Uno de los mejores bailarines y coreógrafos españoles de la actualidad, Antonio Márquez junto a otros integrantes de su compañía, trae por primera vez a Alcañiz-y a la provincia de Teruel,- la mejor danza española con ‘El Sombrero de Tres Picos’. En cada una de sus interpretaciones busca ‘ lo mejor» que le ha pasado o incluso «lo peor» para transmitirle al público lo que él es como persona. Se trata de interpretar y no de ejecutar.
Una valiosa lección que el público en general y los amantes de la danza, en particular, han tenido el privilegio de descubrir junto al bailarín en el espectáculo que ha ofrecido este fin de semana en la capital bajoaragonesa. El extracto de ‘El Sombrero de Tres Picos’ ha contado- además de Márquez en el papel del ‘Molinero’-, con la bailarina Paula García como ‘La Molinera’ y los bailarines Jairo Rodríguez y Víctor Donoso en los papeles, respectivamente, del ‘Corregidor’ y de ‘Garduña’.
Como antesala del espectáculo se ha desarrollado una Masterclass de danza a las 76 personas que se inscribieron en la misma; se cubrió el 100% de las plazas disponibles en unas pocas horas. Una iniciativa de la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Alcañiz con gran acogida por parte del público.
¿Qué significa estar en Alcañiz después de haber recorrido los grandes escenarios de todo el mundo?
Yo siempre afronto cualquier lugar como la primera vez, y en este caso es la primera vez. Uno nunca sabe que público va a tener y qué personas van a ver tu trabajo. Siempre he llegado a todos los rincones del mundo con la ilusión de poder dar lo mejor que es día pueda transmitir. Buscas lo mejor que te haya pasado o incluso lo pero para transmitirle al público lo que tú eres, no solamente como bailas. La gente es capaz de saber como eres por tu forma de bailar. En esta ocasión venir a Alcañiz por primera vez, a una ciudad que me ha encantado, me ha hecho alimentarse de toda su historia para transmitir sensaciones diferentes a pesar de que las coreografías sean iguales. Me ha hecho muchísima ilusión.
¿Es difícil que un profesional de su talla llegue a los sitios pequeños?
Hay lugares en España que están mal comunicados, parece que cuesta llegar a estos rincones. Este tipo de rincones en Alemania, Francia, Italia o Brasil los he pisado todos, los conozco mejor que mi propio país. Por eso me da mucha pena que no pueda acceder a sitios tan bellos que tenemos en toda España porque no haya una política de proyección cultural y en este caso de danza. La danza es la Cenicienta de las artes. No hay una política de apoyo, se habla mucho porque cae muy bien de los pueblos vaciados que les llaman. Esos de los que tanto hablan son los que han abandonado porque no les han ayudado en el momento preciso. Se pueden hacer muchas políticas pero una de ellas es precisamente esta. Hacer una gira con compañías grandes dando a la gente lo que ama. Muchos no saben que aman la danza porque no la conocen. Han hecho que sea así por la falta de interés.
Representa en Alcañiz un clásico 'El Sombrero de Tres Picos' ¿por qué esta elección?
Este año es el 100 aniversario del nacimiento de Antonio Ruíz Soler y esta coreografía está inspirada en ‘El Sombrero de Tres Picos’ del gran Antonio. Es una obra muy emblemática. Yo inauguré con este mismo espectáculo el Teatro Real, y lo he estado haciendo durante estos dos últimos años. He pensado que sería bonito que la gente conociera aunque sea una parte de esta obra porque es amena, divertida y rítmica. El baile además está mucho más acorde con el folclore. Pienso que es un espectáculo que posiblemente aquí no se conozca este género de danza clásica estilizada.
¿Qué han podido aprender los alumnos en su Masterclass?
Quiero acercarme a los alumnos que están todos los días entusiasmados, tomando clases. Quiero que conozcan ese trabajo que hacen los profesionales antes de llegar a un escenario. Por ejemplo nosotros empezamos todos los días con clases que están acondicionadas al repertorio, además hacemos trabajos individuales de los bailarines y trabajamos la técnica.
Más allá de la técnica, ¿qué valores debe tener un bailarín?
Tiene que tener muchas ganas de aprender, ser constante y amar el trabajo. Tiene que ser una persona que sea humilde, que le guste que le corrijan. No es aprender el oficio y toda la vida igual. El cuerpo también cambia, en la vida te pasan cosas que te están dando unas experiencias que hay que poner en práctica y transmitirlas. El control de las emociones también es fundamental. Evidentemente que cada uno trate siempre de transmitir lo que lleve dentro, su color y su aroma.
¿Qué errores hay que evitar para ser un buen bailarín?
La juventud tiene mucha prisa para todo. Si quiere comprar algo toca un botón y al momento lo tienen. Si no es así se aburre o cambia. La danza no es un artículo de lujo que tu puedes comprar y ya puedes bailar toda tu vida. La danza es un trabajo constante y disciplinado más allá del talento que cada uno pueda tener. Cada individuo tiene algo que le diferencia del resto.
También se está imitando mucho. Un error. Un director tiene que decirle al bailarín que él tiene sus propios dones, son esos los que tiene que sacar. Una vez que se sale del conservatorio se piensa que la carrera ya termina ahí y la realidad es que cuando sales del conservatorio es cuando empiezas. Nosotros tuvimos una gran oportunidad de formarnos en teatros, mientras que los bailarines ahora se están formando en conservatorios y cuando tienen la oportunidad de ir a un teatro no saben el comportamiento que se debe tener dentro de un escenario. Las miradas, las actitudes… Los bailarines bailan, pero muchas veces no saben para qué ni por qué. Hay que saber proyectar sensaciones. Ves ejecutar pero no ves interpretar.
¿En qué momento está la Danza Clásica Española?
Tenemos mucha tradición y folclore. En el mundo entero somos únicos con nuestra Danza Clásica Española. No hay voluntad. Tampoco por parte de muchos empresarios o directores de teatros que tienen sus gustos y tienen una visión muy añeja. En este sentido se está cohibiendo al público de que no vea Danza. No se programa. Desde el Ministerio deben corregir esto. Es una pena que nuestros dirigentes no se asesoren con gente que lleva toda la vida en esta profesión y sabe lo que hace falta y cómo. No sabemos valorar y aprovechar todo el potencial que tenemos. Hay cientos de conservatorios y escuelas. Compañías como la nuestra de gran formato no existen o están dejadas de la mano de Dios, más allá de las circunstancias de la crisis.
¿En qué situación están las Compañías?
Nos gustaría tener mucha más estabilidad. Tenemos infinidad de compañías clásicas por todo el mundo pero de Danza Española no. Está el Ballet Nacional de España, El Ballet Andalúz, La Compañía Antonio Márquez y luego cuatro compañías de pequeño formato. Para hacer repertorios como ‘El Sombrero de Tres Picos’ o ‘Medea’ tienen que ser una infraestructura de gran formato. Nosotros somos 30 personas, somos una compañía muy grande, muy arraigada y con muy poco apoyo institucional. Hay muchos conservatorios pero los bailarines no tienen donde poder desarrollarse. Mi reivindicación está a la altura de mi vida, con 50 años en esta profesión. Quiero fomentar y ayudar a estos jóvenes para que tengan un sitio donde seguir formándose.
¿Cómo ha sido la vuelta a los escenarios tras un año sin actividad?
Empezamos en septiembre del año pasado. Nuestro primer espectáculo tras el confinamiento fue el 3 de mayo de este año. Imagínate. Y los conservatorios trabajando telemáticamente… El bailarín tiene que trabajar con su cuerpo, es como un atleta, es un trabajo físico que no puede ser telemático, necesita sus clases todos los días. Todo esto ha hecho mucho daño y lo peor es que no se ha hablado de nada.
¿Qué le dirías a un/una joven cuyo sueño es llegar a ser porfesional?
Que no deje de soñar al mismo tiempo que trabajar. Que llame a todas las puertas de esas personas que admiran . Seguramente reciben muchos más sí que no. Es verdad que hay pocos Cuesta mucho poder salir a un escenario pero que sigan luchando.