En la España despoblada basa Cruz Roja su último estudio a nivel nacional, con el que alerta de que la vulnerabilidad aumenta en jóvenes y mayores que residen en núcleos menos poblados. «Nuestra actividad se desarrolla en diferentes áreas de intervención y conocemos con detalle lo que les pasa a las personas mayores, a las mujeres en dificultad social o que sufren violencia de género, a las personas que no tienen empleo, a las familias con hijos en edad escolar, a los jóvenes sin oportunidades y creemos que es importante trasladarlo al conjunto de la sociedad», explica el presidente, Javier Senent. Con la elaboración del informe «La vulnerabilidad social en el contexto de la España despoblada», «buscamos claves para reorientar nuestra intervención, detectar nuevas necesidades, sensibilizar a la sociedad sobre la realidad, construir alianzas y trabajar conjuntamente con organizaciones y entidades que están presentes y actúan en estas zonas rurales», añade. Desde Cruz Roja recalcan que las vulnerabilidades son pareceidas a las de las zonas urbanas, pero el entorno en estos contextos rurales, «fragiliza más». El boletín con el estudio completo está disponible para su consulta a través de la web de la entidad.
En el territorio, hay agrupaciones de Cruz Roja en todas las comarcas: Bajo Aragón, Maestrazgo, Andorra Sierra de Arcos, Bajo Martín, Matarraña y Bajo Aragón Caspe. Este año destaca el impulso a Cruz Roja en Andorra a través del convenio con el Ayuntamiento. Está dotado con 94.000 que se distribuyen en varias partidas: atención urgente de primera necesidad, ayudas al alquiler y paliar la exclusión escolar y otra partida se reserva para la contratación de una trabajadora social que gestione todo este plan. Una importante partida, y que supone la principal novedad, se destinará a apoyar a familias vulnerables con la distribución de vales en alimentación y productos de limpieza e higiene de primera necesidad para gastar en comercios locales. Las valoraciones de cada familia serán trimestrales y las realizará la trabajadora social. El importe de los vales dependerá de los miembros que compongan la unidad familiar. El Ayuntamiento ya ha informado a los establecimientos y a la vuelta de Navidad, una vez notifiquen cuales están interesados en participar, se procederá a la baremación de las familias para comenzar con la prestación.
Este convenio refuerza las acciones ya que en febrero suscribieron otro con Fademur y el Consistorio para ayudas de urgente necesidad, que pronto se agotó. «Funcionó de maravilla pero en mayo se agotaron los recursos cuando tendrían que extenderse hasta 31 de diciembre», indica el presidente de Cruz Roja Andorra, Julio Villanueva. «No queremos que nadie se quede atrás en lo básico y en este caso, el Ayuntamiento nos puso las herramientas para que podamos hacerlo», añade.
Además de estas ayudas, este año desde Andorra han gestionado y repartido en tres entregas en marzo, julio y noviembre, un total de 365 paquetes -uno por unidad familiar- con alimentación y productos de higiene y limpieza del Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD). Han tramitado 202 ayudas económicas de urgencia destinadas al pago de suministros de luz, gas o farmacia; 30 ayudas al alquiler y 35 para materiales escolares. En el programa de inmigración han atendido a 35 personas en asesoramiento y acompañamiento en tramitaciones. «No son ayudas económicas específicas para personas extranjeras», puntualizan. Más de 1.250 personas se han atendido en la comarca Andorra Sierra de Arcos este año en cerca de 4.000 actividades. «Estas ayudas se complementan con acciones grupales como el desarrollo de talleres de búsqueda activa de empleo, ya que el objetivo es la inserción en el mercado laboral», indica Miriam Triguero, trabajadora social.
Cruz Roja Bajo Aragón por su parte, trabaja con numerosos proyectos siempre realizando una atención integral que en muchos casos implica a más de un área. 200 familias en situación de vulnerabilidad se han beneficiado este año del reparto de alimentos y 100 de la ayuda económica que implica desde el pago de la compra al alquiler, los suministros o medicamentos. Esto último está financiado por DGA, DPT, Ayuntamiento de Alcañiz y CEOE. También realizan atención psicológica, por cuya consulta han pasado 50 usuarios, atención a la mujer (42) y ayuda en la búsqueda de empleo. 60 bajoaragoneses han completado este año el itinerario en el que reciben información laboral, orientación, técnicas de búsqueda de empleo y formación en capacitación y habilidades sociolaborales. De ellos, 20 han conseguido un trabajo, un dato que califican de éxito en Cruz Roja ya que se trata de personas con baja formación que no completaron los estudios. Una de sus principales labores es el acompañamiento a personas mayores, unos 100 usuarios; y los talleres, con 50 asistentes.
Campaña de voluntariado
La ONG ha superado todas sus previsiones logrando efectuar más de 37.000 intervenciones integrales en ámbitos relacionados con emergencias, salud, inclusión social, educación y empleo en la provincia de Teruel en los últimos meses. En el ecuador de la Navidad, la organización insiste en que el trabajo realizado únicamente ha sido posible «gracias a la gran respuesta social, del sector empresarial y las administraciones públicas«. Pero sobre todo, «gracias al esfuerzo de las personas socias y el voluntariado«.
El resultado de este trabajo se debe sobre todo al apoyo del voluntariado de Cruz Roja, que en Teruel supone activar una red de 800 personas. Para la entidad, el esfuerzo que estas personas han realizado resulta esencial para dar respuesta a miles de situaciones que lo requerían, no obstante ahora, una vez se realiza balance de la actividad, se insiste en la necesidad de aumentar urgentemente el número de voluntarios, ante el incremento sustancial de situaciones en las que debe darse respuesta urgente.
Si se analizan por áreas de actuación, en el ámbito de Socorros y Emergencias, Cruz Roja Teruel ha ofrecido respuesta a 4.808 personas. En el área de Salud la cifra de atención se sitúa en 10.790 respuestas. Por su parte, en materia de inclusión social, la respuesta a personas alcanza la cifra de 9.571 respuestas. En el área de empleo, la cifra se sitúa en las 2.291 atenciones. Por último, el área de educación ha supuesto dar respuesta a 3.026 demandas de atención.
Ante esta situación, Cruz Roja Teruel hace un llamamiento para seguir atendiendo personas que se encuentran en riesgo de vulnerabilidad y pide la colaboración de todas aquellas personas que puedan dedicar una parte de su tiempo, por poco que sea, a realizar voluntariado ayudando en el entorno más cercano a solucionar situaciones complejas a las que debe hacerse frente.
Por ello, lanza la campaña «Personas que ayudan a personas», un llamamiento urgente al que cualquiera pueda responder de múltiples formas, para lo que se pone a disposición el teléfono 978 602 609, los teléfonos de cada agrupación local y comarcal o la propia página web de la organización.
En este sentido, Cruz Roja Bajo Aragón cuenta con cinco profesionales- una psicóloga y cuatro trabajadoras sociales- que pueden desarrollar sus proyectos gracias al trabajo de los voluntarios. Disponen de una bolsa de 180 personas aunque de forma activa el número de colaboradores se reduce a unos 50 ya que el resto aporta un apoyo más puntual. «Animamos a los bajoaragoneses a que colaboren porque para nosotros el papel de los voluntarios es clave, somos cinco trabajadoras y sin ellos sería imposible atender a todos los usuarios», afirma Patricia García, trabajadora social. El papel de los voluntarios no solo es ayudar por ejemplo en el acompañamiento a personas mayores al médico o a realizar recados sino que también pueden impartir un taller de alguna materia que dominen.
Desde la Asamblea Local de Caspe, el voluntariado mueve actividades como las clases de Español a mujeres inmigrantes o las clases de refuerzo escolar. El papel de las personas voluntarias no se limita, ya que también contribuyen a ayudar de forma puntual a personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social y participan en campañas de sensibilización. Tienen novedades para lo que precisan de la ayuda voluntaria. Se trata del desarrollo de un programa de empleo que ultiman y de «Enrédate» enfocado a mayores. «Solo se necesita una hora y media a la semana», invitan.
Eventos navideños
Durante estas fechas, desde las agrupaciones se realizan distintas acciones junto a administraciones, asociaciones o clubes deportivos. En la San Silvestre de Híjar de este viernes se recogieron productos de primera necesidad tal y como se hace desde que se empezó a organizar esta cita de fin de año en la localidad de la mano de Culturhijarte y el Ayuntamiento.
Este mismo domingo día 2, Valderrobres celebrará su primer torneo de fútbol solidario de categorías Alevín y Benjamín de los equipo de Alcañiz , Calanda y los anfitriones. Se desarrollará durante toda la mañana, y además de la parte deportiva, se recogerán productos de limpieza e higiene y material escolar cuyo reparto gestionarán desde Cruz Roja y Servicios Sociales de la Comarca del Matarraña.
En una acción similar reciente en la Ciudad del Compromiso, el Club Deportivo Caspe logró más de 70 juguetes que Cruz Roja reparte entre niños y niñas de la comarca.
«Quien colabora con nosotros siente que aporta a la sociedad»
«Muchos mayores viven solos pero con nosotros no están solos«. Así explican desde Cruz Roja Bajo Aragón la importante labor que realizan con ancianos a los que acompañan al médico y ya que salen a recados del día a día. También les realizan un seguimiento de su estado por teléfono para saber que están bien y que muchos aprovechan para hablar y mitigar su soledad.
La atención a mayores y los talleres es uno de los numerosos proyectos con los que trabaja la agrupación bajoaragonesa, que también realiza un reparto de alimentos tres veces al año, aporta ayuda económica, atención psicológica, facilita la búsqueda de empleo y atención a la mujer. Todos ellos no serían posibles sin su red de voluntarios. «Todo el que viene se siente satisfecho, siente que está aportando a la sociedad», explica su presidente, José Enrique Pérez, cara visible de las numerosas personas que colaboran para ayudar a los más vulnerables.
En 2020 aumentaron las atenciones y este año ya se ha normalizado la situación con un perfil muy diverso. Perciben que en Alcañiz hay más necesidad que en los pueblos, en los que se nota la ayuda vecinal; y que también reciben a personas desempleadas que deciden probar suerte desde otras localidades de Aragón u otras comunidades al tratarse de una ciudad media con todos los servicios.

«Cualquier persona es susceptible de necesitar ayuda, no hay perfil»
Cruz Roja en Andorra tiene su sede en Andorra en un edificio municipal que el Consistorio cedió en un reciente pleno por 50 años a la organización. Señal de confianza con el trabajo que realizan sus cuatro trabajadoras. «Cuánta más gente sea voluntaria, más podemos abarcar y llegar a más personas», invita sonriendo Alba Biel, que se ha encargado de Juventud y de gestionar el reparto del Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD).
Entre las acciones que han implicado a jóvenes, hay un taller de prevención de las enfermedades de transmisión sexual que se desarrolló en dos recreos del IES Pablo Serrano. Con los pequeños se realizó un taller sobre alimentación. Este año se organizó desde la entidad andorrana el Certificado de Transporte Sanitario que culminó con un simulacro de accidente múltiple que implicó el despliegue de todos los efectivos.
La de los talleres es la misma dinámica que se sigue con los mayores en proyectos de los que se encarga Laura Cucalón, como «Enrédate» para prevenir la soledad no deseada, o «Salud constante» en el que dan las pautas para un envejecimiento saludable. Además de las ayudas a domicilio, prestan transporte con vehículo adaptado en convenio con la Comarca.
En cuanto a empleo, colaboran con la Fundación San Ezequiel Moreno. «Son agencia de colocación oficial y nosotras les hacemos muchas derivaciones de la gente que viene en busca empleo, que cada vez es más porque ya no hay perfiles, cualquiera puede necesitar ayuda y para eso estamos», dice Miriam Triguero, trabajadora social de la entidad andorrana. «Estamos atendiendo a gente que nunca ha tenido que recurrir a un apoyo pero entre la situación laboral con despidos o Ertes, a lo que se suma el incremento en las facturas de suministros, la realidad de personas que antes tenían una situación completamente normalizada ha cambiado», concluye.