No todo está perdido o muerto en la España Despoblada. En Arroyomolinos de León, el último pueblo de la provincia de Huelva que no tiene ni mil habitantes censados, un grupo de chavales se resistía a tener que marcharse para labrarse un futuro próspero. Sin embargo, miraban a su alrededor y nadie era capaz de ofrecerles un trabajo acorde a sus necesidades, sus inquietudes y sus capacidades.
Juan José Manzano es socio fundador de AlmaNatura, una entidad que lucha a contracorriente para empoderar a la población rural actuando sobre cuatro ejes imprescindibles para hacer despertar a la otra España que no habita en las ciudades: el empleo, la educación, la salud y la tecnología.
«El empleo es absolutamente clave para conseguir el empoderamiento rural. Trabajamos en empleo desde una perspectiva de 360 grados no solo con personas que están en búsqueda activa de empleo y montando su propio negocio», describe, en conversación con la Red de Periodistas Rurales. Conectar con los colegios públicos rurales es otra de las obsesiones de esta compañía, «porque muchos jóvenes no ven las oportunidades que hay más allá del aula».
Las cifras de rotación de profesorado no ayudan a la dinamización del territorio: el 70% de los maestros cambia cada curso en entornos rurales, «y eso significa que no hay un arraigo que pueda generar una oportunidad ni ven esas oportunidades en los recursos endógenos que hay en cada territorio», lamenta Manzano. «Los chavales que hacen un grado medio, una FP, son el relevo generacional natural del medio rural. Por eso, la educación es clave para provocar ese cambio de paradigma social que anime a más personas a construir vidas rurales».
Lo que nació siendo una asociación juvenil donde se compartían inquietudes y se soñaba con un futuro prometedor en el pueblo se convirtió pronto en una empresa social sin ánimo de lucro que en 2013 recibió el sello B Corporation (B-Corp), una distinción exclusiva que concede la entidad B lab a aquellas compañías comprometidas social y ambientalmente con su territorio.
25 años trabajando
AlmaNatura no es una empresa más en el microcosmos empresarial. Su razón de ser no busca ganar más y más dinero. La obsesión de esta locomotora rural es diseñar experiencias de aprendizaje transformador que sea capaz de fijar población en el entorno rural. Hay años en los que pasan por alguno de sus programas unas 6.000 personas. «En estos 25 años de existencia han pasado entre 75.000 y 100.000 personas», recuenta, con orgullo, Manzano. «Hemos trabajado con centenares de pueblos de toda España, desde el Norte hasta el Sur. Este es un trabajo artesano donde los haya, una labor preciosa», reflexiona su director ejecutivo.
La pócima secreta para el éxito consagrado de AlmaNatura ha sido tejer y extender por todo el universo no urbano una alianza pública/privada. En concreto, su trabajo con cualquier administración consiste en generar alianzas que permitan potenciar el trabajo de lo público multiplicando recursos y resultados. Una fórmula, que si bien no es nueva, en ocasiones se ha infravalorado porque se suele pensar que una empresa privada prima los resultados económicos a las acciones. «La colaboración público-privada es estupenda porque el 95% de nuestra facturación procede de lo privado. Por tanto, cuando nos acercamos a la Administración Pública es para pedir su colaboración e implicación en algún programa. Por ello, la relación es estupenda, porque les proporcionamos recursos que les permiten activa líneas de ayuda a su población, y eso genera nuevas oportunidades, que es lo que se supone que busca la Administración Pública. Sin ellos no podríamos llegar a muchos sitios. Los AlmaNatura de turno van y viene, pero los ayuntamientos están y son los que tienen que empoderarse», añade Manzano.
AlmaNatura cuenta con una variedad muy amplia de programas de emprendimiento. Por ejemplo, AlmaNatura ha ayudado a emprender a más de 10.000 mujeres rurales, habitantes de toda la España rural, gracias al proyecto Gira Mujeres. La compañía también se ha volcado en alfabetizar digitalmente a las personas mayores, las más vulnerables a la revolución digital que amenaza con dejarlas todavía más aisladas. Con este proyecto, el RuralTIC, se han atendido a más de 4.000 personas en todo lo largo y ancho de la geografía española.
Otro de los grandes éxitos ha sido el proyecto Holapueblo, que busca nuevos pobladores y negocios dispuestos a instalarse en uno de los municipios de la España rural que participan en el programa. Junto con el Grupo Red Eléctrica e IKEA, AlmaNatura ayuda a personas con ideas de emprendimiento y deseos de vivir en el medio rural y las conecta con pueblos con baja densidad de población y que trabajan de forma activa para atraer nuevos vecinos. «Son pequeñas piedras en la base de la pirámide rural que pueden permitir el paso a un siguiente nivel. Con Holapueblo no solo atraemos personas al mundo rural. Son personas que traen una idea de emprendimiento y esto marca la diferencia. Porque cuando alguien viene con una idea a un municipio se generan sinergias y, por tanto, nuevas oportunidades».
¿Cómo ve esta empresa adelantada a su época la España rural dentro de veinte años? «Nos gustaría no tener que existir. Ojalá algún día pudiéramos cerrar. Eso significaría que las Administraciones Públicas están empoderadas, que estarían llenas de personas preparadas para dirigir estrategias de emprendimiento rural y sostenibilidad, que habría mayores conocimientos sobre disciplinas e innovaciones que se están desarrollando en el mundo. Ojalá la población rural se empoderara gracias a los programas que desarrollaran sus propios ayuntamientos. Ojalá una España rural empoderada con herramientas para hacerla autónoma», concluye, antes de compartir el sueño que le gustaría ver cumplido: «Crear más espacios despertador en otras regiones de España».