La campa de la Central Térmica de Andorra se ha convertido en el indicador de la vida útil que le queda a la instalación. Endesa mantiene como fecha de cierre el 30 de junio de 2020 pero la cantidad de carbón que queda almacenado allí, da para quemar hasta diciembre.
Desde que Endesa presentó el plan de cierre el pasado diciembre, la Central se ha ido apagando poco a poco y con ella, sus casi 40 años siendo el motor económico de la cuenca minera y de buena parte de la provincia. En la actualidad funcionan dos grupos de lunes a viernes y uno el fin de semana.
En cuanto a los trabajadores de la Central, 153 directos, Endesa ha recolocado a una decena hasta octubre y en noviembre se prevén cinco recolocaciones más. La próxima tanda será de 46 y sin convenio firmado. «Sin convenio es difícil que cumplan el pacto que adquirió con los trabajadores de recolocarlos cerca de casa. Sin convenio, te puede salir una plaza en Canarias y tener que cogerla», denunció este jueves el representante de CCOO en la Central, Antonio Planas, que calificó la situación de «chantaje». La última reunión en Madrid del Comité de Empresa con Endesa se produjo un día antes. La eléctrica trasladó que mantiene el 30 de junio como fecha de cierre pero también la intención de quemar todo el carbón que queda. «En cuanto se acabe el carbón, que será pronto, solo quedarían los de mantenimiento hasta junio», vaticinó.
Apoyó el cálculo el secretario provincial de UGT, Alejo Galve, que estimó que con el carbón almacenado en la campa, «diciembre es la fecha tope de actividad». Cabe destacar que esto ya lo advirtieron desde los sindicatos en enero cuando alertaron de que quedaba carbón para 80 días. «Veremos qué pasa con nosotros y las recolocaciones pero también nos preocupan los empleados de las subcontratas porque para ellos no hay plan», dijo.
Las 400 familias que dependen de ellas, siguen sin saber nada acerca de su futuro. El BOE, en su edición de este miércoles, recoge la orden por la que el Ministerio de Transición Ecológica da el visto bueno ambiental al proyecto de desmantelamiento de la Central Térmica. Estos trabajos, para los que no hay fecha de inicio, se alargará entre tres y cuatro años. Se desmantelará de forma completa toda la instalación, incluidas las chimeneas, y este proceso crearía entre 150 y 200 empleos. «Nadie nos dice nada acerca de nada, no sabemos qué pasará con nosotros más allá del cierre», lamentó uno de los portavoces de la plataforma de las subcontratas, Nicolás Bespín. Desde la agrupación -que este jueves acudió a la puerta del mitin de Pedro Sánchez en Teruel junto a otras plataformas-, recordaron la necesidad de ver hechos. Hicieron hincapié en el Plan Social. «Algo que asegure que los trabajadores de mayor edad tengan una jubilación digna si les queda poco para ello», dijo.
Compromisos incumplidos
El Gobierno Central está haciendo de la falta de empatía con el territorio una de las grandes señas de identidad del proceso de transición ecológica que ya inició de una manera abrupta. En la misma mañana del 16 de enero, los trabajadores de la última mina de Ariño supieron que no tenían que ir al tajo por la tarde. «Endesa ya no compra más carbón para la Central», fue el mensaje. Con precipitación, -y nocturnidad-, y sin opciones a las despedidas, se echó el cierre a cien años de historia minera en Ariño.
En este tiempo el Gobierno no ha cumplido ninguno de los puntos a los que se ha ido comprometiendo. Ni siquiera con los adquiridos antes de enero ya que fue en la Comisión Bilateral Aragón-Estado donde la ministra de Política Territorial y Función Pública del Gobierno Central, Meritxell Batet, asumió la segunda fase de la Elevación de Aguas a Andorra. En enero, dos días antes del cerrojazo a la última mina, Hacienda presentó presupuestos para 2019 que no especificaban una partida para el proyecto, necesario para la llegada de empresas. En el aire está, desde luego, el comprometido convenio de transición justa que la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se comprometió en su visita en enero a Andorra. Fijó junio como fecha para la firma, algo que continúa pendiente.
Pedro Sánchez: «Estoy pensando en Andorra…»
El presidente en funciones, Pedro Sánchez, celebró este jueves que las renovables se hayan fijado en Teruel. «Estoy pensando en Andorra», siguió en su mitin en Teruel en el que dedicó un minuto a la cuenca minera. «Este gobierno se compromete con las oportunidades de Andorra y con los trabajadores de la Central, con esa tierra que merece las mismas oportunidades de vida que el resto», añadió entre aplausos. Dijo que en los últimos meses «hemos puesto en marcha planes de transición y vamos a pelear en Bruselas para que en esta nueva comisión que va a echar a andar dentro de muy poco, haya recursos económicos para hacer una transición justa y crear oportunidades en tierras como la vuestra», concluyó. Durante el mitin, los socialistas cargaron con dureza contra Teruel Existe.
Reuniones previstas
El Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón ha convocado este viernes en Madrid a la comisión de seguimiento del Acuerdo Marco para una Transición Justa de la Minería del Carbón y el Desarrollo Sostenible de las Comarcas Mineras 2019-2027. Los sindicatos y la patronal conocerán el grado de cumplimiento del acuerdo que firmaron hace doce meses.
El jueves 17, el Ayuntamiento de Andorra se sentará con Endesa en la sede la eléctrica en Madrid. Por otro lado, si este jueves fue Pedro Sánchez el que estuvo en Teruel, para la próxima semana está prevista la visita de la Ministra Teresa Ribera, a Zaragoza. De momento, sin fecha fijada.
Un territorio en positivo
Agrupaciones como la Asociación Empresarial Andorra-Sierra de Arcos y Bajo Martín (AEA) hace meses comenzaron a lanzar diferentes acciones. «La noticia sería que no hay cierre pero, por desgracia, los trámites se van cumpliendo y tenemos que pensar en seguir adelante», dijo el presidente, Roberto Miguel. Todas las iniciativas están enfocadas desde el positivismo y, muchas de ellas, tienen que ver con el emprendimiento y se llevan a cabo con los más jóvenes en edad escolar. «A la gente se le debe una explicación, y a la administración habría que pedir rapidez en la puesta en marcha de las nuevas empresas antes de que se marche la gente y perdamos todo el capital humano», concluyó.