Al margen de los daños que causó la borrasca Gloria en el territorio, las precipitaciones del temporal están dejando estampas poco habituales en los cauces de los ríos y el Aguasvivas no está siendo una excepción. Desde hace una semana, el agua llega desde la presa de Almonacid de la Cuba y sigue su curso hasta el Ebro. Cruzar la N-232 en Azaila es hacerlo sobre su cauce, algo que no suele verse.

Esta es la imagen que defienden desde la plataforma Vialaz. Una agrupación que sigue en su lucha para conseguir que durante todo el año, el río lleve un caudal mínimo desde Almonacid y el resto de los últimos 35 kilómetros hasta la desembocadura. Es decir, que lleve agua a su paso por Vinaceite, Almochuel, Azaila, La Puebla de Híjar y La Zaida. Por ello, hace dos semanas volvieron a insistir y recurrieron al Defensor del Pueblo donde alegaron «indefensión» ya que casi dos años después de solicitar las reuniones, siguen esperando una entrevista con la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y con la Secretaría de Estado del Medio Ambiente y Dirección General del Agua del ministerio de Transición Ecológica.
Tras todo este tiempo «de silencio administrativo» los trámites siguen su curso ya que sí han obtenido respuesta desde el Defensor del Pueblo en Madrid que les comunica que «una vez estudiada la queja», procede admitirla a trámite.

Las reivindicaciones comenzaron en 2015 y la primera manifestación para reivindicar el caudal mínimo se llevó a cabo en Vinaceite en agosto de 2016. Comenzó en el pueblo y terminó en el puente de la Tejería, con parte de los manifestantes en el cauce completamente seco. Desde la semana pasada baja el agua y también se almacena como hacía años que no sucedía en el embalse de la Hoya de Almochuel. Allí, se reunieron más de un centenar de personas para participar en la manifestación en verano de 2017.