Calanda dio a conocer en la tarde del viernes los resultados y principales conclusiones del Proyecto Calanda, que se centra en la valoración biomecánica y postural de la población en edad de crecimiento. En total, han participado 66 niños y niñas con edades comprendidas entre los 10 y los 15 años. Las muestras se tomaron ya el pasado mes de diciembre, pero es ahora cuando se han presentado los resultados. Cabe destacar que la muestra se distribuyó en dos grupos, uno conformado por los alumnos del IES Valle de Guadalope y otro por los futbolistas federados de dos equipos del Club Deportivo Calanda. «Qué mejor que tener una evaluación de nuestra juventud, las personas que en un futuro van a guiar el municipio de Calanda (…) Para mí, como alcalde, es uno de los proyectos más bonitos que he impulsado, con el apoyo también, por supuesto, de las asociaciones del municipio», comentó Alberto Herrero, primer edil de Calanda.
Este estudio aplica una metodología novedosa de trabajo denominada BiPSys (Biomechanics Postural System), y que permite la detección precoz de alteraciones estructurales, la tecnificación deportiva y la prevención de lesiones. Se basa en un software propio que registra y estudia más de 150 parámetros del individuo y emite un informe personal completo. También dispone de herramientas de análisis de datos para el estudio, seguimiento y toma de decisiones sobre los dos grupos estudiados.
El Proyecto Calanda establece varios objetivos. El primero es la elaboración de un estudio personalizado a cada participante, a fin de que los niños y sus familias puedan conocer a fondo su postura corporal y todo lo que implica o puede implicar. Además, ofrece un análisis exhaustivo de la población en edad de crecimiento en el aspecto postural, biomecánico, y de la repercusión del deporte.
Ha permitido establecer unas serie de conclusiones generales muy interesantes. A nivel general, en los estudios biomecánico posturales realizados se han detectado características impropias de niños de esta edad. Se trata de problemas como el sobrepeso, o carencias posturales como falta de tono muscular, falta de flexibilidad y posturas deficientes, sobre todo en la espalda, tanto en bipedestación como en sedestación.
Estos problemas pueden estar relacionados o haberse visto agravados por el periodo de confinamiento, que alteró la actividad física cotidiana tanto a nivel individual como grupal. Esta inactividad, junto a los cambios en la dieta y posturas incorrectas durante un tiempo excesivo de uso de dispositivos electrónicos, pueden ser responsables tanto de sobrepeso, como del resto de alteraciones. «Lo hemos relacionado con esa época de hábitos sedentarios en la que incluso las costumbres que se han adoptado en el domicilio no han favorecido mucho. Hemos notado una relación muy directa con el índice de masa corporal», detalló Fernando Blaya, uno de los responsables del Proyecto Calanda.
A la luz de los resultados, los responsables del informe recomiendan un plan de actuación a nivel de información, organización de actividad física y seguimiento para corregir las deficiencias observadas.
Cada participante recibió este viernes su correspondiente informe, que aglutina gran cantidad de información relevante que las familias deberán interpretar para la toma de decisiones. El acto de presentación de los resultados tuvo lugar en la Casa de la Cultura de Calanda. El alcalde quiso agradecer a la empresa bajoaragonesa Alternatic su colaboración en este proyecto, del que ha sido patrocinador.