El CPIFP Bajo Aragón fue uno de los primeros centros integrados de la comunidad autónoma que comenzaron a funcionar en el curso 2010-2011. Desde entonces, 1.200 alumnos han pasado por sus aulas formándose en alguna de las cinco familias profesionales que se imparten: administración, sanidad, informática, electricidad y automoción. La conmemoración de su décimo aniversario coincide con la Semana de la Formación Profesional que se celebra desde el lunes en todo Aragón. Una de las actividades que el centro ha organizado es una exposición en la entrada del edifico Botánico Loscos con recuerdos y fotografías de estos últimos 10 años.
«Tenemos algunos de los planos originales del edificio Botánico Loscos que en su día fue la granja y campo de prácticas del Instituto Laboral de Alcañiz, el primer organigrama del CPIFP, maquetas de hace 60 años del proyecto y la memoria didáctica de un trabajo de oposición del profesor Miguel Navarro, que trabajó durante años en el centro; y, por supuesto, fotografías de esta última década centradas en las actividades que se han realizado», explica el director del CPIFP, José Ramón Ollés.
Estudiantes de todo el Bajo Aragón Histórico eligen el centro alcañizano para realizar sus estudios de formación profesional. Hay rutas escolares desde las comarcas del Matarraña, Andorra-Sierra de Arcos, Bajo Martín y este mismo curso se ha incorporado una desde Caspe. Estudian grados medios y superiores de electricidad, informática, administración, automoción y sanidad. Estos dos últimos estudios incluso atraen a alumnos del resto de Aragón y de España.
Ollés recuerda que hace 10 años había en torno a 350 alumnos en el CPIFP, mientras que ahora la cifra asciende a más de 550. «Hace una década, de cada 100 plazas que ofertábamos teníamos 69 solicitudes y ahora que hay más grados, de cada 100 plazas, tenemos 90. Las solicitudes en algunos ciclos superan al número plazas y es necesario establecer notas de corte para entrar», detalla Ollés.
No es de extrañar que la demanda de Formación Profesional haya crecido, cuando los más de mil alumnos que se han titulado del centro han encontrado empleo con facilidad. «Este miércoles estábamos mirando las estadísticas de inserción laboral y son muy buenas en todas las familias profesionales. En las tres de carácter técnico -informática, electricidad y automoción- estamos en el 100% de inserción laboral en un año. Todos los alumnos que terminan se colocan y entran a trabajar», destaca el director del centro. Han llegado a llamar de otras comarcas y provincias solicitando alumnos egresados y la bolsa de empleo del centro no ha podido atenderlas.
Innovación en la enseñanza
La innovación ha sido una de las claves del crecimiento del CPIFP en esta década. Fue el primer centro de la provincia de Teruel en tener Carta Erasmus de Educación Superior y ahora es el único en este ámbito territorial que tiene Carta Erasmus de Formación Profesional. Este mismo fin de semana 13 alumnos han partido a Francia, Italia y Malta a realizar sus prácticas formativas. «Además en este curso estamos participando en tres asociaciones con universidades y centros de educación superior o politécnicos de toda Europa», añade Ollés.
El centro también es pionero en la enseñanza basada en metodologías activas. En el Grado Medio de Sistemas Microinformáticos y Redes del CPIFP Bajo Aragón aprenden con retos y proyectos y, a partir del año que viene, también lo harán en el Grado Superior. La noticia la recibieron este mismo miércoles cuando les llamaron desde Teruel para comunicarles que su proyecto educativo había sido aprobado y, además, con la mejor puntuación de todo Aragón.
Este mismo jueves dentro de los actos de la Semana de la Formación Profesional se presentaron las conclusiones del proyecto de innovación de Diagnosis Guiada que se ha llevado a cabo junto a los centros integrados de Soria y Navarra, el Centro de Innovación para la Formación Profesional de Aragón y la empresa Grup Eina Digital de Gerona. Alumnado y profesorado de automoción de las tres comunidades autónomas dispondrán de tres vehículos preparados para simular fallos y averías. Este jueves también se celebró la feria de empleo en colaboración con la Cámara de Comercio y se entregaron los diplomas a los alumnos que terminan este curso su grado.

Pese al trabajo constante para conseguir una formación profesional de calidad todavía queda «un largo camino por recorrer» para que tenga la misma aceptación que la universitaria. «Estamos en la línea buena», subraya Ollés, quien explica que la Comisión Europea tiene claro que «la formación profesional debe convertirse en la primera opción educativa». «Estamos muy acostumbrados en que se oriente al alumno a estudiar una carrera universitaria y, a que si no llega, haga formación profesional. Eso es un error porque la mayor parte de la gente tiene que trabajar en puestos que se relacionan directamente con la FP y, además, la formación profesional puede ser una buena puerta para seguir estudiando otras cosas», señala.
A la pregunta de qué le falta CPIFP por conseguir, su director José Ramón Ollés tiene la respuesta clara. Y, entre risas, no puede evitar decir en voz alta un pensamiento que comparten el resto de alumnos y profesores: «Que la gente sepa que existimos. Alcañiz sigue sin saber que tiene dos centros, que una cosa es el IES y otra el Centro Integrado».