La reivindicación comenzará el 15 de marzo y se prolongará durante todo el fin de semana frente a la estación de buses de la Villa Minera
La Plataforma de las Subcontratas de la Central de Andorra ha organizado una acampada «por el futuro de la Comarca» el próximo fin de semana en una explanada frente a la estación de autobuses de la Villa Minera. El colectivo ha programado este nuevo acto reivindicativo, que comenzará el viernes 15 de marzo a las cinco de la tarde y se alargará hasta la misma hora del domingo, con el objetivo de seguir visibilizando la problemática de 400 familias. Mientras Endesa ya ha firmado un preacuerdo para la recolocación de sus 153 trabajadores, la eléctrica ni si quiera ha querido reunirse con los empleados de las empresas auxiliares, que siguen «sin saber nada» sobre su futuro.
«El objetivo es que se nos siga viendo. No vamos a parar hasta que se dignen a escucharnos porque nos merecemos respuestas. No nos dicen nada y la incertidumbre es cada vez mayor». Así explica la andorrana María José Peralta el por qué de la acampada del próximo viernes 15. Ella es una de las muchas mujeres que integran la Plataforma de las Subcontratas y su pelea es la misma que la de su marido, que trabaja en la Térmica: «que la Central no cierre mientras no haya alternativas reales para toda la zona».
Desde el colectivo de las contratas siguen viendo con incredulidad la situación actual. No comprenden que Endesa no se quiera sentar a negociar con ellos y se sienten abandonados. «Endesa solo piensa en los suyos. Nosotros no somos nada para ellos, ya nos lo han dicho. Mi marido es un trabajador de segunda», lamenta Peralta.
El sentir de María José es compartido por el resto de mujeres que sufren esta problemática, sobre todo para las que día tras día acuden hasta la Central para realizar su jornada laboral. Nati Pérez lleva 32 años trabajando en las labores de limpieza de la Térmica y ahora observa con cabreo como Endesa mira para otro lado ante la situación. «La Central funciona gracias a nuestro trabajo. Está claro que los trabajadores de Endesa hacen que funcione, pero somos los empleados de las contratas los que acudimos cuando hay problemas. Ahora eso no importa».
Futuro más allá de los 50
Con la fecha de junio de 2020 en el horizonte, la incertidumbre y preocupación es cada vez mayor entre los empleados de las contratas. Endesa no dice nada y tampoco las empresas para las que trabajan. Por el momento la única noticia que tienen es el compromiso de la eléctrica con recolocarlos durante las tareas de desmantelamiento de la Central. Solución que definen como «una tomadura de pelo». «En Compostilla prometieron lo mismo y allí los trabajadores despedidos han tenido que enviar sus currículums a las empresas que se encargan del desmontaje. No todos han tenido la suerte de entrar y aquí, lamentablemente, pasará lo mismo», comenta María José Peralta.
Nati es la delegada sindical en su empresa, Limpec21, y cada semana pregunta a su supervisora sobre el futuro. La contestación, siempre la misma. «No sabemos nada. Seguimos a la espera de noticias». Junto a sus siete compañeras (un hombre y seis mujeres) aguarda respuestas que puedan dilucidar su futuro. «La verdad es que lo vivo con nervios. Tengo 50 años y sé que si me despiden, no encontraré trabajo. Mis compañeras están igual, porque soy la más joven de mi empresa, y mucha gente de las contratas está en la misma situación. Si se consiguiera alargar la vida de la Central hasta 2030, quizás muchas de estas personas podrían llegar a jubilarse».
María José comparte la misma preocupación. Su marido es de la misma quinta y «con esas edad es muy complicado encontrar trabajo». Al mismo tiempo, teme que el fin de la Central del carbón también le pueda afectar de manera directa. «Trabajo a tiempo parcial como guía turística y si la Térmica cierra, la gente se irá de Andorra. Sin gente no habrá turismo y me quedaré sin nada. Pero no solo seré yo, sino que muchas familias se van a quedar sin nada».
Aviso a los políticos
Las mujeres del carbón tienen muy claro que el final del carbón no es nuevo. La fecha de junio de 2020 estaba encima de la mesa desde 2010 y por eso culpan también a los gobiernos, de Aragón y España, de la situación actual. «Deberían de haber hecho algo más en todo este tiempo. Los políticos deberían de meter un poco de mano y ayudarnos. Si cierre la Central son 400 las familias que se quedan en la estacada», destaca Nati.
Temen que la cercanía de las elecciones pueda traer consigo los mismos compromisos políticos que llegaron hace años y que nunca se llegaron a cumplir. «Llevamos ocho años viéndole las orejas al lobo y siendo muy reivindicativos, pero lo cierto es que ni Gobierno de Aragón ni Gobierno de España han hecho nada en todo este tiempo. La confianza en ellos se nos ha acabado», comenta Tere Alquézar, otra de las integrantes de la Plataforma de las Subcontratas.
Este mensaje será uno de los muchos que se repetirán durante la acampada que ha organizado la Plataforma para el próximo 15 de marzo. De viernes a domingo estarán instalados frente a la estación de autobuses de Andorra para reivindicar soluciones a su situación. Durante el fin de semana se celebrarán diferentes actividades, entre ellas una caminata, el domingo por la mañana, que saldrá desde el campamento base hasta la Central para gritar «no» al cierre por parte de Endesa.