Todas las noches a las ocho se van uniendo más manos al aplauso. Un aplauso que se ha ido extendiendo y que, además de a los sanitarios, se dedica a todas aquellas personas que realizan su trabajo en estos días facilitando que el resto pueda -y deba- quedarse en sus casas. Esos minutos de salir al balcón son los de ver al vecino y socializar un poco después de todo el día de enclaustramiento. En algunos municipios, las músicas y aplausos van por zonas por gentileza de vecinos que aportan sus altavoces al máximo volumen. En otros, en los de menor tamaño y sobre todo que disponen de sistema de altavoces para el pregón por todas las calles, la música sale de ahí. Es la señal para abrir los pestillos y empezar a batir palmas acompañados de «olés», «bravos» y lo que surja.
Alcaldes y alcaldesas aprovechan ese momento de las 20.00 para dirigir algunas palabras a su gente. «Hoy se dedican también al sector veterinario», explica María Ariño. Eso fue el martes y lo hizo porque alguien lo propuso. La alcaldesa de Mas de las Matas, ese día también lanzó un mensaje con las últimas novedades. «De parte del centro de salud, nos hacen saber que a día de hoy, estamos todos sanos, que sigamos haciendo las cosas bien», añade. La llamada y la comunicación entre el Consistorio y el centro de salud es diaria y constante. Es, además, el centro que coordina a buena parte de consultorios y centros médicos de alrededor. Uno de ellos, el de Aguaviva, otra población donde a las ocho de la tarde se repiten los mensajes de ánimo mientras suena «Resistiré». «Es el momento del vecindario de desahogarse un poco y creo que nos viene bien a todos», dice el alcalde, Aitor Clemente. Al igual que en el Mas, Aguaviva tiene residencia de mayores y ambos ediles comparten su inquietud porque todo salga bien. «Desinfectamos el pueblo desde hace días y varias veces con especial hincapié en las zonas sensibles y una es la residencia», dijo Ariño. «Está todos bien y el personal, también, cuidándolos con mucho cariño», tranquilizan ambos.
En estos días extraños, los representantes municipales siguen con su labor y más intensamente si cabe. «Ha habido un profundo cambio de actitud respecto a la primera semana pero queda un 1% de la población que no hace caso», cuenta el alcalde de Alcañiz, Ignacio Urquizu. En este final de las dos semanas de estado de alarma, se endurecen las restricciones en movilidad. Puntualmente se recuerdan normas y se informa también desde Andorra, la segunda localidad en población. «La gente se desvive por ofrecerse en cada llamamiento que hacemos», dice el alcalde, Antonio Amador. «La ola solidaria es impresionante», apoya Urquizu.
Los representantes municipales siguen disponibles para todo y para todos a través del teléfono y de todas las vías tecnológicas disponibles. De hecho, en estos tiempos de estado de alarma, sus teléfonos «echan humo». Pendientes de todo, también de animar a su gente proponiendo mil juegos en redes sociales y los bandos. Y pendientes, desde luego, de tratar de garantizar la protección. «Desde casi el principio comenzamos a desinfectar calles con agricultores que se ofrecieron y el teléfono del Ayuntamiento está disponible para quien necesite ayuda», explica el alcalde de Urrea, Joaquín Lafaja. Si el domingo Caspe sacó la Veracruz, en Urrea se ha abierto la capilla de San Roque, el patrón del pueblo relacionado con la protección ante las pestes. En La Puebla, donde también se le venera, se iluminó la hornacina.
Por los altavoces poblanos suenan los bandos y canciones dedicadas en cualquier momento del día. Lo mismo en Utrillas, en horario de 12.00 a 14.00 se pone la megafonía a disposición vecinal para que dediquen a seres queridos, amigos y vecinos sus canciones favoritas. Los interesados, se ponen en contacto con el Consistorio a través de la APP de bandos, de Facebook o vía telefónica para dedicar el tema con mensaje a quien deseen. También acompañan a los masivos aplausos a los sanitarios de las ocho de la tarde. Lo hacen con la versión de «Resistiré» de una enfermera que ha adaptado la letra a la situación y que reconforta y anima «a quedarse en casa» a los ciudadanos y cumplir con el confinamiento. «Es una forma de animar a la gente en estos tiempos. Así los abuelos pueden escuchar el mensaje de sus nietos desde sus ventanas», explica el alcalde de Utrillas, Joaquín Moreno, que recuerda que en la localidad sólo existe un caso positivo en la residencia de Atadi y que está aislado y controlado. Además, se han hecho los test pertinentes en la residencia de ancianos porque parecía que había síntomas y han dado negativo. El Ayuntamiento está fumigando el pueblo con la barredora municipal y, desde ayer, con un tractor que apoya las labores. «Además, se limpian manualmente barandillas y puertas de acceso», detalla.
Utrillas es otra de las localidades que tratará las posibilidades de eliminación o reducción de tasas e impuestos. Medida que han adoptado ya en otros municipios y que se propondrá también en Ariño, por ejemplo. «Lo que esté en nuestra mano para paliar los efectos en el pequeño comercio, lo haremos», dijo Joaquín Noé. El primer edil también explicó el cuidado con la residencia. «Enseguida se suprimieron las visitas y, de momento, lo están llevando bien con un esfuerzo tremendo de las trabajadoras». El centro recibió hace unos días mascarillas y batas cosidas por voluntarias. También se desinfectan las calles con una atomizadora que ofreció el agricultor propietario. Ariño aplaza el Mes Cultural.
Poblaciones de encuentro
En Valderrobres, localidad acostumbrada al ir y venir de personas de pueblos y comarcas vecinas, el estado de alarma se han notado especialmente durante la segunda mitad del día. Pese a que la dinámica capital del Matarraña es un espectáculo de persianas bajadas, la actividad que se vive en industrias estratégicas como las agroalimentarias y la tímida actividad en las sucursales bancarias devuelven por momentos algo de vida a las calles valderrobrenses. Todo ello eso sí, cumpliendo las normas tal y como reconoce su alcalde, Carlos Boné. «Tenemos que agradecer el civismo ejemplar de la mayoría de los valderrobrenses y también de localidades vecinas ya que hasta aquí, viene y venía mucha gente a trabajar, de compras y a llevar a cabo diversos trámites», explica el alcalde. Boné se mostró además muy agradecido a los vecinos por todo el material que están donando a la residencia de la tercera edad y al centro de salud. Asimismo, añadió que Molithe y Somontano Social de Barbastro, por mediación del valderrobrense Isaías Estecha, donarán decenas de mascarillas a la localidad.
De igual modo en Calaceite se está respetando el estricto cumplimiento de las obligaciones que comporta el estado de alarma. Casi a diario desde el Ayuntamiento emiten bandos y recomendaciones para que los vecinos respeten las normas, en una localidad que cuenta ya con varios voluntarios jóvenes para atender las necesidades de los más mayores si así lo requiriesen. «Teníamos previsto ofrecer un servicio para atender las compras y necesidades de los más mayores pero enseguida se ofrecieron los jóvenes. La gente está cumpliendo las normas y llama la atención el espectacular descenso del tráfico en nuestra travesía», explica la alcaldesa, Carlota Núñez. De igual modo el alcalde de la vecina Valdeltormo destacó esa sensación de soledad y silencio que inunda el casco urbano vallejo. «Vivo en la misma travesía de la N-420 y es desolador. Tan solo algún camión rompe el silencio y alguna persona que va a comprar. Estos días hemos de agradecer el servicio que está dando el pequeño comercio», cuenta Raúl Bordás, alcalde de Valdeltormo, otra de las localidades que ha desinfectado sus calles. La Fresneda es otra localidad rendida a «Resistiré» pero en este caso suena cada tarde a las 18.00.
Alarma inicial
A pesar de la alarma que se creó en la Comarca del Bajo Aragón-Caspe/Baix Aragó-Casp con la confirmación de una primera persona con síntomas de coronavirus en la capital a principios de la semana pasada, la situación se mantiene estable y no se han conocido casos positivos, por el momento. Los seis ayuntamientos han reaccionado de la misma manera: tranquilos y enviando mensaje a la población para que continúen encerrados en casa hasta que acabe el estado alarma, salvo excepciones.
«Estoy muy orgulloso de los maellanos, en un primer momento no asimilaban que se trataba de una situación grave, pero a día de hoy podemos decir que respetan las normas y que no ha habido ningún problema», explica el alcalde de Maella, Jesús Zenón Gil. Esta fue una de las primeras localidades en activar un protocolo de actuación desinfectando sus principales calles. La capital, Caspe, es la que más medidas ha tomado durante el estado de alarma. En la ciudad se deja ver un amplio despliegue policial (en muchas ocasiones apoyado por el Ejército del aire), y se han desinfectado por completo todos los edificios municipales como la Casa de Cultura, el Teatro, la Colegiata y su entorno, el Castillo… Toda la comarca está siendo desinfectada gracias al trabajo de la empresa caspolina Planas Martínez, que lo hace de forma desinteresada -y también en otras comarcas-, además de brigadas municipales y colectivos de vecinos voluntarios, como agricultores y ganaderos.
Pues me parece una iniciativa genial. ¡Enhorabuena a nuestros alcaldes!