La Comarca del Bajo Martín estrena espacio dedicado al turismo de sus nueve pueblos. Se trata de un punto esperado, ya que desde hace tiempo la zona se está despertando ante los propios habitantes y los visitantes como una opción segura de ocio. Al rico patrimonio cultural, industrial, arquitectónico e histórico, se suman yacimientos y naturaleza. Decenas de senderos y trazados btt complementan a la vía verde como kilómetro 0 de la Val de Zafán.
El punto se ha habilitado en el hall de la sede de la institución en Híjar, donde también está el museo de la Ruta del Tambor y Bombo, que incluye a cinco poblaciones del Bajo Martín. El viernes se presentó de forma oficial. «Este espacio era necesario porque queríamos que el tema del turismo dejara de ser una asignatura pendiente. El objetivo era que se nos viera, se nos conociera y que esos tesoros ocultos de esta comarca ya no sean secretos», dijo Ana Mª Guíu, la responsable del área.
La elección del vestíbulo no fue casual. «Este hall tenía que tener una misión, ya no solo como un escaparate, sino también como punto de información y para eso hay un mostrador equipado con folletos de toda la oferta», añadió. De momento, este servicio se ofrece en horario de Comarca, es decir de lunes a viernes de 8.00 a 15.00. «Está previsto que en un futuro haya un informador turístico, ese será el siguiente paso y por eso hay un despacho», apuntó. Está presidido por una frase de Alfonso Zapater: «Se ama aquello que se conoce y la propia tierra nunca nos es ajena».
El resultado lleva la firma de la diseñadora de interiores Ana Lizana. La alcañizana conoce bien el Bajo Martín, una tierra que ha recorrido como buena «excursionista-senderista» y en la que guarda buenas amistades. «Es un orgullo, y que estos trabajos sean para espacios públicos, más todavía. Se ha hecho para que la gente lo disfrute y creo que ha quedado bonito», comentó.
Para conseguirlo, ha integrado los elementos más identificativos. Además de que es un olivo empeltre lo primero que recibe al visitante, se ha «jugado» con la paleta de colores del logotipo de la Comarca. «Este espacio era completamente blanco y por eso ahora integramos los marrones, naranjas y verdes y los nombres de todos», añadió cerrando las explicaciones que abrió el presidente, Narciso Pérez, como bienvenida.
Información y espacio de arte
Ha conseguido que en un solo golpe de vista, la persona que entra a la sede se lleve una primera impresión sobre cómo es el territorio que pisa. Rodeando al olivo hay un banco de madera que puede servir tanto a quien acuda a solicitar información como a quien vaya cualquier día a realizar las gestiones administrativas. La espera se puede amenizar con los vídeos de la pantalla, admirando las grandes fotografías de cuatro parajes naturales, ojeando cualquier folleto o recorriendo la exposición que haya.
La primera gira en torno al alabastro y es obra de Anja Roemer. La holandesa, fija de Albalate, expone hasta primavera varias esculturas hechas en la localidad y algunas han podido disfrutarse en el Monasterio de Rueda. En algunas combina piedra de Calatorao y otras incluyen luz. A la artista y a Lizana se suman otras personas. Entre ellas, el florista José Luis Meseguer, que ha arreglado las plantas que había, o Káralom y la familia Zapater, con la cesión de las fotos y la frase. «Hemos tirado de la gente de aquí que ha colaborado y el resultado es cercano y acogedor, concluyó Guíu.
estamos apañados dice
sobran estas actuaciones
La tenemos clara dice
Que manera de derrochar el dinero, claro como sale del bolsillo de todos los tontos que trabajamos, pues a malgastar.
Comarcas fuera, es un estamento duplicado e inservible.