Caja Rural de Teruel ha puesto en marcha un programa de ampliación y mejora de su red de
cajeros automáticos, con este proceso que arrancó en el primer trimestre del año, la entidad
alcanzará la cifra de 56 cajeros distribuidos a lo largo de su amplia red de sucursales. Así
mismo, y con el objetivo de ofrecer un mejor servicio a socios y clientes, el plan contempla la
renovación de equipos que facilitarán, con nuevas funcionalidades, la realización de gestiones
habituales que hasta ahora sólo podían realizarse en ventanilla.
Con estos nuevos cajeros se mejora el servicio que ofrece la entidad, ya que los nuevos
terminales disponen de nuevas funcionalidades como la posibilidad de ingresar dinero en
cuenta, así como sacar dinero con el móvil o sin necesidad de introducir la tarjeta, gracias a la
tecnología NFC. Además de los servicios habituales como la retirada de efectivo, consulta de
movimientos y el pago de recibos.
El uso de canales alternativos como cajeros automáticos y la banca electrónica se han
demostrado clave en periodo de pandemia, acelerando su implementación y uso siguiendo las
recomendaciones sanitarias con el objetivo de prevenir contagios frente al COVID-19, ya que
disminuyen el contacto entre personas.
Esta actualización de equipos va en línea con el proceso de digitalización en el que se encuentra
inmersa la entidad, tras la implementación del Programa de Estrategia Digital iniciado el año
pasado por el Grupo Caja Rural. Este proyecto contempla la renovación de activos digitales,
desarrollo nuevos canales de interacción, nuevas propuestas de valor, business inteligence y la
potenciación de la cultura digital manteniendo la cercanía y vinculación con el territorio.