La Comarca del Bajo Aragón-Caspe cuenta desde este lunes con un nuevo servicio de urgencias sociales que busca dar respuesta a aquellas situaciones de vulnerabilidad, abandono o desamparo que requieran de una intervención inmediata y que no puedan ser atendidas en el horario de oficina (8.00-15.00). Con esta iniciativa también se busca cumplir con el decreto 184/2016 del Gobierno de Aragón, que regula la organización y el funcionamiento de este tipo de centros y establece que todos ellos deben poner en marcha un servicio 24h similar a este.
En el Bajo Aragón-Caspe, este nuevo proyecto funcionará por medio de un número de teléfono móvil interno (no apto al público) a través del cual diferentes entidades como centros escolares, sanitarios, ayuntamientos, protección civil, el 112 o Guardia Civil tendrán la posibilidad de contactar en cualquier momento y de forma directa con el personal técnico del centro comarcal de Servicios Sociales. Desde la entidad comarcal, la consejera responsable del área, Ana Jarque, cataloga esta medida como todo un logro, ya que permite dar respuesta a todas las situaciones de crisis que precisan de «una intervención y un soporte psicosocial inmediato».
Esta herramienta –que pretende cubrir las 24 horas de los 365 días del año- tiene la intención de resolver de la mejor manera posible situaciones de crisis y además poder hacerlo en momentos en los que no se puede esperar. «Está pensado para situaciones de abandono, crisis familiares, violencia o desamparo en la que prime la necesidad de intervención inmediata porque hay un riesgo de vulneración de la integridad física o social de una persona que no tiene una red familiar o capacidad individual de resolver la situación», subraya Alfredo Maranillo, coordinador del centro de Servicios Sociales en el Bajo Aragón-Caspe.
En cuanto al protocolo de actuación, una vez activado, se valorará la urgencia telefónicamente y a partir de ahí se considerará si es necesaria la atención física o si la telefónica es suficiente. Si la respuesta telemática no es suficiente, desde comarca se procederá a la movilización de sus recursos propios y especializados para resolver la incidencia.
Para poder ponerlo en marcha, desde comarca aseguran no haber necesitado contratar personal nuevo pero si haber reforzado la estructura del centro. «Nos hemos reorganizado y hemos establecido este turno de guardia con las personas que han querido entrar. A día de hoy estamos 4 trabajadores sociales, la psicóloga y yo, como coordinador», explica Maranillo.