Tres días bastaron para que el paso de Cristina Morales por Belmonte de San José dejase el suficiente buen sabor de boca como para continuar invitando a más escritoras al pueblo a impartir talleres literarios. La idea se llama ‘Encuentros sonados’ y este ha sido el primero de muchos. Es lo que esperan en la Casa de Belmonte -refugio para escribir-, y en la Casa Jardín Filou, ambos espacios ubicados en el pueblo y que unieron recursos por primera vez para sacar adelante este evento que volvió a convertir las calles belmontinas en el lugar de paseo de escritoras y periodistas que acudieron al taller. En concreto fueron diez y vivieron una intensa experiencia aprendiendo de la autora de ‘Lectura fácil’, su obra más reciente.
En el anuncio se ofrecía «naturaleza, oxígeno, conversaciones, mesas y sobremesas» y parece que esto, especialmente lo primero, es lo que convenció a Morales para aceptar la propuesta que le llegó en un correo electrónico desde el Bajo Aragón. Según la propia autora, que dijo «sí» porque se trataba de trabajo, que se desarrollase «en mitad del campo era un aliciente para hacerlo más contenta». Era una forma de salir de su rutina de Barcelona, Madrid y Bilbao, ciudades a las que se añaden otras grandes urbes europeas como Berlín, Viena o París. Buscó Belmonte en el mapa y viajó «con ganas de abrazar el desconocimiento», aunque con la tranquilidad que le dio la organización «siempre pendiente de todo ya desde la comunicación por correo electrónico». El taller comenzó el 30 de enero y terminó el 2 de febrero. Se marchó habiendo disfrutado de un pueblo «extraordinariamente limpio y cuidado» y con las explicaciones bien interiorizadas de la señora Enriqueta sobre el pueblo en general y la iglesia en particular.
Morales firma obras como ‘La merienda de las niñas’, ‘Los combatientes’, ‘Terroristas modernos’, ‘Introducción a Teresa de Jesús’ y la más reciente ‘Lectura fácil’ (Anagrama, 2018), que le valió el premio Herralde y el Premio Nacional de Narrativa en 2019. También el Premio Internacional de Literatura de la Haus der Kulturen der Welt de Alemania en 2022.

Su taller versó sobre ‘La pulsión política en la creación literaria’. Fueron tres jornadas intensas de lo que llamaron «seminario colaborativo en medio de un valle Mediterráneo» con ocho horas de trabajo con la autora. A las participantes -en su mayoría fueron mujeres- se les hizo llegar una bibliografía previa y a su llegada, un dossier de trabajo. Diez personas respondieron a esta primera llamada y se desplazaron a Belmonte desde las Islas Baleares, País Vasco, Madrid, Barcelona y el propio Belmonte, un pueblo que ha dado y sigue dando a hombres y mujeres de letras. «Para nosotras era muy importante que estuviesen porque en el pueblo hay gente que escribe y lo hace muy bien y porque quien viene de fuera se va encantado y suele volver, así que, las escritoras de Belmonte también tienen que estar», dijo María Ruiz, la impulsora de la Casa de Belmonte, el refugio para escribir. Los desayunos, comidas y cenas se hicieron en común entre participantes y también con Morales. «Es de agradecer la predisposición que tuvo a todo, se interesó por el pueblo y también se sumó a los ratos de comida, porque las horas de taller se trabajan duro pero compartir los descansos es importante porque se conversa y son muy enriquecedores», añadió.
A la Casa de Belmonte van escritores todo el año y también las ganadoras de la Beca de autores noveles que en 2022 alcanzó su segunda edición alumbrando tres nuevos proyectos. Para estos nuevos ‘Encuentros sonados’ recurrió a su vecina Nele Vanparys, que acaba de arrancar con la Casa Jardín Filou, resultado de la rehabilitación de cinco corrales. Es belga de nacimiento y belmontina de adopción porque ya suma unos cuantos años en el pueblo y con un alto grado de implicación en su vida social y cultural. Por cuestiones de espacio y logística, Filou fue perfecto para alojamiento, desarrollo de las sesiones y las comidas y cenas. «Ha sido un reto y pensamos que ha salido bien aunque siempre se puede mejorar. Hemos intentado que la gente se sienta como en su casa y tenemos muchas más ideas para el pueblo», dijo.
De momento, en lo que respecta a la actividad literaria, se está fraguando un proyecto con Nuria Labari. La escritora y periodista es autora, entre otros títulos, del revolucionario ‘El último hombre blanco’, publicado el pasado año.
En Belmonte encuentros literarios y en Alcañiz una discoteca en el centro del casco histórico.
¡Felicidades!