Las plazas y cascos históricos de los pueblos del Bajo Aragón Histórico y Cuencas Mineras resplandecen de otro color gracias a la decoración navideña que reluce en las calles de localidades como Andorra, Alcañiz, Albalate del Arzobispo, Calanda, Alcorisa, Cretas, La Fresneda, Chiprana, Valderrobres, Utrillas o Caspe. Las frías y largas noches de finales de diciembre y principios de enero se vuelven más acogedoras y cálidas. Junto a la reproducción de villancicos convierten para grandes y pequeños esta época festiva en una esfera única.
En todas ellas destaca el árbol por encima del resto. Este elemento, de gran tamaño y diferente composición, protagoniza la Navidad como símbolo representativo para todos. Natural o artificial, acompañado de grandes espumillones de resplandecientes luces, o formado por pequeñas bombillas, protagoniza las plazas de las localidades.
La estrella es el otro emblema que destaca por encima del resto. Coronando los picos de los árboles, y bajo su simbología en la historia de la iglesia cristiana de «marcar el camino», conduce a todos los visitantes a los centros neurálgicos de cada pueblo. Todos los bajoaragoneses disfrutan de esta época festiva que pondrá fin en 2023 con la llegada de Sus Majestades los Reyes Magos en la noche del 5 de enero. Una vez más, las luces se apagarán y se retirarán hasta finales de año con la llegada de una nueva Navidad.
juanelpéqué dice
hola ,quien gano de castellote o monroyo por eso de las luces gracias