La cuenca del Matarraña continúa esperando a que el ejecutivo central financie y adjudique al menos tres de las cinco balsas de almacenamiento de agua proyectadas en barrancos laterales del cauce central y afluentes. Se trata de las balsas de Val de la Figuera, entre Torre del Compte y Valderrobres; la de Comellares en el río Tastavins y la de Pla de Serrats en el río Algars. Su ejecución es vital para asegurar la viabilidad de la agricultura en el tramo alto y medio de la cuenca del Matarraña. También sería decisiva para asegurar unos caudales mínimos en la cuenca baja en caso de encadenar varios años de sequía.
El homenaje a título póstumo que todos los agentes sociales y políticos de la cuenca rendirán a José María Puyol durante la jornada del jueves evidenciará las casi dos décadas de incumplimiento de unos históricos acuerdos adoptados en el Dictamen de La Fresneda de 2005.
Estas obras cuentan con el visto bueno de todos los órganos competentes y a pesar de estar incluidas en el Plan de Cuenca del Ebro, sucesivos gobiernos de España de diferentes colores políticos no han movido ficha desde la VIII legislatura tras unas primeras inversiones que sí llegaron entre los años 2001 y 2004. A través de este acuerdo y tras un gran proceso consultivo, los agentes políticos, económicos y sociales de todos los municipios ribereños del Matarraña (que incluyen las comarcas del Bajo Aragón-Caspe, Matarraña y Terra Alta) establecieron la adopción del sistema de regulación de la cuenca a través de las balsas laterales, descartando la construcción de la gran presa del pantano de Torre del Compte-La Fresneda.
Se trata de un modelo de regulación muy poco agresivo con el río y que actualmente es estudiado por universidades de todo el mundo. Se basa en la construcción de pequeños embalses de entre 1 y 5 hectómetros de capacidad. Estos pantanos no se ubican en el cauce de los ríos principales, sino en barrancos, por lo que se evita cambiar la dinámica natural de los cursos fluviales. Su coste es además mucho menos costoso que erigir una gran presa en el propio cauce fluvial. Además, se optimiza el recurso al máximo ya que en muchos casos el agua almacenada se inyecta diréctamente en las acequias, por lo que se reduce notáblemente las pérdidas por evaporación y filtración.

Revolución en la gestión de los recursos hídricos
Las dos primeras balsas de Val Comuna -que pasará a llamarse de José María Puyol- y La Trapa, de 2 y 1 hectómetro de capacidad, respectivamente, revolucionaron durante los primeros años del siglo XXI la gestión de los escasos e irregulares caudales del Matarraña. Hasta entonces solo existía una sola infraestructura de regulación, el embalse de Pena, que es a todas luces insuficiente para satisfacer las demandas de agua de riego, usos agrícolas y boca de toda la cuenca. Estas balsas se adoptaron como solución provisional en los Pactos de Fabara de 1999.
La insostenible situación de la cuenca en los años 90 forzó ese primer proceso consultivo. En aquellos años existía una fractura total entre los municipios del alto Matarraña, agentes turísticos, grupos ecologistas y los pueblos de la cuenca baja del Matarraña, con una fértil vega agrícola mermada por la falta de agua. La fractura provocó incluso el deterioro de las relaciones sociales y familiares entre muchos municipios. «Alcanzamos un consenso histórico entre todos y se hizo algo modélico. Los políticos e instituciones de entonces lo entendieron, hubo voluntad política y se construyeron las dos primeras balsas revirtiendo la situación», explica Miguel Zurita, presidente del Sindicato Central de Riegos del Matarraña.
Sin embargo, los agentes de cuenca acordaron un total de siete infraestructuras de las que solo se ejecutaron, hace 20 años, las dos ya citadas situadas en Maella y Mazaleón. En un último proceso de participación se acordó que serían prioritarias las tres balsas anteriormente citadas. Todo ello tras unos consensos que se establecieron entre alcaldes de todos los partidos políticos, comunidades de regantes, agricultores, ganaderos, empresarios turísticos y entidades conservacionistas como la Plataforma en Defensa del Matarraña y Fundación Ecología y Desarrollo. Asimismo, se redactó un Contrato de Río Matarraña.
Por todo ello, los agentes de toda la cuenca del Matarraña continúan reivindicando la ejecución de estas infraestructuras. Mientras tanto, muchos municipios continúan con restricciones de agua de boca y una agricultura lastrada, cuando no inviable, que está llevando incluso al total abandono de las tierras y pérdida de concesiones de acequias. Precisamente, poco antes de fallecer, Puyol logró ser el protagonista de una comisión que tuvo lugar en el Congreso de los Diputados y que dio a conocer a todos los grupos políticos la situación del Matarraña. «El consenso del Matarraña y la importancia de estos proyectos ya se conocen. Estamos hablando de unas obras cuya ejecución es totalmente asumible por el Estado. Solo hace falta voluntad política», añade Zurita.
Río Algars, 75 km sin regulación y restricciones de agua de boca
A lo largo de sus más de 75 kilómetros el río Algars no cuenta con ninguna infraestructura de regulación hidráulica. Desde su nacimiento en los Puertos de Beceite hasta su desembocadura en el Matarraña, en las proximidades ya del embalse de Ribarroja, este afluente atraviesa las comarcas del Matarraña, Bajo Aragón-Caspe y la tarraconense de la Terra Alta. La irregularidad de este río es muy notable. Las intensas lluvias mediterráneas provocan intensas avenidas que dejan su impacto en caudales que durante unos pocos días pueden llevar decenas e incluso centenares de metros cúbicos.

Ayuntamientos, regantes y ganaderos denuncian que toda esa agua no se aprovecha. La situación se repite año a año cuando, tras las intensas lluvias de otoño y primavera, el caudal sufre un acusado estiaje llegando a secarse en muchos de sus tramos. Localidades como Cretas, Lledó, Horta de Sant Joan y Caseres han sufrido en los últimos veranos constantes cortes en el abastecimiento de agua potable ante la falta de caudal y también por la elevada turbidez que alcanza el río en sus episódicas riadas.
Por ello, y hartos de esperar, pequeños ayuntamientos como Cretas decidieron construir pequeñas infraestructuras para poder asegurarse el agua de boca para sus vecinos. «No podíamos esperar más. Son muchos años teniendo que cortar el agua e impidiendo el desarrollo turístico y de la ganadería de nuestro municipio. Pero por desgracia fue una obra que tuvimos que afrontar nosotros solos», explicó en su día el alcalde de Cretas, Fernando Camps.
También Lledó apostó por una balsa que sin embargo continúa pendiente de financiación para poder ser concluida. En esta localidad, además de la falta de agua, cuando cuentan con grandes riadas la turbidez obliga a cerrar la captación de agua. «Solo pedimos un poco de sensibilidad. El agua es un derecho básico. Pensamos que a veces no se tienen en cuenta aspectos prioritarios, y este no hay duda de que lo es», explicó la alcaldesa Teresa Crivillé hace tan solo un mes y medio, cuando el municipio tuvo que cerrar la captación. En Arens de Lledó, la falta de caudal del río en verano deja sin visitantes a las pozas naturales y obliga al consistorio a llevar a cabo enormes esfuerzos para economizar la poca agua disponible.
Tastavins, acequias sin agua tras grandes riadas
La falta de agua arruinó la última cosecha para muchos de los agricultores y hortofruticultores de la rivera del río Tastavins. La sequía que el territorio padece desde principios de este año y la falta de regulación han provocado la ruina de buena parte de los cultivos por la falta de caudal en las acequias. El río lleva con muy poca agua en su cauce desde finales de primavera y está totalmente seco en muchos de sus tramos desde mediados de julio. Las consecuencias de esta situación son acequias con un caudal mínimo o directamente secas desde que comenzase a escasear el agua hace tres meses.

Desde entonces los agricultores, especialmente los de la parte baja de este río, no han podido efectuar ningún riego en muchos de sus huertos perdiendo todas las cosechas, principalmente tomates, cebollas, judías y otros cultivos recientemente recuperados como la alubia blanca y el garbanzo de La Portellada. Se trata de una situación que se repite recurrentemente y por ello muchos de los tradicionales huertos han ido perdiéndose en las últimas décadas. También se han perdido muchas de las históricas acequias que, de igual modo, no han renovado sus concesiones.
En el caso del río Tastavins, de 34 kilómetros de longitud y con una aportación anual de unos 25 hectómetros, su curso no cuenta con ni una sola infraestructura de regulación. «Contamos con el anteproyecto, con todos los permisos y la CHE respalda el proyecto. Solo falta voluntad política para que comiencen las obras de una infraestructura vital para nosotros», explicó Ricardo Blanch, alcalde de Peñarroya de Tastavins y representante de los municipios en el Sindicato de Riegos.
No solo la agricultura y la ganadería se ven afectadas. En un polo de atracción turística como lo es el Matarraña, parajes naturales como el icónico Salt y numerosas pozas del Tastavins llevan desde finales de primavera sin agua. Como es lógico, el paraje apenas recibe visitantes y apenas llegaron turistas durante todo el verano. Por ello el Ayuntamiento decidió no regular los accesos al paraje natural, con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo. «No hemos regulado la zona porque al no haber agua no hemos tenido casi visitantes. Con la regulación de accesos creábamos 3 puestos de trabajo», explica Gloria Serrat, alcaldesa de La Portellada.
El Gobierno central solo invierte donde hay más gente dejando a las regiones más pobres marginadas creando así un país cada día con más desigualdades y ellos son los responsables de la despoblación del medio rural con una hipocresía muy descarada solo detrás de los votos de regiones ricas para continuar en el poder
Los gobiernos centrales y auttonomicos , con mucha frecuencia , solo suelen hablar de GRANDES PRESAS .
Y a decir verdad , España esta saturada de GRANDES PRESAS . BOTON DE MUESTRA , MUY CERCANO .
Subcuenca GUADALOPE REGALLO . Presa de Santolea RECRECIDA , Aguas abajo Presa de Calanda ,
y en Alcañiz ESTANCA , Y aguas abajo Presa de CASPE o de CIVAN . Y alguno aun pide la presa del
del BERGANTES ,,,, Las grandes presas en el bajo aragon , en aragon , en españa , estan practicamente
todas construidas , y conforman un perfecto MALLADO de REGULACION . PERO PARA SUBREGULAR O
MEJORAR ESE MALLADO DE REGULACION , HACEN FALTA BALSAS LATERALES DE 2 A 5 HM3 DE
CAPACIDAD . BALSAS LATERALES un saludo desde Andorra
Debe ser más importante gastarse 1.5 millones en Beceite para hacer tontadas.
En Beceite también se gastaron 500 millones de las antiguas pesetas para hacer un desastre de trasvase, donde no había agua que solo sirvió para enfrentar a un pueblo y no consiguieron subir agua, al final el mismo río decidió arrasar las bombas, de hecho, fué el detonante por el cual se construyeron las balsas laterales,
(aunque entonces no se debió quejar usted, cuando nos hicieron mal)
Así es que cada uno se jode cuando le toca y ahora Beceite necesita ayuda en lo que está haciendo, que el pueblo y comarca sean un referente en Aragón y que la gran cantidad de visitantes no suponga un agobio en el día a día de los habitantes de allí
Si les han concedido 1,5 millones supongo que porque el ayuntamiento se habrá preocupado de hacerlo bien
Saludos
Tan importante es una cosa como otra. Por cierto, en Beceite hay 140 hectáreas anegadas ya en Pena para que otros lo aprovechéis. Era una de las mejores huertas de Beceite pero se hizo un pantano. Hay que ser un poco menos ignorante. Sin acritud.
que los regantes se paguen sus balsas… basta ya de tanto pedir y tan poco dar… ejemplo: la cooperativa de la almendra
los usos de las AGUAS , sus demandas , tienen una preferencia AGUA DE BOCA , GANADERIA , REGADIO , INDUSTRIA
una balsa lateral de 1 a 2 hm3 ( puede abastecer las demandas de 5000 a 7000 habitantes ) .
Si esa balsa se utiliza para solo REGADIO lo logico es que la sufraguen REGANTES , CHebro etc y alguna subvencion
de las diferentes diputaciones . Puede utilizarse para agua de boca , ganado y regadio , entonces los gastos , lo
logico es a ESCOTE . Ademas es muy facil CONTADORES VOLUMETRICOS . Y asi se sabe cada uno lo que
consume . Se tiene que pensar que el AGUA MAS CARA ES LA QUE NO SE TIENE .
los regantes que se paguen las balsas, los que usan las autopistas que las paguen los que hacen servir el ave que se lo instalen ellos y así sucesivamente
este es un país S ECO y si no se hacen más pantanos en breves lo pasaremos mal muy mal.
por favor escuchen a TODOS, estudien un mucho y después y como medestia opinen.
gracias por su tiempo