El cine aragonés vivió su gran fiesta con la entrega de los Premios Simón y uno se fue para el Bajo Aragón. Y ha sido muy bien recibido, porque horas después, Ana Asión Suñer seguía «en una nube».
La directora de ‘Luz de gas’ abrió el palmarés de una noche de domingo en la que reinaron ‘La Maternal’, ‘Para entrar a vivir’, ‘Fleta, tenor, mito’ y ‘Labordeta, un hombre sin más’, que se llevó el Simón en Mejor Documental a la que también optaba la poblana. «Merecidísimo lo tienen, y después del Goya, la Academia de Cine Aragonés también reconoce una obra estupenda», aseguró Asión, muy «contenta y satisfecha» con el trabajo realizado. Reconoce que recibir el premio a Mejor Obra por su Contribución Social le hacía «especial ilusión». Y es que refuerza el motivo por el que surgió el documental: dar visibilidad a los pueblos de la cuenca minera y la economía del carbón. «La nominación ya era importante, el premio es reafirmar que seguimos haciendo ruido, que estamos aquí y que se note todo lo que ha repercutido esta economía», añadió.
Respecto a la salud de la que goza el cine aragonés, para Asión es «un deber nuestro reivindicar, valorar y visibilizar lo que somos». La gala se celebró en la Sala Mozart del Auditorio de Zaragoza, donde incidió en la memoria. «El olvido es lo peor que nos puede pasar como sociedad y poner nuestro granito de arena es importante», explicó a Radio La Comarca. «No podemos descuidarnos porque tenemos muy presente nuestro pasado pero las siguientes generaciones lo recordarán un poquito menos», añadió.
Ahora que no queda rastro de la Central Térmica, al menos queda lo audiovisual. De hecho, cuando surgió la idea desde el departamento de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, la idea inicial era documentar el derribo. «Enseguida nos dimos cuenta de que había que ir más atrás y conocer la historia de las minas. Hacer el recorrido desde la extracción del carbón hasta que se convierte en energía», añade. Este viaje se hace a través de voces diversas: desde las defensoras del patrimonio, hasta extrabajadores, pasando por Endesa, ecologistas, políticos y un largo etcétera. El documental arranca en Ariño con el alcalde, Joaquín Noé. Ha arropado a la poblana en varios estrenos además del que se hizo en Ariño, y el domingo estuvo con ella en el escenario. Desde allí, Asión -hija de minero- recordó a Joaquín Carbonell y le dedicó el premio a sus padres.
A ‘Luz de gas’ le queda mucha vida porque de momento solo se está encontrando el cariño del público que hace que siga sumando fechas de proyecciones. «Nos encantaría llegar a las escuelas. Vemos que se está valorando la honestidad con la que se hizo y me quedo con eso», concluyó.
He conocido la Central y las minas profundamente; desde dentro y desde fuera, desde la dirección y desde la representación social. He acudido a las celebraciones festivas, y a los accidentes; he conocido de primerísima mano los problemas y sufrimientos de los trabajadores; en primera línea de fuego. Y me ha tocado incluso recoger algún cadáver.
Y, después de ver este documental, que al fin y al cabo es lo que va a quedar para la “historia” de toda la vida de esos centros de trabajo, me dan ganas de llorar y me dan ganas de vomitar. Este documental es una falta de respeto inconmensurable para todos los que entregaron su trabajo, su Salud y su vida en esta empresa. Para los trabajadores.
Una vez más, la conveniencia sociopolítica coyuntural manipula y distorsiona la historia para acomodarla, versión Disney, a la progresía infantiloide…y al capital italiano.
Yo afirmo que todos, TODOS, los que hablan en el documental, si hubiesen tenido un mínimo de vergüenza, hubiesen debido estar callados, porque, los pocos que podían saber algo, hablan de lo que no saben, y callan lo que saben…que es su experiencia y trayectoria personal. Y eso obedece a alguna razón, claro.
El premio supongo que no se lo habrán dado en la categoría de documentales, sino en la categoría de ficción, aunque es muy evidente de que en esta podrida corrección política se suele disfrazar la mentira conveniente de esa manera.
Y, por cierto, para mayor onda con esa estúpida corriente, se han buscado artificialmente unas cuantas mujeres para parlotear apoyando la tesis guay de este funeral carnavalesco del complejo mineroeléctrico, pero no han dado voz a NINGUNA DE LAS TRABAJADORAS del complejo, a pesar de que había muchas y, salvo en la extracción de carbón del interior, en TODAS las líneas de trabajo y en todas las categorías. Y bien informadas. Y bien competentes.
Me ves muchos lunes, Ana Asión; si alguna vez quieres hacer un documental real de esa historia, (y créeme, se lo debes a toda esa gente) no te faltará quien te ayude con nombres y direcciones de personas que saben mucho, con actas, documentos, testimonios,…de los que estuvieron allí, de los que vivieron y sufrieron la evolución de los métodos y organización del trabajo, de los que tomaron decisiones y acuerdos, de los que saltaron del trampolín y de los que el trampolín les cayó encima…Pero date prisa; eso cuesta mucho tiempo, y mucha gente ya se está muriendo y otra mucha empieza a preferir olvidar.
No entiendo lo que usted dice o quiere decir.
Yo vi la película y me pareció que estaba muy bien. Incluso había gente que había en la proyección, y que había trabajado en minas, desmontes, central etc. hizo una crítica buena.
No entiendo su comentario pero bueno sus razones tendrá y el mundo está lleno de colores.
Felicidades a Ana, a mi me gusto mucho su trabajo, y jamás entenderé la destrucción, siempre de lo hecho se puede aprovechar de lo destruido… la nada.
Entiendo perfectamente que no entienda, porque esa era la base de mi comentario precisamente, y su respuesta la corrobora: que quienes no han vivido desde dentro, o desde la tangente (políticos y ayuntamientos por ejemplo) la historia del complejo mineroeléctrico de la zona y su desmantelamiento, que son el 99,99999999de los aragoneses y españoles, van a tener, gracias a este documental, una visión absolutamente irreal, manipulada y falsa de lo que fue y de cómo y por qué fue su final.
Y que, como es evidente, va a ser promocionado por los poderes actuales porque esa versión de la historia es la que les interesa.
Sobre lo que apunta de colores, la historia sólo tuvo tres colores: rojo, de la sangre y las reivindicaciones, negro del carbón, e indeterminado, porque cambiaba con el tiempo, del dinero.
Si acaso, en algunos momentos, incluidos los posteriores a la visión del “documental”, se podría añadir el granate, de la vergüenza. Todos los demás son para dispersar la atención de quienes desean mirar y saber la verdad.
Estoy seguro de que la autora no tuvo mala intención, pero las prisas, y el deseo de quedar bien con quienes le rodean le traicionaron. Pero siempre tendrá la posibilidad de hacer otro, un poco más difícil, un poco más arriesgado, dando luz y voz a los que estuvieron dentro.
Lo primero y más importante, mi enhorabuena a la directora y a todo el equipo de «Luz de gas» por su excelente trabajo en este documental. He tenido la ocasión de verlo dos veces y en ambas he salido emocionada como persona que ha vivido muy de cerca la situación.
Ojalá este furor y energía por mantener nuestro patrimonio hubiera estado presente cuando era el momento de poder hacer algo, especialmente en lo que respecta al desmantelamiento de la central, que fue un visto y no visto. La verdad, ahora ya de poco sirve. Si el problema con este documental radica en que usted no lo considera «veraz», le sugiero que se ponga manos a la obra para dejar su testimonio, ya sea a través de un libro, un filme o un podcast. Yo no soy directora de cine, y como tal ni se me ocurriría decirle a una profesional cómo tiene que hacer su trabajo, y mucho menos desde la valentía que otorga el anonimato. Lamentablemente, la realidad es que pocos se atreven a dar el salto y, cuando lo hacen, siempre sale alguna persona que afirma rotundamente que lo hubiera hecho mejor.
Lo dicho, mi enhorabuena al equipo por este premio más que merecido.
PD: Si usted tuvo ganas de vomitar tras ver el documental, le recomiendo Nauserina. A mi me ha venido bastante bien tras leer su comentario. Un cordial saludo.
Señora, me recuerda tiempos pasados; aquellos en los que la gente como usted se emocionaban con el No-do (Que guionizaba y pagaba el régimen) y a quienes lo criticaban les mandaban a hacer documentales por sus propios medios.
Está usted bien adaptada a la sociopolítica actual, aunque que disponga de Nauserina a mano es un dato preocupante.
¡Que se mejore!
¡Maravillosa noticia! Enhorabuena a Ana y todo su equipo por un premio súper merecido… ¡a por más éxitos!