José Javier Salvador mató a su mujer Patricia de once disparos en un crimen totalmente premeditado
El asesinato de La Puebla de Híjar en 2003 hizo que la localidad viviera uno de los momentos más desagradables de su historia la noche del 22 de mayo de 2003, en la que José Javier Salvador Calvo asesinó a su mujer, Patricia Maruel Conte. La Guardia Civil encontró el cadáver de la joven, de 29 años, alrededor de las dos de la madrugada en un campo de olivos cercano a la localidad.
El cuerpo de Patricia presentaba once tiros de una escopeta de caza calibre 22 que Salvador disparó. El hallazgo fue posible porque el asesino confesó el crimen esa misma noche en el Hospital Provincial de Teruel, donde se presentó con la ropa ensangrentada. Tras acabar con la vida de su esposa, huyó hasta la capital provincial para declararse culpable en la cárcel.
Patricia era natural de Híjar y se trasladó a La Puebla tras contraer matrimonio con Salvador. Pese a esto, solía volver frecuentemente a su localidad natal y era muy querida en el pueblo. «Era habitual verla en cualquier sitio del pueblo casi cualquier día. Su familia era muy conocida y sus padres todavía siguen viviendo en Híjar», ha explicado esta mañana el alcalde de la localidad, Luis Carlos Marquesán, quien ha recordado que aquel mes de mayo de 2003 se vivió «con mucho dolor y consternación en todo el pueblo».
La asesinada era madre de tres hijos de 3, 6 y 9 años y la cabeza de lista para la alcaldía de La Puebla de Híjar por el Partido Popular, aunque quedó totalmente descartado que su carrera política tuviera que ver con el crimen. Según informaron los vecinos en los días posteriores, Patricia y Salvador no tenían peleas y solían pasear juntos a caballo. El asesino confesó que el móvil del crimen fueron los celos.
Crimen premeditado
José Javier Salvador, que reincidido matando quince años después a otra mujer, tenía el crimen de 2003 pensado, debido en parte a que la vida conyugal se había deteriorado. El 7 de abril de 2003 adquirió en Quinto una carabina semiautomática PIETTA del calibre 22. El día del crimen después de comer se dirigió a un almacén cercano a la casa para probar y conocer el funcionamiento de la carabina. Esa misma tarde, volvió a Quinto para cambiar el cargador del arma por uno vertical con capacidad para diez proyectiles.
Poco después, en torno a las 20.00, se dirigió al domicilio de los padres de Patricia para decirles que su hija le estaba siendo infiel. Media hora después se dirigió al bar Brillante de La Puebla en una Citroen C-15, donde Patricia estaba reunida con varios compañeros de partido. Se montó en la furgoneta y Salvador la llevó hasta un camino a las afueras del pueblo para cometer el asesinato.
Después de matar a Patricia, Salvador llamó a un amigo y le repitió insistentemente que le trasladase a Teruel. Éste aceptó, y una vez allí confesó el crimen en el Hospital.
Antonia Marzo Maurel dice
No teniacque haber salido de la carcel salio y mira otra vez aasesinado y mis primos padres de Patricia an tenido que luchar para sacar a los 3 nietos adelante cn una pensio de jubilado y poder dar estudios ahor a la niña ya esta bien si se asuicidado no tengo pena ninguna alli se pudra en donde este ..
mamen dice
que se dediquen a contar lo de ahora no lo de hace 15 años..bastante ha tenido la pobre familia…si no lo hubiesen soltado …¡¡¡¡¡ si se ha muerto antes lo tenía que haber echo..pero ya no hay remedio..y nadie ayudó a esa familia .sus abuelos con un par de huevos..pobres ¡¡¡¡¡LO QUE HAN PASADO NO LO SABE NADIE