La feria ganadera de Cantavieja cerró su 109 edición con el éxito que le precede desde sus inicios. Mantiene la esencia y es el punto de encuentro de profesionales del sector de muchos puntos del país. «El sector primario es una de las claves para no perder gente en estos pueblos, hay que apoyarlo y potenciarlo», dijo el alcalde, Ricardo Altabas. En la mañana de domingo, la sala del recinto ferial volvió a abrirse para acoger la subasta de ganado. Primero, subasta autonómica de ganado vacuno y ovino; después, subasta nacional de vacuno de raza pirenaica y finalmente, subasta nacional de ovino de la raza Ojinegra de Teruel. En total se subastaron cerca de 200 cabezas de ganado.
La raza ojinegra de Teruel tuvo un hueco destacado, así como la parte dedicada al equino en la zona exterior del pabellón ferial. Fuera, en las calles, 250 expositores comerciales llevaron sus propuestas a los vecinos y visitantes que recorrieron las calles e hicieron sus compras.
La cita ha contado con el apoyo de la Diputación de Teruel y de la Comarca del Maestrazgo. «La feria es una herramienta para los ganaderos porque pueden adquirir ejemplares selectos y hay que apoyar a los que invierten en este sector tan castigado. No tenemos competencia directa en él, pero somos la voz de todos los pueblos de la comarca y como institución, apoyar esta feria es muy importante», añadió el presidente, Roberto Rabaza.
La feria se ha desarrollado durante tres días y terminó este domingo con la entrega de trofeos a los ganaderos de ovino, bovino y equino. Los entregaron el alcalde; el presidente de la Comarca; el delegado territorial de DGA en Teruel, Benito Ros; en director general de Ordenación del Territorio de DGA, José Manuel Salvador; el delegado de presidencia de DPT, Antonio Amador; y el veterinario, Fidel Falo.