc Gestión Cultural a través de fondos Next Generation gestionados por el Gobierno de Aragón. El objetivo es poner en común el imaginario colectivo de los pueblos que componen el Parque Cultural del Río Martín.
Para el arranque de esta iniciativa se seleccionó un pueblo de cada comarca que implica el Parque. Se ha desarrollado en tres: Alcaine, Alacón y Albalate del Arzobispo. En dos sesiones en los tres pueblos explicaron sus vivencias, recuerdos y todo lo que les evoca su pueblo. Ahí entra la tradición oral y también la sonora, además de paisajes, rincones o monumentos que consideran imprescindibles. El resultado es doble: por un lado, un mural cerámico y por otro, una pieza sonora.
El lunes por San Agustín a las 13.00 se descubrirá el mural de Alcaine en un acto popular. La escultura en barro se instalará junto al ayuntamiento y sale de las manos de los vecinos y visitantes que en verano multiplican de una manera considerable el número de habitantes. De hecho, los del Alcaine fueron los talleres más participativos con sesiones en torno al medio centenar. Los siguientes pueblos en conocer el resultado serán Albalate en sus fiestas del 24 de septiembre, y también en el mismo mes pero a finales, Alacón, por San Miguel.
Desde la organización hacen un balance «muy positivo» tanto por la acogida como por las aportaciones de los participantes de los tres pueblos. Las sesiones fueron guiadas por una ilustradora y una escultora, artistas especialistas en cada disciplina del proyecto. El último pueblo en acoger el taller fue Albalate esta semana. Las personas participantes incluyeron como elementos que deben estar en el mural, el Castillo, las lastras de la necrópolis de San José, la ruta de los Estrechos, el rincón del Gorgo de Valdoria, las pinturas rupestres, el santuario de Arcos y también la Ruta del Tambor y el Bombo.
Pieza sonora
El artista sonoro y percusionista Luis Azcona se ha dedicado a grabar los sonidos de cada pueblo como campanas, voces de la gente en la plaza o sonidos de la naturaleza. También instrumentales, como jotas, canciones populares o los que salen de las dulzainas que en pueblos como Alcaine hizo sonar Cipriano Gil. Cada mural estará dotado de un código QR que enlazará con la pieza sonora a través de un dispositivo móvil. Se podrá escuchar con calma y detalle de unos auriculares mientras se disfruta de un paseo por el entorno que se ha capturado.