El Defensor del Pueblo ha vuelto a solicitar a la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), -ante la demora en remitir la información en la primera solicitud-, que contesten de urgencia a su solicitud a petición de la plataforma Vialaz. Así se lo han hecho saber a la agrupación.
Desde Vialaz siguen reivindicando que el río Aguasvivas debe llevar un caudal mínimo durante todo el año desde Almonacid a la desembocadura. Es decir, que nunca debe quedar seco por completo a su paso por Vinaceite, Almochuel, Azaila, La Puebla de Híjar y La Zaida.
En enero se dirigieron al Defensor del Pueblo, organismo en el que alegaron «indefensión» ya que después de casi dos años de haber solicitado reuniones, continuaban esperando una entrevista con la Secretaría de Estado del Medio Ambiente y Dirección General del Agua del ministerio de Transición Ecológica y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
Tras meses de lo que denunciaron «silencio administrativo» obtuvieron la respuesta del Defensor del Pueblo en Madrid que les trasladó que «una vez estudiada la queja», procedía admitirla a trámite. Ahora, el mismo organismo ha contactado con la plataforma para informar de que se ha vuelto a requerir a las administraciones a que den una respuesta.
«Es una buena noticia porque quiere decir que no está parado. Llevamos más de dos años esperando una reunión y nadie nos dice nada y al menos sabemos que el Defensor está detrás», dijo el portavoz de la plataforma, Daniel Pequerul.
Reparaciones en el embalse
El aspecto que luce en la actualidad el cauce dista mucho del que suele ser habitual tras un invierno con nieve y una primavera lluviosa. «Ahora hay pozas y charcas, algo inusual. De no ser por el clima que ha habido, estaría seco como cada verano», añadió Pequerul. Ya en febrero, el cauce bajaba lleno como efecto del temporal.
Este mismo temporal causó daños en infraestructuras. De hecho, la CHE intervino en mayo en el embalse de Moneva de emergencia por los efectos de la borrasca Gloria en el canal alimentador del embalse. Se trata de unos «trabajos de emergencia que buscan garantizar el suministro de usos esenciales en la cuenca del Aguasvivas». Esta actuación tomada en consideración en Consejo de Ministros y contó con un presupuesto de 423.000 euros. Los «graves desperfectos sufridos» por las precipitaciones extraordinarias a finales de enero provocaron el corte de la segunda fase del canal alimentador, única alternativa ordinaria para el llenado, del que dependen 3.000 hectáreas y sirve, a su vez para dar suministro directo al municipio de Moneva.
Este canal discurre paralelo al río Aguasvivas por su margen izquierda por 19,7 kilómetros. El 21 y 22 de enero se registraron precipitaciones extraordinarias que llegaron a los 100 l/m2 en el azud de Moneva. La mayoría se presentaron en forma de nieve, pero la posterior elevación de temperaturas obligó a verter el 28 y 29 de enero en las cuencas del Huerva y Aguasvivas por encima del caudal de daños.