Desde su descubrimiento en 1964 se han convertido en una de las piezas principales del Museo Provincial de Teruel
El pasado mes de octubre, el Museo Provincial de Teruel inició las mejoras de la restauración de Los Mosaicos de Calanda, una de las piezas principales de la exposición permanente del centro artístico provincial. La actuación ya ha finalizado y se pudo visitar de manera oficial durante el día de ayer.
La intervención ha supuesto una mejora significativa para la conservación y presentación de los Mosaicos de Calanda. Una intervención muy necesaria para este conjunto de indudable valor histórico y cultural, y que requería de ella para mantener toda la brillantez de un vestigio de enorme delicadeza y trascendencia.
Para acometer toda esta actuación, desarrollada por la empresa Artyco durante dos meses y medio, han contado con un presupuesto de 35.000 euros que han posibilitado revisar las soluciones adoptadas en su día para reintegrar las lagunas existentes en el Mosaico o las pérdidas del material original, como la de la tercera estancia y de forma exedra, así como la reintegración cromática o la colocación de los distintos fragmentos ya existentes.
Se trata, según ha destacó en la presentación oficial el diputado delegado del Museo de Teruel, de una actuación «destinada a recuperar gran parte del esplendor de una de las piezas más reconocidas, valoradas y significativas que tenemos en nuestra exposición permanente». Una intervención justificada por Gracia Suso porque «son muy relevantes las iniciativas culturales que desde este centro ponemos en marcha a lo largo del año, pero lo son también la conservación de los bienes en las mejores condiciones posibles y de manera que nos permitan explicar la historia de nuestra provincia», añadió.
Mejoras acometidas
La restauradora del Museo de Teruel, Pilar Punter, recordó que los Mosaicos fueron instalados en su actual ubicación cuando se inauguró la actual sede del centro cultural dependiente de la Diputación Provincial de Teruel en 1987. A partir de ese momento, manifestó, «realizamos de manera regular algunas pequeñas actuaciones destinadas a reparar las consecuencias del propio envejecimiento y también las incidencias que se produjeron por la acción involuntaria de algún visitante» pero en la actualidad «era necesaria una intervención más ambiciosa y pormenorizada para mejorar significativamente su estado actual».
Teniendo en consideración estos aspectos y las particularidades circunstancias de los Mosaicos de Calanda, así como el estado de conservación actual, las intervenciones concretas acometidas han sido las siguientes:
- Limpieza generalizada en seco realizada por medio de brochas y aspiradora, con el fin de retirar el polvo y las partículas ajenas depositadas en superficie.
- Retirada del antiguo barniz protector envejecido (goma laca) que con el tiempo se ha oxidado y por ello presenta una superficie amarilleada.
- Limpieza y retirada de los carbonatos presentes en algunas partes de los Mosaicos.
- Estudio de la posibilidad de poder modificar los problemas de alineación detectados en la cenefa del lado izquierdo de la segunda estancia.
- Las grietas de los morteros de las juntas de unión entre los diferentes fragmentos en los que se dividió el mosaico para su arranque y tratamiento, se sanearán retirando el material que no cumple su función y se volverá a aplicar un nuevo mortero de unión afín con los materiales circundantes (mortero de cal y arena).
- Revisión del tratamiento de las lagunas. Las de mayor tamaño presentan puntos débiles en cuanto a su función sustentante de las teselas del contorno de las lagunas y en cuanto a su consistencia superficial, al haberse detectado pequeños levantamientos de ese sustrato. Se propone para estos casos la aplicación de un nuevo mortero sintético con carga de arena lavada y de granulometría fina, que se superponga al antiguo una vez saneadas las partes desprendidas. Este nuevo mortero se elevaría hasta sujetar los bordes de las lagunas y así poder proteger y sostener las teselas que se encuentran en esos límites vulnerables.
- Unificación de los criterios de las reintegraciones cromáticas. Se propone la retirada de las reintegraciones imitativas de las teselas. En su lugar se crearía un fondo neutro por medio de un estarcido (pinturas acrílicas), sobre el que se realizaría un dibujo esquemático a línea, del desarrollo decorativo, para lo que previamente se habrían realizado los calcos de la decoración de los mosaicos.
- Aplicación de una capa de protección por medio de una resina acrílica (tipo Paraloid B-72), en baja concentración o disolución con la que se realizarán pruebas previas.