En euskera, gallego, catalán y español, una de las palabras más pronunciadas fue «histórico» este martes 19 de septiembre en el Congreso de los Diputados. Es la fecha en la que se empezaron a poder usar las lenguas cooficiales en el hemiciclo; y no solo estas, también otras como el aragonés se escucharán con un sistema de traducción simultánea en el primer caso, y de auto-traducción en el segundo.
Los ‘pinganillos’ de traducción simultánea se llevaron buena parte del protagonismo. El ‘Congreso de los pinganillos’ lo llamaron algunos. Delante del escaño del presidente Pedro Sánchez -que diputados de Vox enrunaron de estos aparatos como señal de protesta-, está la mesa de las taquígrafas. A ras de suelo, desde el centro del salón no pierden detalle de todo lo que sucede, y hacia esa mesa dirigieron muchos periodistas gráficos los objetivos de sus cámaras conscientes de que si para alguien es importante el ‘pinganillo’ es para una taquígrafa. Las cámaras capturaron el momento en el que ambas se colocaron los auriculares para recibir la traducción simultánea de quienes fueron tomando la palabra en sus lenguas maternas.
Ellas son las que ponen negro sobre blanco las palabras que vuelan en las sesiones. Una de ellas es la andorrana Ana I. Gracia. Es periodista, y como tal ejerció en Madrid. Lo hizo desde que llegó procedente de tierras bajoaragonesas hasta hace dos años cuando cambió de oficio y el bolígrafo de El Español por el de su mesa de taquígrafa en el Congreso de los Diputados tras aprobar una exigente oposición.
Ella, junto a su compañera, pasó a la historia el miércoles día 20 al ser protagonista de la portada de El Mundo. Había muchos focos para elegir donde centrar la atención entre exposiciones interesantes, sensatas y constructivas, al margen de otras no tanto y salidas de tono que parece que nunca pueden faltar en el debate parlamentario. En la web del Congreso queda la muestra también con el debate listo para visionar y escuchar. Por esos escaños pasarán unos y otros cada cuatro años o, incluso cada menos, pero las taquígrafas son imprescindibles, son importantes siempre y ahora, con un Congreso plurilingüe, lo son todavía más.