El subdirector general de Caja Rural y director de negocios, Ángel Espinosa, ha sido homenajeado durante la Asamblea General de la entidad. En el acto se ha reconocido por sorpresa sus más de cuatro décadas de trayectoria y su compromiso e implicación en ese tiempo. Durante 43 años ha ocupado los puestos de director de oficina, director de zona, director de Negocio y, actualmente, subdirector general. «Fue una sorpresa total, estoy muy emocionado e incluso abrumado en ese momento porque me parecía hasta excesivo, no lo esperaba y al principio no sabía ni cómo reaccionar», ha confesado Espinosa.
El homenaje ha consistido en la emisión de un vídeo y en la entrega de un libro en los que se resume su recorrido laboral a través de imágenes y apariciones en prensa, poniendo en valor su implicación con Caja Rural de Teruel. Para ello, medios de comunicación y compañeros de trabajo han recopilado fotografías y documentación, todo ello sin que el protagonista se enterase. «Soy una persona que intento tener todo bajo control y saber que ocurre, pero aquí desde luego no lo conocía. De repente, la gente me miraba y vi que mi familia estaba en el escenario», ha explicado el homenajeado.
David Gutiérrez, director general de Caja Rural de Teruel, también ha querido agradecer el trabajo de Ángel, reconociendo que «trabaja por y para la caja». Ante ello, el homenajeado -con humildad- ha subrayado que simplemente hace su trabajo con «empeño» y «dedicación». «Intento poner todos los días ilusión para intentar también trasmitir al resto del equipo esa felicidad, porque es la única manera de ver buenos resultados», ha apuntado el subdirector.
La carrera profesional de Espinosa en el grupo comienza con 17 años en Alcañiz, en la sede de Avenida Aragón, única oficina que había en la localidad en 1980. En cuatro décadas de servicio, ha remarcado que ha disfrutado de todos los aspectos vividos: «al final, si trabajas en lo que te gusta, ayuda a ser feliz, y es lo más importante». Sin embargo, sonriente, Ángel Espinosa también ha reconocido que ha podido disfrutar aún más cuando ha estado cerca del cliente: «Ser director de oficina o jefe de zona ha sido más reconfortante que otros puestos más distantes por poder estar en la primera línea, que es lo que me gusta».
A lo largo de casi un lustro con el color verde corporativo y el pin en la solapa, ha visto la evolución y el desarrollo de la Caja Rural. «Son bastantes años, por lo que ha habido muchos cambios en todo, en la empresa, pero sobre todo en la sociedad, la vida y en el mundo bancario, por lo que hemos tenido que ir adaptándonos sin perder la esencia», ha descrito Espinosa, quién ha añadido: «Aunque tenemos 100 años, cuando comencé no era más que un proyecto incipiente, pero hemos ido avanzando y hoy por hoy estamos orgullosos de decir que somos líderes de cuotas de mercado en la provincia».
El homenaje, recibido con cariño y orgullo hacia los compañeros, ha sido un impulso más para el subdirector, quién continuará, como ha expresado, con «ganas de trabajar y continuar aportando nuevas ideas pensando en el territorio».
Triple homenaje
Durante el acto también se ha homenajeado, como cada año, a los trabajadores que cumplían 25 años en la Caja Rural. Además, este año también se ha reconocido al Colegio Oficial de Farmacéuticos de Teruel. «Cada año se dará a un colectivo, pero en esta ocasión hemos querido comenzar con ellos», ha apuntado. Espinosa también ha comparado el trabajo de este sector con la propia Caja Rural: «al igual que nosotros, trabaja en el medio rural, y al final somos un espejo del otro. Estamos en sitios donde muchas veces no hay otro servicio y tienes que hacer de todo», ha concluido Ángel Espinosa, marcando como aval las 74 oficinas bancarias repartidas en la provincia.