300 alumnos y alumnas de seis centros aragoneses leen en Alcañiz su relato de cooperación 'La guardia de un tesoro'
El lomo marrón le da el empaque de los grandes clásicos al enorme libro que este lunes se abrió en la plaza de España de Alcañiz. Lleva por título «La guardia de un tesoro» y realmente es lo que guarda. Un tesoro escrito entre más de trescientos estudiantes de sexto de primaria de las tres provincias aragonesas.
Entre todos los alumnos y alumnas han confeccionado la historia de un niño en un libro que fue pasando centro por centro. Comenzó en los de Huesca con el CEIP Santos Samper de Almudévar primero donde se le dio el nombre de Miguel al protagonista, y después en el CRA Monegros-Hoya. Continuaron la historia en el CEIP Ferrer y Recaj de Ejea de los Caballeros y el CEIP Tenerías de Zaragoza y el final lo pusieron los centros de la provincia turolense, ambos del Bajo Aragón: el CEIP Juan Lorenzo Palmireno de Alcañiz y el CEIP El Justicia de Aragón de Alcorisa. Ayer, sobre la escalinata del ayuntamiento, dos representantes de cada centro subieron a leer su parte no sin antes explicar el trabajo previo de clase para abordar el relato.
Que los niños fueran los protagonistas de la mañana del lunes no fue ninguna casualidad en el acto de Recuerdo y Homenaje a la Democracia organizado por la Dirección de Relaciones Institucionales y la consejería de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón. «A estos niños les queremos transmitir el mensaje de que para que ellos puedan vivir en una España en paz y democrática es muy importante que conozcan los valores que impregnan la Ley de Memoria que aprobó el parlamento aragonés y que pasan por la concordia, la paz y la democracia», dijo el consejero de Presidencia, Vicente Guillén. Se refirió a la palabra como el «arma de construcción masiva» y destacó la importancia de que valoren la paz y que «sepan que toda resolución de conflictos está en el diálogo», añadió. Guillén puso especial énfasis en el papel de Alcañiz como ciudad de Concordia y con este relato unido al Compromiso de Caspe dio por concluido el acto antes de recitar unas palabras del poeta Blas de Otero. El acto contó con la presencia de los centros participantes y de autoridades del Gobierno de Aragón, además de comarcales y municipales.
El proyecto en las aulas sobre las bases de la Ley de Memoria
La poesía estuvo presente también en la figura de Machado de la que se acordaron algunos estudiantes. Tampoco faltó la música de la que se encargó el Conservatorio Superior como preámbulo a la lectura de los fragmentos por parte de los alumnos y alumnas y de las explicaciones del profesor Julián Trullenque. Es el asesor del Centro de Innovación y Formación Educativa (CIFE) Juan de Lanuza y coordinador del proyecto alojado en la web untesoro.catedu.es. «La respuesta por parte de los centros ha sido muy buena porque se han implicado mucho. Se ha tratado de fomentar la creatividad de los alumnos y las metodologías como el aprendizaje cooperativo o colaborativo», aseguró Trullenque, quien destacó que el trabajo del aula ha ido mucho más allá de la memoria ya que se han tratado y trabajado los valores democráticos y de convivencia sobre los que se asienta el proyecto.
Uno de los objetivos de esta iniciativa es poner de manifiesto «la vital importancia» que en la consolidación de estos valores democráticos y éticos tienen las nuevas generaciones de alumnos y alumnas y el papel que juega la comunidad educativa. Los alumnos y el profesorado han trabajado sobre estos valores de democracia pues es la única garantía de que se preserve la igualdad, la diversidad cultural y el respeto a los Derechos Humanos, entre otros muchos objetivos. La lectura terminó con una suelta de globos con mensajes al aire y en la alegría que supuso para todo el personal docente y alumnado de conocerse entre los que habían dado forma al relato con el que han vertebrado Aragón.