Calanda se engalanó este sábado como pocas veces para celebrar uno de los actos más esperados del año: la presentación de las reinas de cara a las fiestas del Pilar. Un poco de perfume por aquí, la camisa de los domingos por allá y el tacón reservado para las grandes ocasiones fueron el envoltorio de un evento multitudinario que congregó a cerca de un millar de calandinos y visitantes.
Las sillas dispuestas en el pabellón, más de 500, no fueron suficientes y muchos tuvieron que conformarse con presenciar el acto de pie desde el fondo o los laterales. ¿Para qué? Para verlas a ellas y a él, claro. A las siete reinas (y las tres infantiles) y al mantenedor, Mariano Radigales, que acapararon todos los focos en su gran noche.
Carla, Noelia, Paula, Dune, Andrea, Laura y Lola, además de Julia, Martina y Carolina, comenzaron el acto titubeantes y con los nervios a flor de piel pero, conforme pasaron los minutos, se soltaron para disfrutar sabiéndose protagonistas en una noche que difícilmente olvidarán. La presentación comenzó con la despedida de Raquel Moliner, reina de las fiestas de 2018, que ofreció un discurso de agradecimiento recordando vivencias y grandes momentos del año. «Para mí siempre seréis mis reinas», dijo a sus compañeras.
Después llegó el turno de Carla Sanz, su sucesora, que dejó bien claro que es una calandina «de pro» recordando sus raíces y agradeciendo el apoyo de su familia. A las reinas habituales (del Melocotón, de la Juventud, del Deporte, de la Peña Taurina y Real Moza del Cachirulo) se suma en 2019 como representante de las personas mayores Lola Urrios, quien se mostró agradecida y entusiasmada con su nombramiento.
Más allá de las diez reinas la vista también estuvo en el pregón del mantenedor, nacido en Zaragoza pero con Calanda en el corazón. «Tenéis que perdonarme pero, cuando me preguntan por ahí, digo que soy de Calanda», reconoció, al tiempo que relató un sinfín de anécdotas de su niñez y sus veranos en Calanda. Asimismo, recordó las principales señas de identidad del municipio: la Semana Santa, el melocotón y el cineasta Luis Buñuel.
El cierre corrió a cargo del alcalde, Alberto Herrero, que se mostró pletórico y destacó las recientes visitas del embajador de Taiwán en España, José María Liu, y de Vicente del Bosque. Animó a sus convecinos a divertirse y a dejar atrás los problemas y también recordó a todas las asociaciones que se implican en la vida diaria del pueblo. Cabe destacar que en el acto también intervinieron el Cachirulo, la coral y la banda, y que hubo una notable afluencia de representantes políticos locales, autonómicos y de ámbito nacional copando las primeras filas.
Recepción en las carrozas y visita al Templo del Pilar
Aunque la presentación fue el momento cumbre la tradición manda que los actos comiencen antes. Poco después de las 19.30 las reinas fueron recibidas en la plaza por la corporación municipal y, junto al mantenedor, firmaron en el Libro de Honor de Calanda. Posteriormente se produjo la ofrenda al Templo del Pilar, uno de los momentos más emotivos, y tras ello las protagonistas regresaron a sus carrozas para desplazarse hasta el pabellón.
Cabe destacar que este año se produjo una novedad en forma de animación musical: la tuna de la facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid llegó a Calanda para interpretar varias piezas tanto durante la tarde como en el picoteo posterior a la presentación.