José Manuel Sierra Clavería (La Puebla, 1965) fue despedido este domingo en un funeral en La Puebla de Híjar, su localidad natal y en la que siempre ha contado con el cariño de sus vecinos. Tanto es así que en la tarde de Jueves Santo de 2019 fue galardonado con el Tambor de Honor, la máxima distinción que concede el Ayuntamiento para reconocer a aquellas entidades o personas individuales su aportación a la tradición más arraigada de la localidad. Hasta que se retome la Semana Santa, la suya fue la última entrega de este premio ya que la pandemia suprimió todos los actos de 2020 y 2021.
«Maestro» o «referente» son adjetivos que se repiten entre quienes le dedican sus palabras de despedida, buena parte de ellas en las redes sociales. Eso, en lo que respecta a su buen hacer con un tambor porque las que se refieren a su persona están todas cargadas de cariño.

Resulta casi imposible hablar de la Semana Santa y del tambor en particular en La Puebla y no referirse en algún momento a José Manuel y su familia. Desciende de una de las sagas que fundaron la Cuadrilla, mítica agrupación que sigue adelante gracias a los descendientes, que como él, continuaron juntándose para tocar el tambor todos los años. José Sierra fue su abuelo y Pedro, el laureado atleta, su padre.
Para él, tocar el tambor era «un acto de comunicación». Era una forma de vida y su afán por saber y aprender le llevó a formarse siendo muy joven en la percusión en Zaragoza donde comenzó un camino musical con diferentes agrupaciones aragonesas. Folk, rock, medieval, orquestas y un largo etcétera de estilos han jalonado su carrera sin dejar de lado su pueblo al que acudía frecuentemente con su esposa y su hija a quien le inculcó su pasión por el tambor.
Era uno de los puntales de la comparsa de Gigantes poniendo el ritmo en los dulzaineros Azofra y seguía velando por la preservación de las marchas tradicionales en la Semana Santa poblana. Durante unos años fue maestro de los niños y niñas que acudían a aprender esas marchas con él en el colegio.
En 2019, antes de recibir su Tambor de Honor, en una entrevista a La COMARCA reconocía el dolor que le produjo tener que dejar esta faceta de enseñanza y es que el cáncer apareció en su vida, lo hizo meses antes del galardón y por segunda vez en seis años. «Lo que más me fastidió del cáncer fue tener que dejar los ensayos con el grupo del colegio», decía entonces. «Los ves tan pequeños y con tanta ilusión… Compartir esos ratos con ellos fue una experiencia que ni en mis mejores sueños», añadía.

Les enseñaba estas marchas poniéndoles letra porque así «entran mejor». José Manuel se preocupó de abrir un blog (tamboresdelapuebla.blogspot.com) con esas marchas para que a través de internet lleguen a todas las casas con poblanos ávidos de practicar o con la necesidad de sentirse acompañados si están lejos de su pueblo.
Recibió el cariño de La Puebla en público hace dos años y rodeado de su familia, en la última Semana Santa celebrada. Lo hizo como «tamborinero«, un término que acuñó de su tía Josefina y que le gustaba mucho más que tamborilero porque, entre otras cosas, «es más aragonés».
Hoy en La Puebla de Híjar, el cielo lloraba al despedir entre sonidos de dulzainas, gaita y tambor a nuestro querido José Manuel. Te recordaremos siempre, con ese amor a la música y al tambor que tan bien supiste transmitir y enseñar. Hasta siempre José Manuel
Todo un maestro con el tambor , nunca te olvidaremos en el Dance de Malejan por tantos años como nos acompañarse tocando el palotiao .
José Manuel Sierra una gran persona y un gran amigo .