Careos, ceños fruncidos y mucha mala baba en algunas rimas es lo que se dedican sobre el escenario los participantes de la Aragón Freestyle League (AFL) dentro de la Liga Nacional de Freestyle (LNF). Admiración es lo que se profesan a pie de calle porque el rap es un género musical, pero sobre todo, un estilo y filosofía de vida y toda esa rabia que sale en forma de rimas se queda en el cuadrilátero en el que se libran las batallas de gallos. «Hermano» es la palabra más repetida entre estas grandes familias. La aragonesa se va haciendo más sólida y estructurada y sumando nuevos miembros desde que hace un par de años se pusiera en la marcha la liga de batallas de gallos que recorre las tres provincias.
Este domingo 12 en la Sala Creedence de Zaragoza (plaza de San Lamberto, 3) se librará la última, la gran final a partir de las 19.00. Allí volverán a vérselas por parejas improvisando rimas empleando conceptos dados sobre la marcha, en un tiempo marcado y con un jurado de excepción. Será la última oportunidad de ver en acción a estos rimadores que, cual trovadores, llevan sus versos allá donde sean requeridos. La segunda edición de esta liga que empezó hace unos meses consta de ocho participantes, de los que cuatro proceden de la provincia turolense: dos de la ciudad y dos del Bajo Aragón. El objetivo de este formato era descentralizar el movimiento rap de la gran urbe zaragozana y lo están consiguiendo aunque la gran final será allí, «que también se agradece», ya que el público potencial siempre es más y los dos que se juegan el título son zaragozanos.
«Está muy bien que estemos tantos porque la provincia turolense es grande y somos gente. Estamos dando de qué hablar en esta liga, se nos respeta porque nos hacemos respetar y creo que hacemos un buen equipo todos en general», dice Manu Millera, alias Miller (2004). Él es nuevo en la presente edición porque, aunque ya «tenía ganas de entrar en la primera» no pudo ser y lo hizo en la fase de ascenso. Sus primeros pasos los dio en su Alcorisa natal de la mano de otros amigos con los que quedaba a rapear los viernes al salir de clase. Eso fue el germen de Octava Rampa, agrupación con la que empezaron a organizar de vez en cuando algún torneo o batallas y así contactaron con más personas de la zona, como sucedió en este caso con Pablo Guía, alias PG (2001), quien ya había empezado en esto en Andorra. «Yo llevaría tres años en esto cuando conocí a los de Alcorisa pero no me había movido mucho, salía a rapear con un amigo los fines de semana al skatepark y poco más, porque sí que se hacía algo en Alcañiz pero no salíamos del pueblo. Fue con la liga cuando decidí dar el paso», cuenta el andorrano.
Al margen de los resultados, valoran todo lo que significa la AFL, especialmente cuando antes ellos mismos son los que se han encargado de organizar sus batallas. Ahora cuentan con un equipo detrás que se ocupa de todo. «Hace que tú disfrutes más de rapear y eso lo valoro un montón», añade Miller. «Igual los puntos no acompañan pero de cada jornada me llevo un buen recuerdo, lo estamos pasando muy bien y me parece súper importante conocer gente y ver otros estilos de rapear porque te puedes nutrir de ellos; sacas lo bueno de cada uno de los otros siete e intentas hacerlo tú también. Nos ayuda a proyectar un montón nuestro nivel», reflexiona. Apoya sus palabras PG, quien destaca lo subjetivo de la competición. «Te puedes quedar con 0 puntos e ir el último, pero luego ves a esa persona en los corros previos que hacemos porque nos apetece y es el mejor. Hay gente que vale para estar en esos corros y gente que vale para estar en el escenario. Todos coincidimos en que tener un micro en la mano y un público delante, te condiciona la mayoría de veces para mal pero una vez arriba te sueltas y te lo pasas como un crío», sonríe el andorrano.
A menudo sucede que las primeras filas de los pueblos donde realizan esas jornadas están ocupadas por niños. Y también por gente que ve por primera vez esto del rap en vivo y en directo. Para Miller es «una motivación» pensar que su actuación pueda ser la primera que vean de freestyle algunas personas. «Luego si hay curiosidad en Youtube buscas y te salen otras quince batallas recomendadas, así empecé yo, buscando y enlazando vídeos y vídeos hasta que me puse a ello», apunta. «En mi caso, como se suele decir, ‘todo esto era campo’ cuando empecé porque no había tantos referentes, y ahora salen raperos de debajo de las piedras y eso está bien porque significa que el mundo se diversifica y cada vez crecen las oportunidades, aunque por otra parte es verdad que destacar es más difícil al haber más competencia; es el reto también», señala PG.
Descentralizar y llevar el rap a todo Aragón
Desde el sur de la provincia son Marcos Pérez Julve (2001) y Miguel Ramos Alda (1998), alias Teo y Khiel respectivamente, los que recorren las tres provincias con la AFL y han entrado en contacto más estrecho con el resto de participantes. Los inicios son muy parecidos a los anteriores en el caso de Teo, que con 11 años empezó a escuchar rap hasta que llegó un momento en el pasó de receptor a creador junto a otros amigos en el parque. «Además de que llega un momento en el que quieres probar a ver si te sale a ti también, hacer freestyle como tal requiere muy pocos recursos. Basta con ponerte una base de Youtube o a alguien haciendo beatbox para ir rapeando y expresándote como quieras. Eso ayuda a que pases a la faceta más creadora que receptora», cuenta. Cada uno en la liga tiene su seña de identidad, y por lo tanto, sus métodos de preparación. «Creo que al principio sí que tienes que echar muchas horas rapeando con tus amigos o tú solo, pero creo que también es importante tener una base sobre lo que te gusta musicalmente y tener claro qué idea quieres hacer luego improvisando», comenta. «Hay muchas corrientes en el rapeo, es muy variado, y hay gente que se basa más en lo que dice, otras en cómo lo dice y otras en la puesta en escena… Hay variedad y en la liga también, que es lo bueno«, reflexiona.
En cuanto a esta revolución que ha causado la competición, Teo destaca la labor de la Asociación Hip Hop Teruel, que «se mueve y colabora mucho», y agradece la entrada de la liga. «Es una suerte que la AFL se haya metido en las tres provincias y que nos den un foco que era necesario», opina. Ahora con el final de la segunda edición, llega un parón de unos meses hasta primavera, un tiempo que unos aprovecharán para participar en otros torneos y otros para descansar la mente y el cuerpo, porque cada jornada implica desplazarse por los pueblos aragoneses. «En comparación con lo que hace la liga eso es un esfuerzo mínimo para nosotros y además se disfruta mucho conocer otros lugares», añade. Cada jornada la exprimen al máximo y llegan con el entrenamiento que les ha pedido el cuerpo esos días anteriores. «Rapeo en función de lo que me apetece quedando con algún amigo con el que me entienda bien. No me gusta forzarme a entrenar porque luego no va tan bien; prefiero llegar con ese rodaje y estar cómodo«, añade.
La referencia del deporte emplea su compañero Khiel para referirse a los factores que entran en juego cuando se trata de rapear con cuantos menos filtros, mejor. «En los deportes se nota el estado de ánimo y mental, y aquí es lo mismo, porque lo que más sale de ti es el pensamiento y si te pones filtros estás quitando caminos de decir cosas», dice. Khiel es zaragozano pero sus estudios de Psicología le llevaron a Teruel. «Ahí estoy representando a esta tierra, pero es que soy aragonés realmente porque me encantan las tres provincias», ríe. La final la jugará en cierto modo en casa. «Es lo que tiene ser aragonés, que siempre juego en casa», bromea.
Fue en la capital aragonesa siendo niño donde se empapó de la cultura musical que acompaña a la ciudad por historia. Empezó «más punkarra» escuchando a Ska-P o Boikot y pasó a «inventarse letras sobre la marcha» con su hermano a la guitarra. Fue en Teruel hace ocho años en la universidad cuando se soltó a rapear en improvisaciones y batallas y hace dos años llegaron las competiciones. El tiempo fuera de la AFL lo emplea más en componer que en batallar. «Para el ‘pechico’ tal y como soy yo me sienta mejor» confiesa. Sus composiciones dependen del ánimo, son maneras de liberarse. «La libertad que te permite ponerte en un escritorio, escuchar una base y pensar las rimas bien en vez de que las sueltes al momento es increíble», señala. Coincide con PG respecto a la influencia del entorno. Asegura que la gran diferencia que él nota es de hacerlo sentado y tranquilo a rapear de pie con un micrófono y ante el público, ya que son demasiados factores a los que atender.
Además de liberarse trata de dar un mensaje positivo, algo que no siempre es fácil. «Una de las cosas que he querido ser es ese capullo que te echa las cosas en cara para que evoluciones, pero luego en la batalla te mientan la madre o la novia y te trastoca», reconoce. La reacción dependerá mucho del estado mental y anímico de cada uno en ese momento. Él mismo reconoce su irregularidad en la liga por eso mismo, porque lo que sale de la boca es el reflejo del interior y eso hace que cada rapero sea único. «Tanto la forma de adaptarse a la base -que es de las cosas que más me gusta pero es lo más complicado- como darse cuenta de lo que quieres decir, son dos cosas que a veces se te cruzan un poco», asegura. Pase lo que pase en el escenario, el final siempre es el mismo. «El abrazo de después de la batalla es lo que más me suele gustar«, dice, y destaca que la gracia de estos careos es eso, poder exponer las diferentes maneras de pensar. «Yo soy de izquierdas y otros son un poco más liberales, pero al final es lo que mola, poder plantear tu discurso siendo irrespetuoso sabiendo que de todos modos hay respeto», apunta.
En esta liga habrá un ganador, descendidos y, por lo tanto, despedidas y caras nuevas para la próxima edición. Khiel tiene su objetivo claro: «Intentar estar concentrado, hacer mi papel y conseguir los puntos para quedarme porque quiero seguir viajando por Aragón».
La importancia del calor del público
Para los cuatro es básico el calor del público que han sentido en diferentes plazas como La Hoz de la Vieja con Khiel como MVP, Quinto o Villanueva de Gállego que acogió la penúltima jornada el pasado 8 de octubre y donde PG fue uno de los MVP. Si no puede ser en persona haciendo «ruido», puede ser en redes sociales. «Cuando alguien te escribe un comentario o un mensaje para decirte que ha visto una batalla tuya, se agradece muchísimo. Si le ha gustado, genial, pero si no, también nos ayuda a mejorar», dice Miller.
Las jornadas, o parte de ellas, se van retransmitiendo en el canal de Youtube y de Twitch de la AFL, así como en sus redes sociales desde las que realizan una buena labor de difusión y apoyo. A los participantes se les puede apoyar en las suyas propias, especialmente en Instagram, a través de @khielmc, @marcos_p.21, @pguia_ y @miller.r4k.